Joan Carles March: “Nadie ha entendido mi destitución” | Vídeo
Al exdirector de la Escuela Andaluza de Salud Pública ya “no le interesa” recibir una explicación, pero reitera que "la institución tiene que apoyar lo que la Junta le pida, aunque no está para decir ‘amén’ a todo”
“Paso. No me interesa”, responde Joan Carles March dando carpetazo al asunto cuando le preguntamos si considera que la Junta de Andalucía le debe una explicación sobre su destitución. El que fuera el director de la Escuela Andaluza de Salud Pública hasta el pasado 29 de septiembre no se corta un pelo al hablar de este asunto que ha supuesto un punto de inflexión en su trayectoria profesional, del que dice guardar muy buenos recuerdos. “La EASP no debe ser una institución seguidista del Gobierno andaluz”, explica, y deja que leamos entre líneas. Reconoce que a él le hubiese encantado seguir al frente de esta empresa pública que depende de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, “pero ellos no han querido”, afirma rotundamente. “Y nadie me ha explicado el porqué”, apostilla el exdirector que llevaba en el cargo desde enero de 2015.
Hubo un tiempo en el que March pudo "oler" que algo no iba bien, pero esa sensación la borraba su buena relación con la consejera de Salud y con los últimos reconocimientos positivos que estaba consiguiendo la Escuela Andaluz de Salud Pública en los últimos meses. “Es más, antes de mi cese, el Consejo de Administración hizo una valoración muy positiva del trabajo que estábamos haciendo. Raro, ¿no?”, lanza de forma suspicaz.
Si con algo se queda March de esta etapa como director es con el apoyo de sus compañeros. Cuando supo que le quedaban pocas horas al frente de la Escuela, reunió a una gran mayoría de ellos y se lo comunicó. La noticia tardó poco en saltar a los medios y las reacciones tampoco se hicieron esperar. Joan Carles March recibió miles de mensajes y llamadas de apoyo, de compañeros, amigos y profesionales de todo el mapa nacional. “Solo puedo dar las gracias. Ese es el mejor reconocimiento”, confiesa con gratitud el doctor mallorquín.
Sea como fuere, March continúa ligado a la EASP como docente. Sin embargo, su rutina ha cambiado de forma notable. Si antes apenas salía una vez en semana de la ciudad, ahora se ha hecho mejor amigo de una maleta de viaje y de aeropuertos y estaciones. “No paro, la verdad”.
Aunque asegura que es un “tema complejo de explicar”, Joan Carles March opina sobre el proceso de la ‘desfusión’ hospitalaria. “Volver a esa separación no me parece la mejor de las soluciones”.
El 30 de noviembre, Joan Carles tiene un viaje especial. Estará en Madrid para recoger el último premio que le han concedido por su trayectoria profesional, el eHealth Award 2017. "Lo importante no es ser director, sino ser un buen profesional y una buena persona”, resume su caso en esta entrevista con Granada Digital.
Pregunta (P.): En primer lugar, enhorabuena por el premio eHealth. ¿Tiene pensado a quién se lo va a dedicar el próximo 30 de noviembre?
El premio tiene detrás mi labor en una institución a la que quiero mucho, la Escuela Andaluza de Salud Pública, y a sus trabajadores, que me han apoyado en todo momento. Otra persona que ha tenido y tiene un papel muy importante es mi mujer, Mª Ángeles. Ella también se lo merece.
(P.): Ha pasado ya más de un mes desde su cese al frente de la Escuela Andaluza de Salud Pública. ¿Cómo se encuentra?
Estoy muy bien. Hay que pasar página, y la mejor manera de hacerlo es trabajando. El gran problema de la historia de mi cese es que no la hemos entendido nadie, pero hay que seguir trabajando. Desde aquel día no he parado de moverme por todo el país y de dar conferencias. Mi actividad es frenética, y eso me permite pensar poco en el motivo de mi cese. Ellos sabrán. Ya es una historia a la que doy carpetazo.
(P.): ¿Qué argumentos te dieron?
Si no se explica, no se entiende. Nadie me explicó el porqué. Me comentaron cosas, pero no lo hicieron las personas que tenían que hacerlo. Me hablaron de cambios estructurales necesarios, pero la verdad es que no ha habido ninguno más, así que no es verdad ese motivo. Supongo que alguna cosa que yo hice sentó mal a algunos, y estas personas, moviendo piezas, que las mueven, ha favorecido mi destitución en un momento determinado. Tampoco quiero saberlo. Me da igual.
(P.): ¿No crees que te deben una explicación?
