Esperemos que lo que venga no sea peor: seamos solidarios
Lo peor está por venir, frase de Tedros Adhanom Ghebreyesus, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y título de un artículo del buen salubrista Voro Peiró. También la revista científica The Lancet, dice que "lo peor está por llegar".
La realidad que tenemos es que el virus continúa su expansión, que son (tras siete meses de coronavirus) casi 14 millones de casos confirmados, casi 600.000 personas fallecidas y muy tocadas las economías de prácticamente todos los países del planeta. Cada día aumenta el número de nuevos casos sobre el día anterior. La pandemia arrecia en Estados Unidos, en la región de Latinoamérica y Caribe, con Brasil, México y, a mucha distancia, Perú y Chile como los países que más casos confirmados aportan. Y las cifras crecen.
La realidad está marcada por la virulencia del virus, donde el futuro evolutivo del Covid-19 no está escrito, por el efecto estacional, por la inmunidad (tan en entredicho por diversos científicos) donde nadie sabe cómo puede afectarle personalmente el virus o cuál puede ser la evolución de un paciente concreto, sobre las posibles secuelas, sobre la vacuna, sobre la convivencia con la gripe, por la transmisión, por el turismo o la inmigración o sobre las medidas de prevención. Nada es contundente. Y sin embargo tenemos claro que 3 mejor que 1.
Si miramos al resto de Europa también mira con recelo el próximo otoño. Pese a que los países europeos han ido controlando la primera oleada, los servicios sanitarios continúan en constante tensión por los sucesivos brotes locales, algunos de gran magnitud, como el de Lleida y en Barcelona. Si seremos capaces de contener una segunda oleada sin necesidad de recurrir a los confinamientos generalizados es otra gran incógnita.
Si tenemos claro que 3 mejor que 1, tres medidas mejor que una sola, tenemos que poner encima de la mesa aspectos que hay que tratar. Porque de nada sirve poner la Mascarilla Obligatoria si después se permiten las discotecas llenas de gente sin mascarillas y chavales pasándose las cachimbas. De nada sirve poner la Mascarilla Obligatoria si después se permiten celebraciones ligadas al fútbol con miles de personas juntas y sin mascarilla. De nada sirve poner la Mascarilla Obligatoria si después se celebran Sanfermines en Pamplona, SantJoans en Menorca u otras en espacios concurridos y con celebraciones paralelas que ponen en riesgo a mucha gente. De nada sirve poner la Mascarilla Obligatoria si después hay gente que la lleva con la nariz fuera, cubriendo el cuello, de codera, manoseandola, guardando la en el bolsillo/bolso/mano echa una pelotilla.....
Y sabemos que el uso obligatorio de mascarillas en público está asociado con una disminución en la tasa de crecimiento diaria de COVID-19. Las estimaciones sugieren que el uso de mascarillas ha generado hasta 230.000-450.000 casos de COVID-19 posiblemente evitados. Los hallazgos sugieren que requerir el uso de mascarillas en público podría ayudar a mitigar la propagación de COVID-19.
Por tanto, seamos solidarios y sobre todo me gustaría que lo fueran los más jóvenes, a los que deberíamos girar la cabeza y darles voz. Y es importante tener en cuenta que esto del COVID-19 SÍ QUE VA CON LOS JÓVENES también. Y cómo dice Raquel Blasco, esto porque el síndrome de fatiga posviral tiene mayor prevalencia en jóvenes. Y porque los cuadros de covid persistente son más frecuentes en jóvenes.
Aunque no lo haga una persona por los demás, es importante que lo haga por uno mismo, sea joven, adolescente, anciano, o de cualquier edad.
Y cómo escribe Rafa Cofiño, salubrista, director general de salud pública de Asturias: cada brote que ocurra es un riesgo enorme de personas que pueden desarrollar la enfermedad de forma grave y que pueden fallecer. Que nuestra prudencia vaya más allá de lo puramente"obligatorio": Evitemos actividades y actos sociales innecesarios. Y ante ello, lavado de manos, mascarilla, junto a la distancia de 1.5 m.
Yo soy solidario, uso mascarilla. Y me lavo las manos varias veces y mantengo la distancia. Mejor 3 que 1. Porque el virus parece que ha venido para quedarse, al menos un tiempo. Hagamos entre todos/as que este tiempo no sea más largo de la cuenta. Gracias