Más madera: el boxeador granadino John Carter convierte la carpintería familiar en un gimnasio
El dos veces campeón de España y campeón europeo superpluma ha reformado 'Cocinas Carter' para abrir 'Carter Boxing Club'
Al entrar por la puerta de cocinas Carter todo es diferente. El sonido de las sierras y la madera que siempre han acompañado a la carpintería ha sido sustituido por el de la comba y los guantes chocando con el saco de boxeo. La tienda que vio crecer al boxeador granadino John Carter, dos veces campeón de España y campeón de Europa ha sido dividida en dos partes para convertirse también en Carter Boxing Club.
El joven ha conseguido estas proezas mientras ayudaba a su padre en la carpintería trabajando a media jornada. El local, aunque pequeño, cuenta con todo lo indispensable para la práctica del pugilismo: sacos, speed bags e incluso cuerdas que pueden quitarse y ponerse para simular un ring. Además, el espacio está empapelado con periódicos que muestran sus mayores hitos.
"Todo lo hemos hecho entre mi padre, mi hermano y yo. Nunca habíamos soldado antes, por ejemplo, y ha quedado bien siguiendo cuatro tutoriales de YouTube", comenta con orgullo.
De Cocinas Carter a Carter Boxing Club
De esta manera, el granadino va a poder centrarse más en sus combates, tanto entrenando a otros como a sí mismo. "Yo soy el entrenador aquí. Sigo entrenando con Omar, que es mi entrenador en el gimnasio Inacua y los días que no puedo ir por tema de horario practico aquí".
Desgraciadamente, pocos son los afortunados que pueden vivir de boxear, por lo que esta alternativa le permitirá a John no separarse del deporte que ama incluso después de colgar los guantes. "El día que me retire me involucraré más con mis alumnos competidores tanto profesionales como amateur. Ahora mismo no podría darle el 100% a la gente que entreno porque no voy a separarme del boxeo", explica mientras da pautas a uno de sus pupilos.
Al comparar la carpintería con dar clases, John lo tiene claro: "No tiene el mismo desgaste físico estar subiendo muebles por las escaleras, montando armarios o puertas que dando una clase de boxeo. Es algo que llevo haciendo todos los días desde los 15 años, me sale natural, sin calentamientos de cabeza como en la carpintería. Me quiero desvincular de esto la verdad porque estoy un poco quemado pero si hace falta echar una mano a mi padre, voy y la echo".
El noble arte del boxeo
Tras su combate en agosto de 2020 contra Ibon Larrinaga, el imbatido superpluma tuvo que dejar de competir por posibles lesiones cerebrales. Al preguntarle sobre si alguna vez ha sentido miedo al ser golpeado, su respuesta es rotunda. "No, recuerdo mi pelea once como amateur, contra el campeón de Valencia. Pensé, tiene dos manos, dos piernas y una cabeza como yo. Somos iguales. ¿Qué me pegan en el hígado y caigo? Me cuentan y si no puedo seguir paran. Si me pega en la cabeza y me dejan KO no me entero. No si se te habrán dejado KO alguna vez pero no sientes nada. Ves chispas como cuando enciendes y apagas la luz de la cocina. Somos dos personas iguales. Si el pega yo pego. Desde que gané ese combate nunca he dudado", manifiesta.
¿Cómo aprendió el a no sentir miedo? No existe truco ni atajo. Carter detalla que "llevándote hostias, seguir, seguir, seguir y no dejarlo. Echarle muchas ganas. Yo también cuando me están pegando me pasa, cierro los ojos o me giro, es un acto reflejo. Poco a poco vas controlándolo y profesionalizándolo al enfoque de combate. Es mucha práctica".
El auge del boxeo en Granada
Pese a ser un deporte minoritario en España su popularidad ha ido creciendo desde hace un tiempo, gracias en parte a boxeadores que ponen al país en el mapa como Sandor Martín, Kerman Lejarraga o el propio John. Además de la buena actuación de la federación española de boxeo en el último Europeo en Yerevan (Armenia) donde obtuvo cinco medallas.
Pero no solo los profesionales están a buen nivel como explica John. "Me he desvinculado un poco de la competición amateur desde que he sido padre y me he centrado en mi familia pero me he dado cuenta de que está habiendo mucho competidor amateur tanto en Granada como en toda España. Está subiendo mucho el nivel", celebra.
El profesional y ahora dueño de su propio gimnasio entiende que no existe una fórmula secreta para triunfar en este deporte: "Mi consejo para los novatos es que le echen ganas. Con ganas y hambre el resto sobra".