Jémez y unas necesidades que ilusionan

Más allá del cambio del organigrama del club en un ejercicio completo de renovación de dueños, directiva y cuerpo técnico, puede erigirse como fundamental la búsqueda de un concepto genérico de identidad, una identidad propia de club con ese plus exclusivo que muestran los equipos ganadores.

El patrón a perseguir se clarifica con el reclutamiento de Jémez, capitán de un barco con nuevo chasis, y al que aún le falta la mayoría de los marineros, pero que sabe de antemano cómo anteponerse al bravío de las olas.

En sus primeros días como entrenador del Granada, Paco se está mostrando como una persona agradecida. Es de esos tipos que valora la confianza puesta en él, y siente fervientemente la necesidad de responder en el campo no sólo con hechos pragmáticos, si no con trámites valientes, directos y velozmente rítmicos.

Trabajo, sacrificio y jugar bien al fútbol. Así será hasta que los resultados acompañen o la nave se hunda en la pecera, pero con un público que como mínimo rememorará con gusto el desarrollo del campeonato. Ya se ha visto en el Rayo, donde tuvo la posibilidad de renovar a pesar de haber descendido, y su buen cartel no se ha visto mermado en ningún momento, pues ofertas de varios clubes de élite no le han faltado. Algo complicado.

Declaró hace unos días en el programa ‘Radioestadio’ de Onda Cero que hay buena vocación y ganas de aspirar a cotas más altas: “Hay que tener en cuenta que cuando llega gente nueva, que compra el club y sobre todo que pone dinero, es muy fácil que les puedan las prisas. Este año se va a intentar mejorar los resultados de las temporadas anteriores, e ir gestando una calidad económica y deportiva que nos permita en dos o tres años pelear en UEFA”.

Los pies de plomo son vitales en el actual tramo institucional de la escuadra. Divagar en lo humano y lo divino es error de principiantes, y él sabe que para conseguir solidez de bloque no sólo basta con grandes nombres, si no con un espíritu que represente a todos y cada uno de los que representan al escudo, empezando por la grada.

CATORCE O QUINCE NUEVAS INCORPORACIONES

“Tenemos todo el trabajo por delante, y habrá muchos que se vayan y otros que vengan. La plantilla está compuesta casi en su totalidad por jugadores que pertenecen al Udinese, otros que se han ido al Watford, etc. Nuestra labor es ver ahora lo que hay, lo que nos interesa, y a raíz de ahí elaborar una plantilla.”

Paco está inmerso en el periodo de moldeo, proceso de descarte de jugadores y la álgida lucha por mantener a los que se podrían ir muy a su pesar, como es el caso de Peñaranda: “Al final, se buscarán catorce o quince incorporaciones nuevas este año”, aseguró el nuevo técnico nazarí en el programa radiofónico mencionado.

Tras el desgrane de la situación del equipo, reconoció que ha tenido ofertas encima de la mesa más golosas que el Granada, pero siempre antepuso la confianza que la formación rojiblanca le ha estado mostrando hasta el momento, por lo que decidió embarcarse en la ciudad de la Alhambra con un contrato de larga duración, otro síntoma de la excelsa sintonía entre directiva y entrenador.

Ahora pulula en la mente del aficionado común la idea de la comunión entre técnico y afición, una de las más sibaritas y exigentes del campeonato, pero también de las que más fieles son a un concepto de club que les tiene en cuenta. Para contentar a la afición serán necesarios hombres que se maten por el Granada y por el estilo de Jémez: identidad de equipo, identidad de juego. Ambos deben ser sinónimos.

Cuando ruede el balón, la afición tendrá la oportunidad perfecta de ver si la conjunción de factores que se realizará durante este verano permite ver a un Granada ensimismado con su idea. Al menos de momento, la baliza del proyecto tiene unas necesidades que ilusionan.