Joni Jiménez y Antonio Reyes ofrecen un recital en la Peña de la Platería
El guitarrista y el cantaor respondieron a las expectativas que habían levantado su actuación en el Festival de la Guitarra
La expectación que había levantado la presencia de Joni Jiménez en la Peña de la Platería, tenia pocos precedentes. Durante la mañana se habían agotado las localidades y eran muchos los aficionados que buscaban la opción de alguna devolución de última hora. El guitarrista madrileño no defraudó y ofreció un recital que respondía a todas las expectativas que habían concitado tanto él, como su compañero de cartel, el cantaor Antonio Reyes que acudió artista invitado.
La pulsación magistral de la guitarra flamenca
El espectáculo titulado 'Flamenco' comenzó con Joni Jiménez como guitarra solista. Interpretó palos clásicos como la soleá, la taranta, la rondeña y la granaína. Su pulsación disponía de dos características que muestran que es un intérprete excepcional: limpieza y expresividad.
Al combinar esas dos cosas surge algo muy especial, incluso más allá del duende, que hace de la guitarra flamenca un instrumento de muchísimos kilates. Este tipo de interpretaciones están al alcance de muy pocos. Jiménez no se basa en la velocidad, ni en otro tipo de alardes efectistas. Cuida la afinación al detalle. De esta manera, incluso aquel que llega por primera vez a un concierto de estas características queda atrapado por la magia de su sonido.
El fraseo del cante flamenco
En la segunda parte se incorporó el cantaor Antonio Reyes, que tampoco acude a alardes innecesarios para captar la atención del público. Una característica muy especial de este artista es su fraseo, lo que le permite transmitir en toda su integridad los hermosos poemas que componen cada una de sus intervenciones, con melodías que incluso evocan por momentos la belleza del bolero y temas que perfilan los sentimientos profundos del ser humano, muchos de ellos como el amor como eje. El equilibrio entre guitarrista y cantaor fue ejemplar.
Cada uno asumía su papel y el resultado es que iba creciendo la emoción del público que finalmente obligó a ofrecer un bis por fandangos. La noche resultó en suma antológica para el flamenco y para el Festival de la Guitarra de Granada.
La escuela madrileña puso de manifiesto su personalidad genuina. Joni Jiménez es uno de sus más consumados representantes. Que un guitarrista triunfe en la cuna de la guitarra española que es Granada, no es sencillo y en este caso el éxito fue por partida doble, tanto para el instrumentista como para el cantaor, en este caso de escuela gaditana, que han escrito una página memorable.