José Miguel Pérez: “ Hasta los 85 años se pueden salvar vidas"
Granada Digital se acerca al trabajo de los Coordinadores de Trasplantes en Granada, una ciudad solidaria en donaciones de órganos
En el Hospital de Traumatología nos recibe José Miguel Pérez Villares, el Coordinador regional de Trasplantes Granada- Jaén. Trabaja junto a cinco personas más para detectar y posibilitar las donaciones de órganos. Un trabajo que no entiende de horas ni de días, y en el que una llamada puede desencadenar el comienzo de una nueva vida o decir adiós a una muerte segura.
Este equipo es el que comparte el duelo con las familias que tienen que decidir sobre la donación de órganos de algún ser querido. Son momentos duros, que afectan a estos profesionales, pero que no olvidan esa lista de espera de personas que dependen de un órgano para salvar su vida.
Están constantemente pegados al móvil, mirando el reloj porque el tiempo es clave en las donaciones y tienen que estar preparados para entrar en quirófano en un tiempo-respuesta de 20 minutos. A José Miguel Pérez una vez le sonó el teléfono estando en la peluqueria. Una persona había fallecido e iba a donar sus órganos. Tuvo que ir con media cabeza pelada y la otra media sin pelar. El tiempo es oro.
De hecho, en mitad esta entrevista, sonó su teléfono. Era un ‘Código Alfa”.
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Recientemente hemos conocido lo bien que ha funcionado Granada en cuanto a trasplantes durante 2015. 100 trasplantes de órganos y 46 donantes ¿Podemos decir que Granada es referente en “regalar vida”?
Entre 2008 y 2010 ha habido una serie de cambios en la organización dentro de la coordinación de trasplantes. Se estableció un Plan estratégico y la provincia de Granada, a nivel nacional, presenta todos los años con una tasa de donación bastante elevada. Y si tenemos en cuenta que España, a nivel mundial, es el país que tiene más tasa de donación… Sí, podríamos decir que tenemos unos resultados razonables. Y eso es fruto de la solidaridad de los granadinos y del buen equipo que hay dentro del hospital.
Usted es el Coordinador de Trasplantes de Granada-Jaén desde 2009. Exactamente, ¿qué es lo que hace?
Nuestra principal función es detectar posibles donantes. Nuestro equipo está formado por médicos y enfermeros de cuidados intensivos. La mayoría de los posibles donantes son personas que tienen enfermedades neurológicas graves, sobre todo, hemorragias cerebrales o traumatismos craneoencefálicos y están ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde nosotros trabajamos.
El equipo lo componemos tres enfermeros de cuidados intensivos y coordinadores de trasplantes: Patricia Fuente, Blas Vaquedano y Manuel Burgos; y tres médicos de la misma especialidad: Ramón Lara, Mª Eugenia Poyatos y yo, para todo el área de Granada.
"ES IMPORTANTE QUE TODO EL MUNDO PIENSE QUE, EN CUALQUIER MOMENTO, ALGÚN SER QUERIDO PUEDE NECESITAR UN ÓRGANO A VIDA O MUERTE"
¿Y cómo se pasa de ser un posible donante a un donante real? ¿Cuál es el proceso?
Cuando un paciente va a fallecer se le hace un seguimiento. Cuando se produce la muerte encefálica, en la que el corazón sigue latiendo, se puede mantener durante algunos días con los órganos en funcionamiento. Nosotros estudiamos a esa persona y comprobamos que no tenga ninguna enfermedad que imposibilite la donación de algunos de sus órganos. Si no puede ser donante se desconecta de las máquinas. Si puede ser, se la mantiene el soporte de los órganos, y se consulta el registro de voluntades vitales anticipadas. Si no hay registro, hablamos con la familia para hacerles esa petición.
Imaginamos que muchas familias no lo tienen claro y el tiempo es clave en las donaciones...
Sí. Normalmente transcurren cuatro o seis horas desde que se comunica a la familia el fallecimiento hasta que se solicita la donación. Y nadie da lo que no tiene. La familia hasta que no asume que esa persona ha fallecido, no se plantea la donación de sus órganos. Nosotros respetamos el tiempo que tenemos de margen porque sería una agresión psicológica solicitar la donación minutos después de la muerte de esa persona.
Si la familia acepta, lo que hacemos es organizar la logística de extracción de órganos. Se les facilita una serie de datos y resultados del órgano en cuestión a la Organización Nacional de Trasplantes para que busque al mejor receptor posible para ese órgano. Mientras eso sucede, hay que seguir manteniendo “vivos” esos órganos.
Cuando se organiza la logística de extracción, en la que a veces participan equipos exteriores, e incluso que puede involucrar la apertura de un aeropuerto, nosotros estamos presentes en el quirófano para supervisar la operación, el envasado en las neveras, la etiquetado y, finalmente, que llegue bien a su destino.
Fuera de quirófano y de la logística, nuestro equipo también se hace cargo de actividades para la promoción de la donación con charlas en colegios, entrevistas, recepción de medios de comunicación… Además llevamos a cabo labores formativas dentro del Hospital con charlas sobre los procesos de donación.
"EN GRANADA HAY 106 PERSONAS EN LISTA DE ESPERA PARA TRASPLANTE RENAL"
¿Y estos órganos que extraéis hacia dónde viajan?
