José Manuel León muestra el presente virtuoso y evolucionado de la guitarra flamenca
El interprete hizo suyos palos tradicionales y versionó a Tárrega en su recital en el Festival de la Guitarra
El flamenco pudo surgir a finales del XVIII en espacios como la Corrala de Santiago, actualmente residencia de la Universidad de Granada. Sin embargo, aquello hubo de ser muy distinto al género que hoy conocemos, puesto que los que configuran definitivamente esta manifestación artística son los profesionales y estos no aparecerán hasta el siglo posterior. Además, a lo largo del tiempo el flamenco ha ido evolucionando y continúa haciéndolo, entre la oposición cada vez menos contundente de los llamados puristas, sin que ello signifique el abandonar las raíces primigenias. Con motivo del Festival de la Guitarra de Granada-Antonio Marín, en este recinto del Realejo se celebró un concierto de guitarra flamenca protagonizado por José Manuel León que resultó una muestra de que el flamenco evoluciona y se podría afirmar que lo hace enriqueciéndose.
El toque de este intérprete está caracterizado por el llamado sonido jondo, pero sus melodías varían, se enriquecen, el discurso del fraseo se hace más elaborado y se fusionan cuando es necesario. En el recital del algecireño había muchos ecos actualizados de su paisano Paco de Lucía. Unas veces aparecía una técnica virtuosa al servicio no de la exhibición, sino de la música, y otras un maridaje junto a otra de las grandes creaciones surgidas a tenor de la transformación de ritmos populares, el jazz.
Un público exigente abaló su concierto
Cuando comenzó por granaínas, el mismo las calificó como una libre creación. Otro tanto se podría decir de la taranta o la petenera que actualizaban lo antiguo, eso sí, respetándolo. José Manuel León ligaba palos y versionaba un clásico como 'Recuerdos de la Alhambra' de Tárrega, convirtiéndolo en una creación flamenca. Todo cuando interpretaba lo llevaba aun terreno personal. Al público lo tuvo desde el primer momento de su parte. Entre ellos aficionados cabales, concertistas clásicos o folkloristas. El patio de la Corrala de Santiago era un severo juez que escrutaba cada una de sus intervenciones y que aprobó con rotundidad su actuación.
Arturo Beltrán, descendiente de El Tenazas, un interprete clásico en el festival
La genética puede ser uno de los principales condicionantes de la biografía del ser humano. El guitarrista Arturo Beltrán Bermúdez es hijo de músico y descendiente del célebre Diego Bermúdez 'El Tenazas', cantaor de Morón que fue uno de los ganadores el Concurso del 22 que promovieron en el Patio de los Aljibes de la Alhambra varios intelectuales granadinos encabezados por Manuel de Falla. Pero este joven intérprete no se ha decantado por el arte del flamenco y ha preferido conducir su carrera por el repertorio clásico. Eso sí, ha marcado también a Granada como un foco importante de su carrera, ya que eligió el Real Conservatorio Victoria Eugenia para su formación superior, que a tenor de los demostrado en su recitan en los jardines del Carmen de la Fundación Carlos Ballesta, conocido como Carmen de Aben Humeya, ha aprovechado de manera sobresaliente.
El programa era atractivo y alternaba temas clásicos de autores como Bach, con obras de especial significado en su personal recorrido vital como la Elegía de Johann Kaspar Mertz, especialmente vinculada a su relación de pareja. También incluyó un tema de su padre, Juan Bermúdez, titulado 'Michi'. La noche no acababa tras el extraordinario concierto y los asistentes volvían a maravillarse entre las construcciones ziríes y la cuidada variedad botánica que con generosidad pone a disposición de los visitantes la Fundación Carlos Ballesta. Es difícil encontrar una mejor manera de disfrutar de una velada, como esta que ofreció el Festival de la Guitarra de Granada.