Javier Martín Ruiz presenta su libro fotográfico de la Gira ‘Resurrección’ de los 091

Acaba el verano, pasa el ecuador del año y con él también la mitad de la gira que ha devuelto a los escenarios a la famosa banda granadina de rock 091, ‘Resurrección’. Este tour que solamente ha juntado al grupo durante este 2016 y que tiene fecha de caducidad, ha llevado a que un conocido fotógrafo, filántropo y amante del rock granadino, haya acompañado a la formación musical en 16 conciertos de la primera mitad de la gira.

Javier Martín Ruiz nos cuenta cómo surgió este proyecto, en el que ha podido vivir de cerca la vuelta de los 091 y ha podido disfrutar y estar donde otros muchos no han podido.

Con una gran historia en el mundo de la música a sus espaldas, no solo como fotógrafo profesional, sino también como cantante y manager, este colaborador de Granada Digital pone a la venta a partir del 27 de agosto un monográfico con 290 fotos dedicado a esta gira de los 091.

Todo esto y mucho más queda recogido en esta charla donde Javier Martín Ruiz se abre a los lectores de este medio y a los amantes del rock, en este caso en especial a los de 091, para contar parte de su vida, de sus proyectos y de su pasión: la fotografía musical.

Pregunta (P): ¿Cuál fue el primer concierto que fotografiaste en tu vida?

Respuesta (R): Creo que fue en el Festival del Zaidín, donde fueron los primeros conciertos que se hicieron en Granada. Empecé cantando y luego fui manager. Sería el concierto de Los Magic, que yo representaba como manager allá por el año 80/81

(P): ¿Cómo es eso de que fuiste cantante?

(R): Entré a estudiar imagen y sonido en los Salesianos y allí en clase conocí a mis compañeros de banda. Yo tenía discos en mi casa y me sabía de memoria las canciones de Supertramp, Pink Ploid, Deep Purple etc... me sabía las letras en ‘ese inglés escuchao’. Curiosamente los curas Salesianos tenían una  batería y unos amplificadores, nos juntamos, cogimos los instrumentos y así empezó la banda. Empezamos como RM y luego acabó como Los Magic.

(P): ¿Cuándo empezaste en el mundo de la fotografía?

(R): Pues con 14 años empecé, al estudiar imagen y sonido, pero tuve la suerte que un tío mío había sido fotógrafo y guardó sus cosas en la casa de mi madre cuando dejó la fotografía. Yo no había tenido influencia de él, pero un día vi que en la habitación de los trastos había una ampliadora y tuve la suerte de que podía revelar mis propias fotos. Mi madre me compró una cámara réflex normalita a plazos y tuve la oportunidad de poder revelar mis  fotos gracias a la ampliadora, algo que los demás solo podían hacer en el instituto. Así, compaginé el tema de cantante, con el de manager y fotografía.

(P): ¿Y cuándo empiezas en el de la fotografía-rock?

(R): Lo junté todo a la vez. Siempre me ha gustado la música y compraba mis discos de muy jovencito, también gracias a que mi tía tenía un tocadiscos, dio la casualidad que con mis compañeros teníamos los mismos gustos musicales, así que salió todo fluido, el rock y la fotografía. En el grupo yo me encargaba de las gestiones de manager,  hablar con los Ayuntamientos, preparar contratos y organizar  todo lo que conlleva una banda. Cuando dejé la música, me dediqué solo a manager y a la fotografía.

(P): ¿Qué te gusta más, la fotografía o el rock?

(R): Me gusta más la fotografía., pero sin rock no puedo vivir, también hago fotografía creativa, de casi todo, pero donde más disfruto es en el rock y en la música en directo. También hago fotos de flamenco, coros y otros géneros culturales.

En los 80 hacía fotos de todo lo que venía a Granada (BB King, Jonh Mayall, Chic Korea, Tete Monteliu, Ark Blake, LLuis Jack  y muchos más. Quería ser fotógrafo a toda costa, pero era muy difícil porque no había donde trabajar. Solo estaba el Ideal y el Patria, a eso había que sumarle que solo tenía 17-18 años.

Ahora es diferente porque sí hay sitios donde poner las fotografías, como Granada Digital donde ya sabéis que tengo mi propia sección de rock llamada Granada Musical, pero antes solo se podían enseñar si hacías exposiciones. Tengo fotos que llevan guardadas en negativos 30 años.

(P): ¿Han cambiado mucho los conciertos desde que empezaste hasta ahora?

(R): En parte no han cambiado. Yo veo fotos mías de los 80 y las comparo, incluso de los mismos 091, y es prácticamente igual. Ahora hay más luz, lo que se agradece para un fotógrafo, y  hay más tecnología. Pero los conciertos en sí no han cambiado, porque son lo que son: vas de viaje, haces las pruebas de sonido, el directo y todo esto no ha cambiado. Lo que cambia son los medios, ahora los escenarios son más grandes y techados y hay más calidad tecnológica.

(P): Eres especialista en bandas granadinas, ¿a cuántas bandas sigues?

(R): Voy a todas las que puedo. En 2013 retomé lo que dejé en el 86, que son bandas granadinas y puedo tener un archivo de unas 200 formaciones en estos tres años que llevo de mi propia resurrección. Sabemos la importancia de Granada como ciudad musical y tengo un filón, todos los fines de semana hay tres o cuatro de conciertos de bandas locales y me da igual que sean emergentes o consolidadas; desde las bandas emergente del Planta Baja, hasta los 091, Niños Mutantes, Eskorzo o los Lori Meyers.

