Investigan a dos individuos por usar artes de caza prohibidos en un coto de Algarinejo
Los investigados colocaron lazos de cable de acero para proteger la repoblación de conejos
La Guardia Civil ha puesto a disposición judicial en calidad de investigados a dos individuos, de 57 y 35 años, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora y la fauna por utilizar lazos de cable de acero en un coto de caza del término municipal de Algarinejo.
La Guardia Civil ha intervenido 36 lazos de acero y ha encontrado cuatro zorros, tres perros y tres jabalíes muertos y atrapados en los lazos.
Los investigados, al parecer, querían proteger los conejos con los que habían repoblado el coto de sus depredadores naturales, colocando lazos de cable de acero. El problema de los lazos es que no distinguen al animal que cae en ellos, por lo que están considerados como artes prohibidas para la caza por tratarse de medios no selectivos en lo referente a la captura de animales.
Así le ocurrió al perro de un agricultor de la zona. Mientras recogía aceituna, perdió a su perro de vista y no lo localizó hasta el día siguiente, ya muerto y atrapado en uno de estos lazos.
No obstante, unos días antes, el 13 de marzo, un ciudadano había informado a la patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil de Loja que en el paraje Las Estubillas de Algarinejo se había encontrado varios animales muertos atrapados en lazos.
Los agentes del Seprona inspeccionaron el lugar y localizaron 27 lazos fabricados con cable de acero galvanizado estratégicamente y dispuestos en torno a las madrigueras de los conejos; los cadáveres de dos zorros, dos jabalíes y un perro, así como dos perros que aún estaban vivos y a los que liberaron.
Una semana después, en otra inspección en el coto, los agentes del Seprona de Loja descubrieron otros ocho lazos y los cadáveres de otros dos perros. Y el día 29, encontraron otro lazo activo y los cadáveres de dos zorros y un jabalí.
Las pesquisas que realizaron los agentes del Seprona a continuación permitieron identificar a estos dos individuos como los responsables de la colocación de los lazos. Uno de los investigados forma parte de la directiva del coto en el que fueron localizados los lazos.
Los investigadores han averiguado que uno de los investigados, al llegar a uno de los lazos, vio que había atrapado un perro, que el perro estaba aún vivo y que, en lugar de liberarlo, lo mató allí mismo. Esta circunstancia ha motivado que también haya sido investigado por un presunto delito de maltrato animal.