"Seguiré luchando con Rubén y Wiley para empezar a quitarles minutos"
Disciplinado y con la voluntad de ayudar al equipo, Iván Aurrecoechea lleva la lucha y la perseverancia por bandera para hacerse un hueco en la ACB
Iván Aurrecoechea sigue peleando por hacerse un nombre en la ACB. Los focos y los titulares quizás no se centren en exceso (aun) en su figura, pero él tiene claro que a base de esfuerzo y trabajo todo lo que desea conseguir llegará más pronto que tarde. El pívot madrileño (ya aclara en esta entrevista que lo de ala-pívot es más un bulo que una realidad), vive su primer año en ACB con la ilusión de quien alcanza su sueño, pero con la exigencia y el compromiso que la competición exige. La involucración con el equipo, el estar siempre preparado para lo que necesite Pablo Pin y las horas extra sobre la pista para mejorar cada día un poco más caracterizan a un Iván Aurrecoechea que saca músculo y coraje para llegar con la actitud donde no se llega con el físico.
Pregunta: Llegó al fin la primera victoria en el Palacio, ¿Cómo se siente empezar una semana nueva de trabajo con ese peso quitado de encima?
Respuesta: Es lo que todos queríamos desde el principio de la temporada. El darle a la gente la victoria en el Palacio y poder celebrarlo con todos ellos. Esto ayuda también para empezar la semana con otra cara. No es lo mismo empezar un lunes como los anteriores dándote ánimos a ti mismo, diciéndote que esta es la semana. Ahora solo tenemos que hacer lo mismo que hicimos la semana pasada para poder seguir ganando.
P: ¿Cómo fue para ti vivir esa victoria? Primer triunfo en casa, ante tu nueva afición…
b: Fue muy especial ya que no pude vivir la de Girona, por temas médicos no pude ir. Me dio mucha rabia no estar allí y celebrarlo con mis compañeros. Esta fue mi primera victoria en ACB. Muy contento de haber podido salir a la pista a ayudar al equipo y de haber dado la vuelta y ver a la gente tan feliz.
P: ¿De qué parte de la actuación del equipo se siente más orgulloso?
R: Lo que nos había estado afectando en los últimos partidos había sido el estado de concentración que perdíamos durante unos minutos y en esta liga eso se castiga mucho. Tienes que estar concentrado los 40 minutos. Si cometes un error no puedes cometer un segundo seguido. Eso es lo que demostramos contra Coruña. Que teníamos un error, pero no cometíamos otro y si fallábamos una canasta hacíamos una buena defensa.
P: Han sido semanas complicadas. ¿Cómo ha afrontado a nivel individual y para con el equipo estas últimas semanas? ¿En qué ha buscado aportar o ayudar?
R:Soy una persona muy alegre. Siempre estoy sonriendo e intentando animar al resto. En lugar de centrarme en mí mismo, me gusta centrarme en los demás y que estén bien. Estas semanas han sido más difíciles a la hora de que había muchos compañeros que durante los entrenamientos les salía algo mal o no tenían una réplica por parte del entrenador y se salían mentalmente del entrenamiento. Yo intentaba seguir motivándolos y que sepan que todo el trabajo que hacemos durante la semana no es en vano. Este fin de semana ha sido el ejemplo.
P: ¿En qué compañero se apoya más?
R: Sin duda con Jacob Wiley. Tenemos muchas cosas en común, hemos vivido una época de universidad muy parecida porque tuvimos que empezar desde abajo y trabajar mucho para poder demostrar. Somos jugadores de la misma talla, de postes bajos... Al ser mi primer año en ACB para mí hay muchas cosas nuevas y él ya ha vivido experiencias en Euroliga y vivencias más grandes. No es solo que yo necesite acercarme a él, sino que él también se acerca a darme consejos y ayudarme en este año que está siendo un poco complicado para mí.
P: Pablo Pin le está dando algunos minutos en su primera experiencia en ACB. Presencias cortas en pista, eso sí. ¿Cómo afronta el no disponer, quizás, de todos los minutos que le gustaría? ¿Era algo que ya tenía en mente que iba a suceder?
R: Los últimos años mi rol ha sido diferente, pero no es el nivel de estar en ACB. Es complicado, mi rol también es estar apoyando y ayudando al equipo. Animar, no pensar en mis necesidades sino en las del equipo y estar listo siempre que Pablo me necesite. En cuanto a los minutos en pista, no es sencillo porque en tu cabeza está que tienes que demostrar y al mismo tiempo dar al equipo lo que necesita. En lugar de pensar en ti tienes que pensar en el equipo. Eso es lo que más me está costando, el dar al equipo lo que necesita. Pero, sin duda está empezando a dar mis frutos y Pablo está confiando en mí.
P: Y no cometer errores en ese poco tiempo.