Lógicamente también fotografío a artistas que visitan nuestra ciudad.

(P): Y ahora un monográfico de los 091, ¿por qué?

(R): Me une una amistad con ellos desde los años 80 y además fui al primer concierto de la gira ‘Resurrección’ en Logroño, enviado por Granada Digital. Cuando vi allí la magnitud de la gira, me di cuenta que iba a ser importante. Me vino la inspiración en ese concierto y tuve esa intuición. Se lo propuse a ellos porque entendí que alguien tenía que hacerlo. Ellos no lo tenían previsto y si no llego a ser yo, creo que no hubiese habido otro fotógrafo capaz de seguir a la banda como yo lo he hecho.

Han confiado en mí porque en el libro hay momentos íntimos y sabían que yo iba a ser muy discreto y respetuoso.

(P): ¿Qué vamos a encontrarnos en este libro?

(R): Mucha pasión, admiración, respeto, entrega  y  mucha concentración… por las dos partes. Hemos ido de menos a más,  por esa amistad que nos une, he ido poco a poco y ellos han ido entrando también poco a poco en mi juego, cada vez  me he ido tomando más licencias, siempre con mis propias  limitaciones, yo tengo un lema para fotografiar y es la de no molestar y la de no estar en el sitio que no debes.

En Motril hubo fotos que no surgieron antes, porque ellos ya me ven como parte del engranaje de la gira. Quizá al principio podrían sentirse un poco más extraños con mi presencia, pero ahora creo que hasta les gusta verme por allí.

Una fotografía es un momento irrepetible, que, si no se toma en ese instante, se pierde para siempre.

En cuanto al formato, el libro vendrá retractilado y con una sorpresa en el interior, un póster. Constará de 212 páginas en tamaño A4 apaisado, con el contenido de los 16 conciertos a los que les he seguido. Fotos hay miles y me ha costado mucho la selección, porque en el libro van 290 fotos, de cualquier situación que se daba: camerinos, viaje, directos, pruebas…

A esas fotos que no van a aparecer en el libro tendré que darle otra salida para que también se vean, hay muchos más momentos, que, si todo sale bien habrá que sacarlos en formato exposición.

He querido plasmar lo que yo he visto y sentido en ese momento, como fan de la banda. He sido un privilegiado porque  he vivido con ellos todas las situaciones posibles y lo he querido comunicar con mis fotos. Espero que cuando el público las vea, pueda acercarse a lo que yo he vivido. He disfrutado muchísimo, lo reconozco.

El libro podrá adquirirse principalmente en el merchandising de la gira, pero también en puntos de venta como discos Bora Bora, discos Marcapasos, librería Picasso, JAM instrumentos musicales y  por encargo vía mail en la dirección de correo [email protected]  a partir del día 27 de agosto, día del concierto de Guadix.

(P): ¿Vas a sentir pena cuando acabe la gira? ¿Padecerás el síndrome de Estocolmo?

(R): Pues ya estoy raro porque llevo más de tres semanas sin poder ir a ningún concierto. Es el tiempo que llevo  encerrado delante del ordenador maquetando este libro y tengo esa necesidad de poder estar de nuevo con ellos este sábado en Guadix.

Imagino que ellos tendrán esta misma sensación de vacío total cuando acabe la gira, porque el ambiente que rodea la gira es espectacular, tanto con los músicos, como con los técnicos, los managers… esto tienen fecha de caducidad y hay ya muchos fans  llorando por las esquinas pensando que esto acaba a finales del 2016.

(P): ¿Cuál es tu próximo proyecto?

(R): Llevo dos años preparándolo, porque para estos proyectos se necesita ayuda institucional. Es una exposición junto con la Diputación de Granada, a la cual agradezco su apoyo. Será en el Palacio de los Condes de Gabia y estará compuesta por fotografías totalmente inéditas realizadas entre el año 80 y el 86, de casi  todas las bandas granadinas que había en la época. Pretendemos que esta exposición viste todos los pueblos de la provincia al menos durante dos años. En los 80 no había muchos fotógrafos y  las bandas emergentes  no interesaban a los periódicos, por lo que no hay material apenas de aquella época, solo mis negativos.

Ha sido un trabajo laborioso porque ha habido que pasar a digital todos los negativos uno a uno, después de 30 años guardados en su típico porta negativos de cartón. Y al final se expondrán 100 fotos de todos los grupos de la época, especialmente del Festival del Zaidín donde yo contrataba a los grupos junto a mi amigo tristemente fallecido Isidro Olgoso y al que voy a dedicar esta exposición de corazón.

Es una exposición en papel, creo que hay que recuperar el papel, pero además habrá un proyector que pasará otras 200 fotos en digital.

Mis proyectos para 2017 se centrarán en volver a acompañar a una banda granadina en su gira y poder hacer otro libro como el que he hecho con los 091. Creo que esto le va a gustar a las bandas porque un libro queda para toda la vida, igual que las fotos de la exposición, de las cuales ahora creo que tienen más valor. Hace 30 años tenía la frustración de que no tenían salida, pero ahora han adquirido un valor, el valor de que puedan ser vistas por el máximo de público.