José Fernando López, director general del Grupo Trevenque: "Queremos crecer mucho más en Latinoamérica"
El directivo granadino se ha hecho cargo de la dirección de la compañía con el objetivo de mejorar resultados y expandir la empresa a nivel nacional e internacional
José Fernando López Navarro, un granadino de 49 años, licenciado en Ingeniería de Caminos, es desde hace unos meses el nuevo director general de Grupo Trevenque, una de las empresas más importantes de Granada en el sector TIC. Sustituye en el cargo a Juan Ramón Olmos, uno de los fundadores de la empresa hace 26 años y que pasa a ser el presidente de la entidad, y que ha dejado el listón muy alto. De hecho, Trevenque logró en 2018 los mejores resultados económicos de su historia, con un 15% de crecimiento de facturación en el último año. La compañía granadina está presente en 16 países, con más de 1.500 clientes, 120 profesionales en plantilla, 6,2 millones de euros de volumen de negocio y 16 partners tecnológicos.
Ahora, para José Fernando López el objetivo es seguir haciendo crecer la empresa. Sobre este reto, sus primeros meses en el cargo, sus proyectos de futuro y otros muchos temas más, el director general charla en esta entrevista:
Pregunta (P). Este es su primer año como director general de Trevenque. ¿Cómo se ha adaptado a esta nueva responsabilidad en la empresa?
Respuesta (R). La adaptación ha llegado con el tiempo. Ya llevaba un periodo previo de transición, pero es verdad que cuando ya se está al frente hay que afrontarlo y asimilar la responsabilidad que uno va tomando. Para ello es fundamental apoyarse en el equipo. Es más fácil hacerlo así, porque tengo detrás un equipo muy potente. Sin eso sería otra historia. El periodo de adaptación ha sido fácil porque cuento con gente de primer nivel en todas las líneas. Esto es una compañía donde las personas son claves y aportan muchísimo y eso hace fácil la adaptación al cargo.
P. Su predecesor en la dirección de la empresa, y uno de los fundadores de la misma, Juan Ramón Olmos, le ha puesto el listón muy alto, con un 2018 en el que alcanzó su máximo histórico de facturación. El puesto de director general le supondrá, además de una enorme ilusión, un gran reto, ¿no?
R. La labor de Juan Ramón ha sido magnífica durante todos estos años. Ha sido mi mentor y gracias a él estoy aquí también. Cualquiera que hubiera estado habría pasado por sus manos y en eso sí que ha sido fundamental. Es cierto que el listón está muy alto, pero quiero introducir mejoras y cambios que son difíciles, porque el nivel es complejo. Aun así, hay vías de mejora, donde realizar muchas intervenciones y conseguir mejores resultados. No obstante, hay que tener en cuenta que Juan Ramón deja el testigo, pero no desaparece, ya que sigue siendo el presidente de la compañía y eso le da un contrapeso: hace que mi labor sea más exigente, pero también más sencilla.
P. Usted ya lleva 15 años en la empresa, desde 2004, cuando Trevenque y su anterior empresa, Kaplan, se fusionaron para formar el grupo. Y ha pasado por diferentes departamentos en la misma. ¿Conocer todas las capas de la empresa supone una ventaja para dirigirla?
R. En compañías como la nuestra, que son de base tecnológica y que generamos producto, es fundamental conocer el proceso de cómo se gestiona todo. Conocer las entrañas de primera mano. Y esa gestión te ayuda mucho en el día a día. He tenido la suerte de pasar por los departamentos técnicos, pues empecé como desarrollador y después llevé la gestión del equipo web; más tarde la organización como director y de ahí a ser director financiero y ahora director general. Creo que esa trayectoria me ha ayudado a comprender todo el ámbito y el detalle. Muchas veces es ahí donde hay que incidir para que las cosas mejoren y funcionen de manera adecuada.
“Nuestros productos tienen que crecer para ofrecer más cosas y en más mercados”
P. Es evidente que a lo largo de estos 25 años de existencia de Trevenque se han hecho las cosas muy bien para situarla donde está, pero ¿en qué se puede mejorar aún?
R. A nivel interno, siempre hay margen de mejora, como en el proceso o en optimizar los recursos. Las compañías tenemos la tendencia de subdividir las cosas, compartimentalizarlas y que cada departamento intente trabajar de manera mejor y para eso se vuelve a compartimentalizar y a crear islas... Hay que perder esa perspectiva y volver al origen. Tú a lo que te dedicas es a coger un cliente y a darle un servicio. Pues eso se tiene que hacer al mismo tiempo y de la mejor manera posible. Siempre está esa visión que es volver a juntarlo todo y empezar a rascar las sobras, los desperdicios que se van generando. Esa sería una mejora clave que estamos afrontando ahora mismo. De ahí podemos sacar bastante. Es más fácil ahorrar en costes que expandir mercado, pero la otra vía también está, que es el crecimiento en mercados internacionales y también en oferta de servicios. Nuestros productos tienen que crecer para ofrecer más cosas de las que ya ofrecen y en más mercados.
P. En ese sentido, ahora son líderes en el sector editorial y sociosanitario. ¿Piensan crecer en algún otro sector?
R. En otros sectores estamos sondeando. Es cierto que preferimos expandir lo que ya tenemos, que en el sector editorial es presencia en Latinoamérica y queremos crecer mucho más ahí. Tenemos productos dentro del sector editorial que están en su fase inicial y queremos que crezcan y que realmente se expandan en los mercados nacionales e internacionales. Y a nivel sociosanitario queremos ampliar la oferta. Eso también nos amplía el número de clientes y nos lleva a otro tipo de cliente que no es el que tenemos ahora. Tenemos muchos privados, pero queremos crecer hacia el sector público. Eso requiere más inversión en producto, comercialización y marketing, pero a todos los niveles.
