Un irreconocible Covirán pierde la bala de meter a Andorra en la pelea (88-62)
El Covirán muestra su cara B donde una defensa inexistente y un plan ofensivo dubitativo permite a los locales evitar el precipicio
Finalísima por la permanencia donde los nervios y las precipitaciones acapararon gran parte del protagonismo. El Covirán Granada se jugaba este domingo la posibilidad de dar un importante golpe sobre la mesa en la lucha por la salvación, una ventana a la continuidad en ACB que se plasmó en el juego de los rojinegros, no en su mejor versión. Los primeros minutos del encuentro en el Principado estuvieron marcados por un juego rápido, carente defensas donde ambos conjuntos buscaron hacer sufrir al rival en el balance defensivo. Jacob Wiley volvió a ser el referente de los granadinos con un seis puntos consecutivos que colocaron el 6-11 en el marcador. Las rotaciones marcaron por completo el cambio de dinámica en los rojinegros. Con Jonathan Rousselle, Christian Díaz, Cristiano Felicio, David Iriarte y Will Barton en pista, el Covirán perdió toda la renta conseguida en los primeros compases del partido. Un juego anárquico, con una bajada considerable en el nivel defensivo y sin unos ataques coherentes, los de Pablo Pin recibieron un parcial de 9 a 1 que dejó el luminoso en el 21 a 17 al término del primer acto.
La tendencia a la baja continuó con el arranque del segundo cuarto. Cambió a varios efectivos Pablo Pin, dando entrada a David Kramer y Kwan Cheatham, pero el acople de las piezas tardó en hacerse efectivo. Las batallas en la zona siempre caían del lado de los locales, mientras que le juego de los granadinos seguía sin tener un orden claro. Los de Natxo Lezkano se apoyaron en un Jerrick Harding eléctrico y asumiendo galones en un duelo tan crucial. Del lado de los visitantes, una vez más Wiley y Kramer hicieron de héroes para mantener con vida a un Covirán al que el partido se le hacía demasiado cuesta arriba. Una antideportiva sobre el alemán cambió ligeramente las tornas. Los rojinegros quitaron el tapón de su aro para seguir con vida en el encuentro, aunque cada ataque era todo un mundo. Las rotaciones del banquillo granadino no entraron hasta que restaban tres minutos en el cronómetro para marcharse al descanso. Con los cambios, se repitió el guión. Arreón de MoraBanc Andorra y otra vez Covirán Granada a remolque. Con el 35 a 25, Valtonen y Cheatham recuperaron su acierto desde la línea de triple para marcharse a vestuarios tan solo tres puntos abajo (35-32).
Tras el entreacto, un parcial de 8-0 de inicio de MoraBanc Andorra dejó muy claro que, en esta jornada, los locales querían la victoria mucho más que los visitantes. Sorprenden las dos versiones tan dispares que puede ofrecer este Covirán Granada. Totalmente irreconocible, sin presencia en la zona, ni en el rebote y ni siquiera con un acierto mínimamente similar al que ha mostrado en jornadas anteriores. A base de individualidades, de la mano de Cheatham y, en ocasiones de Kramer, Wiley o puntualmente de Rousselle desde el triple, los rojinegros trataron de sobrevivir a la clara superioridad de Andorra. Tyson Pérez liquidó casi sin esfuerzo a los interiores granadinos, sobre todo, a un Cristiano Felicio que continúa en una tendencia a la baja, caminando por la pista y sin apenas tratar de defender. Llegó a colocarse a cinco puntos de distancia el Covirán con el 51 a 46, pero una vez más la inexistente defensa de los de Pablo Pin los condenó a la renta de nueve puntos con la que los locales se fueron al último periodo (55-46).
Si había una mínima esperanza de darle la vuelta al marcador en el último cuarto, el MoraBanc Andorra se encargó a base de triples y de simplemente jugar a un baloncesto coherente de lapidar las ilusiones rojinegras. El Covirán solo pudo presenciar con la cabeza casi gacha como su rival lo vapuleaba a placer. Montero, Harding, Pérez… Cualquier jugador del conjunto del Principado era capaz de romper la inexistente defensa de los granadinos. Incomprensible todo lo que se produjo en el Pavelló de Gobern. Incomprensibles los minutos de Felicio mostrando claramente que no estaba dentro del partido. Los 3:30 minutos de Malik Dimé viendo que el pívot titular no podía hacer frente a los interiores rivales. La no participación de Will Barton incluso cuando Andorra ya vencía de 20 puntos y jugaba con una comodidad sonrojante para quienes esperaban una mínima reacción de Covirán. Con la cara B de este equipo la permanencia se complica. Se necesita volver a la cara A lo antes posible, especialmente, teniendo que visitar a Palencia dentro de dos semanas. Un partido así no puede volver a repetirse (88-62).
Ficha del partido:
MoraBanc Andorra: Pérez, Montero, Harding, Maric, Okoye - quinteto inicial - Rubio, Andric, Luz, Borg, Llovet, Madsen, Somogyi.
Covirán Granada: Cheatham, Costa, Wiley, Valtonen, Kramer - quinteto inicial - Barton, Felicio, Díaz, Iriarte, Dimé, Rousselle, Tomàs
Parciales: 21-17; 14-15 - descanso - 20-14; 33-16
Incidencias: partido disputado en el Pavelló de Govern correspondiente a la Jornada 28 de la Liga Endesa.