Investigadores de la UGR analizan el deslizamiento del talud de la autovía A-7 en Castell de Ferro
El estudio se ha realizado en el marco del proyecto europeo 'RISKCOAST', el pasado 11 de marzo, horas antes de la rotura
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), especializados en inestabilidades del terreno, junto con investigadores de la Universidad de Jaén, del Centro Tecnológico y de Telecomunicaciones de Cataluña (CTTC) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) están estudiando la evolución y causas del reciente desprendimiento de un talud en la A-7 en Castell de Ferro (Granada).
Este estudio se enmarca en el proyecto europeo RISKCOAST del programa Interreg SUDOE; un consorcio de entidades de Portugal, Francia y España que están comprobando in situ la utilidad de diversas herramientas geomáticas en la gestión de los desastres en las zonas costeras.
Hace algo más de una semana, en una salida rutinaria, miembros del grupo de investigación “Análisis del Relieve y Procesos Activos” (ARPA), formado por investigadores del departamento de Geodinámica de la Universidad de Granada (UGR) y del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), se toparon con el talud de la A-7. En esos momentos, la inestabilidad se reflejaba por pequeños desprendimientos y la apertura de grietas en la coronación del talud. La visita realmente tenía el objetivo de explorar el talud de enfrente.
El grupo de investigación se había planteado aplicar varias técnicas de control topográfico en ese lugar, donde la pasada primavera se produjo otro deslizamiento que dañó varios depósitos de agua, un camino de acceso y un invernadero. Sin embargo, debido a la desestabilización del talud, surgió la oportunidad de aplicar esas mismas técnicas en una situación de verdadera emergencia.
El investigador del departamento de Geodinámica de la UGR Jorge Pedro Galve puso en conocimiento de la empresa adjudicataria del mantenimiento y conservación de la A-7, así como a la Demarcación de Carreteras, del inicio de una investigación a fondo del talud.
Escaneo con láser
El pasado jueves 11 de marzo, horas antes de la rotura, el equipo del proyecto RISKCOAST realizó un levantamiento topográfico de alta resolución mediante el escaneo del talud con láser, y tomó fotografías con un dron. De este modo, los investigadores tenían registrado el “antes” del derrumbe.
El profesor Galve comunicó en ese mismo momento el riesgo inminente de colapso del talud a un responsable de la empresa dedicada a la conservación de la vía. El viernes, 12 de marzo, horas después del derrumbe, se realizó un nuevo vuelo de dron con el fin de registrar el “después” del desprendimiento mayor.
Los datos recopilados permitirán elaborar modelos 3D de gran detalle, con los que se podrán cubicar volúmenes, estudiar la evolución del desprendimiento y obtener valiosa información, tanto de la geometría como de la geología del talud.
Paralelamente, se están procesando imágenes radar de satélite para conocer cuándo comenzaron los movimientos y dictaminar el motor desencadenante del fallo del talud (lluvias, terremoto, rotura de alguna tubería de agua, etc.). El equipo investigador involucrado en el proyecto RISKCOAST prevé realizar nuevos trabajos de control topográfico en los próximos días para monitorizar la evolución del talud.
El proyecto RISKCOAST comenzó poco antes de la pandemia, y abordará problemas similares en otras regiones del sudoeste de Europa (Lisboa y la costa vasco-francesa). El equipo español tiene como zonas de estudio la cuenca del río Guadalfeo, la Costa Tropical de Granada y las islas de Mallorca e Ibiza. El proyecto se encuentra próximo a su ecuador y ya ha generado resultados muy interesantes que podrían apoyar la gestión de emergencias generadas por procesos geológicos, como el caso del talud de la A-7.
RISKCOAST ha estimado que los desastres costeros han provocado en España 111 víctimas mortales durante los últimos 10 años, generando pérdidas económicas directas superiores a los 825 millones de euros. La costa mediterránea se lleva la palma. Deslizamientos, inundaciones, erosión de la costa, retroceso de playas etc., procesos que pueden dispararse ante los futuros escenarios de Cambio Climático. La costa de Granada está en el punto de mira del proyecto RISKCOAST, que reclama una mayor atención a la gestión coordinada de los riesgos geológicos, haciendo uso de los últimos avances de la Ciencia y la Tecnología.