“Las empresas no están preparadas para los ciberataques”
P. ¿Eso incluye también el Cloud Center Andalucía?
R. Es nuestra gran infraestructura e intentamos proveer a nuestros clientes de la mejor infraestructura en la nube, pero es evidente que no llegamos a todo. Hay servicios que tenemos que combinar con otras infraestructuras. Al final donde nos queremos quedar es donde siempre hemos estado, que es cerca de las empresas ofreciéndoles el mejor servicio, ya sea de lo que tenemos o de lo que debemos buscar fuera. Con el Cloud Center estamos intentando extender a otros actores, como pueda ser Amazon, donde tengamos expertos que puedan acercar esa tecnología a nuestros clientes sin que eso le suponga a ellos una sobrecarga. Simplemente, facilitarles esa labor. Y una línea que sí está naciendo ahora y que es muy importante: la ciberseguridad. Ahí sí que tenemos una línea de negocio, que ya estamos lanzando, porque empieza a ser muy preocupante el nivel al que se está llegando en ciberataques. Las empresas, en general, no están preparadas para lo que hay detrás. Ahora mismo se ve la punta de lanza de lo que son los ciberataques, pero no existe concienciación suficiente sobre cómo deben protegerse las compañías.
P. Ustedes cuentan con dos activos muy importantes: un personal cualificado muy involucrado con la empresa y una enorme fidelidad de los clientes. ¿Es la base de todo?
R. Además del personal cualificado y el cliente fiel, hay un factor más: anteponer el cliente a las visiones internas. En tecnología es muy sencillo dejarse llevar por lo último que aparece, pero hay que seguir poniendo el foco en el cliente. La última tecnología no siempre es lo mejor. Creo que es parte de la receta del éxito, el cliente es el que debe mandar sobre lo que tú debes hacer. Hay que tener al equipo pensando por delante y aportando ideas, pero no debes desviarte de tu mercado ni de las necesidades de tus clientes. ¿Al final que consigues con eso? Crear un cliente fiel, que es lo que buscamos. Nosotros no fabricamos software, fabricamos clientes. Pero debemos tener un cliente satisfecho que no solo me contrate por una oferta sino con una relación a largo plazo.
P. La tecnología es todo innovación y evolución y, prácticamente, ustedes son el nexo de unión de sus clientes con el presente y el futuro tecnológico, lo que supone una gran responsabilidad.
R. La responsabilidad está en que la tecnología que aportemos siga aportando valor al cliente. Ahí es donde no hay que perder el foco. También te implica en estar al día de forma permanente, porque se producen cambios irruptivos que si tu cliente no los aplica lo dejas en una posición de desventaja. Hay que buscar equilibrio, pero lo que da valor es lo que le tienes que aportar a tu cliente. Lo que a ti te interesa o te parece bonito, pero no aporta al cliente, no es nuestra idea.
P. A nivel personal, ¿cuáles son sus aficiones? ¿Cómo disfruta de su tiempo libre?
R. Soy una persona muy sencilla, no tengo grandes aficiones más allá de la música, que me gusta mucho. Intento tener un espectro de gustos muy amplio dentro de la música clásica, y de ahí me tiro más hacia compositores de los siglos XVIII y XIX, que son los que más me interesan, sobre todo, del siglo XIX. También me gustan la lectura y el cine.
P. Habrá subido al Trevenque…
R. (Ríe) Sí, he subido. Incluso la empresa organizó una subida con los trabajadores que quisieron. No soy un gran deportista, pero el senderismo sí me gusta mucho. Y lo practico con frecuencia.
“El tejido empresarial granadino no llega a tener el dinamismo que hay en otras ciudades”
P. ¿Cómo ve Granada desde el punto de vista empresarial y económico?
R. En la economía de Granada se nota cierta mejoría. Es verdad que ciertas infraestructuras como el Metro han supuesto una revolución, pero hay que seguir mejorando en las comunicaciones. Nosotros, por ejemplo, tenemos un problema en el acceso a nuestro Centro de Datos, cerca de Mercagranada, en el Cortijo del Conde. Allí no llega un autobús urbano. Eso es incomprensible. Hay un proyecto de crear una zona tecnológica en el Cortijo del Conde que sería muy interesante, siempre que se dote de mejores accesos y conexión con la zona de la ciudad. En cuanto al tejido empresarial granadino no acaba de despegar, al menos, lo que nosotros percibimos. No llega a tener ese dinamismo que hay en otras ciudades.
P. ¿Sería capaz de aventurarse a decir qué le falta a Granada para dar un verdadero salto en su potencial?
R. No sé si es un tema político o de inversión, pero aquí hay talento. Por ejemplo, en nuestro sector hay empresas pequeñas o medianas que están asentadas en Granada y que sacan partido de ese talento, pero falta un empuje global y esa marca de ciudad. En nuestro ámbito, no tenemos un campus potente, que sería fundamental, donde las empresas pudiéramos colaborar de una manera mucho más estrecha. El Campus de la Salud es pequeñito y está muy dividido. Necesitamos más empuje a ese nivel y que la Administración ayude en esa línea.