Paso. No me interesa. Si ellos quieren darme explicaciones, yo encantado, pero creo que, como no tienen argumentos, pues… A ver, yo no soy favorecedor de las políticas del PSOE. Nunca he militado en un partido y, por tanto, eso me daba una libertad, y más en una institución que necesita independencia. La EASP tiene muchas colaboraciones y necesita libertad, y no hacer cosas que estén marcadas por directrices concretas. La Escuela ha trabajado mucho en hacer y apoyar proyectos que se nos han encargado desde el Servicio Andaluz de Empleo y desde la Consejería de Salud, algo que siempre hemos hecho. Y también nos hemos abierto a otras instituciones porque la clave, o al menos así lo pienso yo, es que la Escuela debe ser una institución abierta a la ciudad y organizaciones de toda Andalucía y España. Eso es lo que hemos intentado hacer.
“LA EASP TIENE QUE APOYAR LO QUE SE LE PIDE, PERO NO ESTÁ PARA DECIR 'AMÉN' A TODO"
(P.): ¿De qué tiene entonces que huir la EASP?
No debe ser una institución seguidista del Gobierno andaluz. Tiene que apoyar lo que se le pide, pero no está para decir ‘amén’ a todo, sino para abrir puertas, buscar vías de futuro y plantear cosas que se puedan hacer. Lo hemos intentado, y creo que en cierta medida lo hemos conseguido.
(P.): Sea como fuere, ha quedado bastante patente que su ‘adiós’ solo agradó a unos pocos. Muchos trabajadores se han volcado con usted, y no han dudado en mostrar su insatisfacción con su destitución. Las redes sociales estallaron ese día y se recogieron también firmas para que usted continuara al frente de la dirección de la EASP. Imagino que ese 29 de septiembre fue un día de sentimientos encontrados. ¿Cómo lo viviste?
Desde hacía tiempo veía que las cosas no iban bien, que no había una relación fluida con los jefes de Sevilla y me he encontrado con una sensación huidiza. Eso fue algo que me mosqueó, y me hizo pensar que se acababa una etapa. Sin embargo, había un elemento que pensé que podía minimizar mi salida de la Escuela: mi buena relación con la Consejera de Salud. Pedí una entrevista con ella para encontrar esa unión que hacía falta en esos momentos. Además, en los últimos meses, la EASP ha ganado numerosos premios y reconocimientos, así como renovaciones de colaboraciones. Es más, antes de mi cese, el Consejo de Administración hizo una valoración muy positiva del trabajo que estábamos haciendo. Raro, ¿no? Después de una etapa convulsa en la sanidad pública y con una institución que te saca la cara, era un poco absurdo el cese, pero fue. Yo estaba encantado de ser director. Nunca pensé que iba a llegar ese día. Yo hubiera seguido, pero ellos no han querido.
Ese día, y los posteriores, he recibido miles de mensajes y llamadas de apoyo. Solo puedo dar las gracias. El hecho de que un porcentaje muy alto de la Escuela firmara una carta pidiendo que no me cesaran me alegró. Ese es el mejor reconocimiento; y te hace pensar que lo importante no es ser director, sino ser un buen profesional y una buena persona con la conciencia tranquila. A quien le dije que no, hice bien diciéndole que no. Y a quien le dije que sí, hice bien diciéndole que sí.
(P.): Notamos por tus palabras que tiene la conciencia bien tranquila. ¿Ha hecho algo de autocrítica?
Cuando gestionas una organización, hay cosas que siempre se pueden hacer mejor. También soy consciente de que hay cosas que me gustaría haberlas hecho, pero no he podido.
(P.): ¿Conoce bien a Reyes Álvarez Ossorio, su sucesora?
Sí. Ella fue alumna en la Escuela y hemos coincidido en algunas ponencias. Teníamos mejor relación antes que ahora, pero tenemos buena relación.
(P.): ¿Ha podido intercambiar algún consejo con ella?
Ella sabe que estoy aquí para lo que necesite, pero tiene que pedírmelo. Lo normal es que ahora, en el comienzo, pueda tener algunas dudas, y lo normal sería que preguntase, pero no lo ha hecho… Pero, bueno... ¡Aquí estoy!
(P.): Usted continúa ligado a la EASP como docente. ¿Cómo es ahora su rutina?
En estas últimas semanas no he parado de recorrer media España dando conferencias, y sigo muy involucrado con la Escuela de Pacientes y con trabajos relacionados con la Atención Primaria, así como con proyectos de liderazgo, comunicación y trabajo en equipo. Me encantan los proyectos colaborativos y trabajar de forma conjunta.
(P.): ¿Echa de menos algo de su etapa de director?
Son rutinas diferentes. Todas las cosas tienen su parte buena y mala. Disfruto mucho relacionándome con gente, y esos viajes y encuentros te dan vidilla, pero a veces también apetece estar tranquilo. Cuando era director, casi todo el tiempo lo pasaba en la Escuela, aquí en Granada.
