Investigados un padre y su hijo por tres robos en casas de campo de Churriana de la Vega y Alhendín

El hombre fue descubierto porque perdió su teléfono móvil en uno de los cortijos y el joven por las imágenes grabadas por una cámara de seguridad

Guardia Civil | Foto: Archivo GD
Imagen de archivo de un agente y un vehículo de la Guardia Civil | Foto: Archivo GD
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La Guardia Civil, en la segunda fase de la operación Adortum, ha investigado a un hombre de 33 años como presunto autor de tres delitos de robo con fuerza en las cosas perpetrados en tres casas de campo de los términos municipales de Churriana de la Vega y de Alhendín, hechos por los que el pasado 16 de febrero ya fue puesto a disposición judicial el padre del ahora investigado.

Los dos robos se produjeron el pasado mes de diciembre; en el primero, los investigados saltaron la valla perimetral de un cortijo de Churriana de la Vega, rompieron con una piedra la cámara de seguridad que la víctima tenía en el exterior de la vivienda y forzaron una de las ventanas para acceder al interior. Una vez dentro rompieron la otra cámara de seguridad y se apoderaron de un ordenador portátil, de una mochila, de un reloj y del clorador salino de la piscina.

El segundo robo fue perpetrado minutos después en la vivienda vecina, donde el investigado volvió a saltar la alambrada perimetral y se apoderó de dos bicicletas de montaña. En el tercer robo, ocurrido en Alhendín, rompieron la alambrada perimetral y una ventana posteriormente para apoderarse de una desbrozadora, un robot de limpieza y una garrafa de aceite de oliva.

Tras las denuncias de los robos, los agentes del Área de Investigación del puesto de la Guardia Civil de Armilla se encargaron de realizar una inspección ocular en los tres cortijos y visionaron las imágenes de las cámaras de seguridad antes de que las rompiera y dejaran de grabar. Tras un análisis exhaustivo de estas imágenes, los investigadores han conseguido identificar al hijo.

La presencia del padre en el lugar del robo se descubrió antes, cuando éste perdió su teléfono móvil en el primer cortijo asaltado. Los investigadores lo encontraron tirado en el suelo durante la inspección ocular y el denunciante no pudo identificarlo porque no era de nadie de su familia. Los agentes se pusieron en contacto con la compañía telefónica y averiguaron la identidad del titular de dicho teléfono y este indicio unido al resto de datos que los agentes han podido averiguar durante la investigación han permitido situarlo de forma inequívoca en el lugar de los hechos.