Investigadores identifican diferencias cerebrales vinculadas con el insomnio
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, Estados Unidos, informan en un artículo que se publica en la edición de marzo de la revista 'Sleep' que las personas con insomnio crónico muestran más plasticidad y actividad que las que duermen bien en la parte del cerebro que controla el movimiento.
"El insomnio no es una enfermedad nocturna", subraya la líder del estudio, Rachel E. Salas, profesora asistente de Neurología en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins. "Es una condición del cerebro durante las 24 horas como un interruptor de luz que siempre está encendido. Nuestra investigación añade información acerca de las diferencias en el cerebro asociados con él", añade.
Salas y su equipo vieron que la corteza motora en los pacientes con insomnio crónico se adapta más a los cambios, es más plástica, que en un grupo de personas que duermen bien. También hallaron más "excitabilidad" entre las neuronas en la misma región del cerebro entre las personas con insomnio crónico, añadiendo evidencia a la idea de que los insomnes están en un mayor y constante estado de procesamiento de información que puede interferir con el sueño.
Los investigadores esperan que su estudio abra la puerta a un mejor diagnóstico y tratamiento del trastorno del sueño más común y a menudo intratable que afecta a un estimado del 15 por ciento de la población de Estados Unidos.
Para realizar el estudio, Salas y sus colegas del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y el Departamento de Medicina Física y Rehabilitación usaron estimulación magnética transcraneal (TMS, por sus siglas en inglés), entregando sin dolor y de manera no invasiva corrientes electromagnéticas a lugares precisos en el cerebro e interrumpiendo temporalmente y de forma segura la función del área de orientación.
La TMS está aprobado por la agencia norteamericana del medicamento (FDA, en sus siglas en inglés) para el tratamiento de algunos pacientes con depresión mediante la estimulación de las células nerviosas en la región del cerebro involucrada en el control del estado de ánimo. El estudio incluyó a 28 participantes adultos, 18 de los cuales sufrían de insomnio durante un año o más y 10 que dormían bien. Se equipó a cada participante con electrodos en su pulgar dominante, así como un acelerómetro para medir la velocidad y dirección del pulgar.
Luego, los investigadores dieron a cada sujeto 65 pulsos eléctricos utilizando TMS, estimulando las áreas de la corteza motora y vigilando los movimientos involuntarios del pulgar vinculados a la estimulación. Posteriormente, los científicos entrenaron a cada participante durante 30 minutos y le enseñaron a mover su dedo pulgar en la dirección opuesta del movimiento involuntario original, introduciendo entonces pulsos eléctricos una vez más.
La idea era medir el grado en que los cerebros de los participantes pueden aprender a mover sus pulgares contra su voluntad en la dirección recientemente formado. Cuanto más fuera capaz el pulgar de moverse en la nueva dirección, sería más probable que sus cortezas motoras pudieran ser identificadas como más plásticas.
Como la falta de sueño en la noche se ha relacionado con la disminución de la memoria y la concentración durante el día, Salas y sus colegas sospecharon que los cerebros de los que dormían bien podrían ser formados más fácilmente, pero los resultados mostraron lo contrario. Los investigadores encontraron mucha más plasticidad en el cerebro de las personas con insomnio crónico.
Salas dice que los orígenes de una mayor plasticidad en los insomnes no están claros y no se sabe si el aumento es la causa del insomnio. También se desconoce si este incremento de la plasticidad es beneficioso, la fuente del problema o parte de un mecanismo de compensación para hacer frente a las consecuencias de la privación del sueño asociadas con el insomnio crónico .
Los pacientes con dolor fantasma crónico después de la amputación de miembros y con distonía, un trastorno neurológico del movimiento en el que sufren contracciones del músculo que causan torceduras y movimientos repetitivos, también tienen aumentada la plasticidad del cerebro en la corteza motora, pero con un efecto perjudicial.
Salas cree que es posible que la desregulación de la excitación que se describe en el insomnio crónico podría estar vinculada a una elevación de la plasticidad de algún modo. El diagnóstico del insomnio se basa únicamente en lo que el paciente informa al médico, pero no existe una prueba objetiva, además de que no hay un solo tratamiento que funcione para todas las personas con insomnio.
Esta investigadora subraya que este estudio muestra que la EMT puede ser capaz de desempeñar un papel en el diagnóstico de insomnio y lo más importante, a su juicio, es que podría llegar a ser un tratamiento para el insomnio, quizás al reducir la excitabilidad.