R: Exacto. Contra Bilbao hubo una situación que lancé un gancho y la fallé. Se escuchó en todo el campo el 'Ohhh' de la grada. La gente quiere esto, quieren que lo consiga. Con solo escuchar eso o cuando vuelvo al banquillo y escuchar a la gente animarme, me da la fuerza suficiente para dársela a mis compañeros y tener para mí mismo.
P: Hay un factor indudable en su juego que se ha visto desde la pretemporada. Es un jugador tremendamente físico y no le teme ir al contacto. ¿Es una intensidad que ha querido mostrar siempre a lo largo de tu carrera o se ha propuesto que sea más notable aun en ACB?
R: Gracias a mi madre por darme la altura que tengo, pero no me consiguió dar lo que ella me tenía que dar que es mucho talento a la hora de jugar al baloncesto. Me lo he tenido que trabajar de otra manera. Luchando y dando el máximo. No quiero decir que es lo que me define, pero sí me gusta mucho pensar que soy una persona luchadora y guerrera. No le tengo miedo a nada. Lo que no llega con el físico que llegue con la actitud.
P: ¿Qué es lo que más le está sorprendiendo de la ACB?
R: Es muy compleja. Hay muchas cosas dentro y fuera. Es una experiencia única que no olvidas en la vida y te das cuenta de lo difícil que es mantenerse en esta liga. Cuando conoces a gente que lleva aquí muchos años y que se ha ganado su puesto, las aprecias mucho más y las respetas mucho más.
P: Ha mencionado a su madre y su hermano ha estado este pasado fin de semana aquí en Granada. ¿Cómo de importante es su familia en su carrera?
R: Es precioso ver a la gente que siempre confió en ti. Tu lo piensas y sueñas sobre ello, pero no lo ves como lo ven ellos de claro. Unos días antes del partido estuve tirando con mi hermano en el Palacio y ellos estaban muy contentos. Es el 'te lo dijimos' que ibas a llegar. La confianza que siempre me han dado se refleja en mi juego y en el juego que tuve este fin de semana.
P: ¿Confía en ir ganando importancia sobre la pista conforme avance la temporada?
R: Es lo que soy. Si no me lo das, me lo gano. Voy a seguir luchando con Rubén y con Jacob para empezar a quitarle esos minutitos.
P: Se sabe que es uno de los que más fuerte entrena. Al igual que Agustín Ubal
R: Cuando Agustín y yo estamos en el mismo equipo somos un poco toca narices. Jugar contra nosotros no mola mucho. En los entrenamientos intentas ser más conservador y que de repente te salten dos locos por encima te pilla un poco de sorpresa.
P: Quiere seguir dando pasos adelante, pero ¿Como pívot o como ala-pívot?. Hay cierto bulo por ahí sobre su posición.
R: (Risas). Sobre el papel siempre está ahí, pero sobre la pista la pintura es mi hogar. Sé que puedo defender a cualquier jugador, no le tengo miedo a nadie ni me voy a achicar. Entiendo que no es lo mismo que midiendo dos metros defiendas a un tío de 2'10. Esa persona va a terminar por encima mía más sencillo. Es por eso que tener a gente como Rubén Guerrero en el equipo es muy importante. Si de alguna manera puedo ganarme más minutos, jugando de ala-pívot, pues tendré que aprender.
P: ¿Qué aspectos quiere mejorar de su juego?
R: Siempre ha sido muy tabú para mí el tiro. Por eso nunca ha podido ser un ala-pívot real. Durante los años siempre se ha tenido la fama de: "No, tu eres un poste. No puedes tirar". Eso desde chiquitito. Cuando ya me puse a trabajar en ello ya era demasiado tarde. Este año con Pecile, que está siendo mi mentor, me está ayudando mucho a crear esa mecánica de tiro que me ayude a dar un paso más en mi carrera. Intentamos sacar tiempo en los días libres o las tardes cuando no tenemos entrenamientos por la tarde pues intento tener sesiones con él. Hacemos sesiones no solo que me ayuden a mí y a mi carrera, sino también sobre lo que necesita el equipo. Sobre lo que quiere Pablo de mí. Durante el año se irá viendo la mejoría.
P: Tienen ahora unos días de descanso, pero ¿Tienen ya la mente en Breogán?
R: Nunca he vivido lo que es el Pazo, pero se les respeta. Sabemos lo que nos vamos a encontrar. Creo que vamos en el mejor momento, después de una victoria en casa. Lo hemos disfrutado y tenemos ese saborcito en la boca y queremos dos victorias seguidas. Es por lo que hemos estado trabajando y nos lo merecemos. Jugar este fin de semana sería perfecto. Iríamos más contentos, pero sin duda dos semanas de entrenamientos fuertes que Pablo no nos va a dejar bajar los brazos, ni confiarnos. Sea este fin de semana o el que viene lo vamos a hacer bien.
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