"YO HUBIERA SEGUIDO, PERO ELLOS NO HAN QUERIDO"
(P.): La sanidad andaluza tiene muchos retos por delante. La Junta de Andalucía espera aprobar en estos días el mayor presupuesto de la historia para la sanidad, con 9.013 millones de euros. Además, se ha asegurado que se reforzará la Atención Primaria con la contratación de más de 1.500 sanitarios. ¿Será suficiente para paliar el deterioro que ha sufrido en los últimos años?
Durante muchos años, Andalucía ha estado en el ‘top’ de la inversión en Atención Primaria. De hecho, muchos profesionales sanitarios venían a la provincia para formarse aquí porque éramos referentes. En 2007 empezó el declive en la inversión y pasamos a los últimos puestos. En 2015 se paró esa bajada radical, pero no ha habido subida. Estamos estancados.
Ese refuerzo de 1.500 profesionales sería una buena medida, pero no es el único esfuerzo que se debe hacer para mejorar la situación.
(P.): ¿Qué se necesita entonces para esa ‘remontada’ y volver a tener una Atención Primaria de calidad?
Más inversión, más profesionales, más formación, más herramientas de diagnóstico, más información de los pacientes y comunicación más directa… Se necesitan un conjunto de medidas que hagan un cambio real, no que actúen de parches.
“LA EASP DEBERÍA HABER TENIDO UN PAPEL IMPORTANTE EN EL PROYECTO DE LA FUSIÓN HOSPITALARIA, PERO NO LO HA TENIDO"
(P.): Quedan pocos meses para ver culminada la ‘desfusión’ hospitalaria de Granada. En una entrevista reciente, usted afirma que la EASP no ha participado en ningún momento en el proceso, aunque sí habéis mediado. ¿Cuál es el resultado de esa mediación en este nuevo mapa sanitaria? ¿Cuál es vuestro legado?
No dejamos legado. La Escuela tenía que haber sido utilizada en el inicio del proyecto de definición de lo que se iba a hacer, pero no ha estado. Podría haber aportado su capacidad técnica y de diálogo.
(P.): ¿Y por qué no estuvo?
Hubo errores de la Escuela en cómo se ofreció para estar presente en el proyecto. Sí ha estado presente en aspectos relacionados con la tecnología y en el momento más crítico de la desfusión, tras el 15 de octubre, intentando ayudar al hospital y a los dirigentes del SAS para poder hacer cambios, pero no es lo mismo estar cuando ya está el melón revuelto, que haber estado en los pasos previos. Hubo un intento de participación activa en el proceso, con una negociación, pero se truncó, y a partir de ahí nuestra valoración no ha estado presente, salvando el apartado tecnológico. La Escuela debería haber tenido un papel importante, pero no lo ha tenido.
(P.): ¿Quién cerró la puerta entonces?
Había voluntad por parte de la Escuela y por parte del hospital. Las dos cosas. Errores por parte de la Escuela generaron una ruptura de esa negociación que estábamos haciendo. Pero no pasa nada. Luego se ha intentado, aunque no se ha conseguido.
"CREO QUE NINGUNO DE LOS DOS PROYECTOS, EL DE 'FUSIÓN' Y EL DE 'DESFUSIÓN', TIENE LOS ELEMENTOS NECESARIOS PARA SER UN ÉXITO"
(P.): Y como experto en aspectos relacionados con la sanidad pública, ¿qué te parece cómo ha quedado el proyecto?
Creo que la fusión tenía muchas bondades, pero no se ha explicado bien y no todas las medidas planteadas eran perfectas. Tampoco es bueno el proceso de desfusión. Creo que ninguno de los dos proyectos tiene los elementos necesarios para ser un éxito.
(P.): ¿Qué falla del modelo actual?
Hay servicios que unidos hubiesen funcionado mejor, y creo que ese factor se ha minusvalorado. Volver a esa separación no me parece la mejor de las soluciones. Si bien es cierto que esa unión en algunos aspectos no era la más adecuada porque había discrepancias en algunos entornos, sí que algunos servicios hubiesen sido más eficientes si se hubiesen fusionado. El proceso inicial era bueno, aunque se torció. Entiendo que no es asunto fácil de plasmar, pero la solución final es mejorable. Volver a lo que ya teníamos es pensar solo en el presente, sin mirar al futuro, y deberíamos romper esa dinámica.
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Comentarios
Un comentario en “Joan Carles March: “Nadie ha entendido mi destitución” | Vídeo”
Javier
29 de noviembre de 2017 at 19:16
Como siempre Jean Caries .......adelante. Y pensar en que la escuela está funcionando y tiene que seguir haciéndolo. Aprender de los errores y apoyarse en los aciertos y en las personas que ahora estáis allí. Se que podeis. Haces equipo y continuas con vuestro empuje. Andalucía necesita se su Escuela al 100%