El pianista Javier Perianes ofrece su segundo concierto del Festival de Granada
El Patio de los Arrayanes acogerá todo tipo de amores y de muertes expresados con una música de una fuerza abrumadora
El concierto será ofrecido en directo por Radio Clásica, de RNE, y se emitirá por la Unión Europea de Radiodifusión (UER), a los siguientes países: Suecia, Portugal, Países bajos, República Serbia, Bélgica, Polonia e Italia.
Desde la antigüedad clásica, Eros y Tanatos han formado un binomio capaz de dejar un impresionante reguero de creaciones artísticas. Musicalmente alcanzó el máximo de su potencialidad con el tratamiento que Wagner hizo de la leyenda de Tristán e Isolda, cuando el amor comporta tal grado de magnitud (e inverosimilitud) que sólo puede culminarse más allá de la muerte. Es justo con esa inmortal Muerte de amor de Isolda en la transcripción de Liszt que Perianes cerrará un recital que está repleto de otras muertes (las sonatas de Beethoven y Chopin incluyen marchas fúnebres, famosísima en el segundo caso; Liszt comparece también con sus Funérailles), pero igualmente de amor, muy especialmente a través de El amor y la muerte de Goyescas, esas maravillosas estampas que dejó Granados, enamorado del espíritu de un Goya en cuya impactante producción Tanatos y Eros también tienen estrecho trato.
Bajo este hilo argumental, el programa que Javier Perianes ofrecerá en el Patio de los Arrayanes, a partir de las 22:30 horas, explora diferentes tipos de amores y de muertes, todos ellos expresados con una música de una fuerza abrumadora.
Este programa hace un guiño a las músicas que Mariano Fortuny conoció y amó en las veladas que se celebraban en su casa de Venecia, hoy convertida en el Museo Fortuny, con su madre y abuela al piano. En ese entorno familiar descubrió amigos y artistas que lo introducirían en el mundo de los Ballets Russes de Diaghilev, en la música de Wagner y en la ópera, a la que destinaría grandes proyectos. El 29 de diciembre de 1900 se estrenó su escenografía para Tristán e Isolda dirigida por Arturo Toscanini en el Teatro de la Scala de Milán.