Hay que tener en cuenta el factor tiempo para el desplazamiento del órgano. Algunos aguantan más y otros menos. Llegamos a trabajar con zonas de Portugal también o con el sur de Francia. Pero la inmensa mayoría de trasplantes se hacen a nivel nacional.
Los criterios de distribución también dependen del órgano. Para el riñón, se distribuyen entre Granada y Jaén, salvo que, a nivel andaluz, haya un niño que lo necesite, algo que también pasa con los trasplantes combinados, alguien que necesite un riñón-páncreas, por ejemplo.
Para el hígado hay una lista común de Andalucía. Y luego están las ‘Urgencias Cero’ a nivel nacional. Si Granada cuenta con un donante hepático lo primero que se hace es consultar si hay una urgencia cero, es decir, si alguien en algún sitio de España se está muriendo y necesita este trasplante de manera urgente porque o se le trasplanta en menos de una semana o muere. Tienen prioridad. Si no es así, se quedaría en Andalucía.
También la distribución se hace en función al grupo sanguíneo, al tamaño y a la gravedad del posible receptor.
Has comentado que los resultados en cuanto a tasa de donaciones han mejorado tras la puesta en marcha de un Plan Estratégico hace unos años ¿Qué se modificó?
Por un lado empezamos a considerar a los donantes de mayor edad. Por ejemplo, hasta los 85 años se puede ser donante de hígado porque es un órgano que se conserva bien. Otra medida fue establecer coordinadores de trasplantes en los hospitales comarcales, como Motril y Baza. La tercera fue la entrevista previa. Esto consiste en que pacientes que están en Urgencias y van a fallecer, se les pregunta a la familia, que qué piensan de la donación, para que en vez de que fallezca en los servicios de Urgencias, pase a UCI, y así cuando fallezcan puedan ser donantes. Si aceptan, no ingresan para luchar por su vida sino para respetar su voluntad de ser donante. Y la cuarta línea, fueron los planes de donación en asistolia o a corazón parado.
¿En qué consiste esa donación a corazón parado?
Son pacientes que sufren una parada cardiorrespiratoria en el domicilio o en la calle. En el caso de que no se consiga reanimar al paciente, y tiene un perfil bueno de donante, en vez de suspender las maniobras de reanimación, hay un protocolo en el que se comunica el 061 con uno de nosotros en el Hospital y se traslada hasta aquí.
Una vez confirmado el fallecimiento podemos ponerle unas máquinas de circulación extracorpórea que aporta al cuerpo sangre y oxígeno para mantener activos sus órganos, salvo su corazón, ya que ha sido por una parada cardiorrespiratoria.
En España se está haciendo ahora otro tipo de donación a corazón parado y en algunos países como Inglaterra, ya representan el 40% de las donaciones. Este nuevo tipo representa a personas que están en la UVI y cuya familia, ante un pronóstico poco halagüeño, deciden “desconectarle”. Y, al fallecer, pasan a ser posibles donantes. Estos casos son los que están contribuyendo a mejorar los resultados en la tasa de donación.
¿Cuántas personas hay en Granada esperando un trasplante?
En Granada hay 106 personas en lista de espera de trasplante renal. En los últimos años se está consiguiendo disminuir esta lista pero, a la vez, se mantiene. Me explico.
Este tipo de trasplante está funcionando muy bien y se plantea como una opción para terminar con muchas enfermedades renales. Además sale más barato.
"UN PACIENTE CON HEMODIÁLISIS CONSUME 40.000 EUROS AL AÑO, LO QUE CUESTA UN TRASPLANTE DE RIÑÓN"
¿Más barato?
Sí. Ten en cuenta que un paciente con hemodiálisis consume 40.000 euros al año, que es lo que cuesta realmente ese tipo de trasplante. Al año de la operación, el mantenimiento de esa persona trasplantada cuesta 6.000 euros. Ya no serían otros 40.000 euros por año de tratamiento. Con este ahorro se compensa el resto de los trasplantes y, aun así, sobra dinero para reinvertirlo en otros recursos.
En Granada, 8 de cada 10 personas dicen sí a la donación ¿Vais buscando el 10 de 10?
Este año alguna provincia ha tenido una tasa de donación bastante alta. En Granada hemos estado en 51 por millón de población. Fíjate que Europa y Estados Unidos están entre el 15 y 20 por millón. Pero es difícil llegar al 100%. Es complicado porque hay que ponerse en el lugar de esa familia que pasa por un momento difícil y en el que además se les plantea la donación… Están bloqueados y no son capaces de reaccionar y de pensar en frío esa posibilidad. Es importante que todo el mundo piense que en cualquier momento algún ser querido puede necesitar un órgano a vida o muerte.
¿Eso se les dice a las familias?
No. Hay que ser más sensible. Normalmente la conversación se inicia preguntándoles si conocen la voluntad del fallecido sobre la donación, si él o ella se habían expresado al respecto.
Si no es así ya indagamos con ellas y les preguntamos si, por su estilo de vida, sus aficiones, su forma de ser, si en vida hubiese dicho que sí. También se utiliza la solidaridad como argumento. Se le plantea a la familia si ellos, en algún momento, recibirían un trasplante y, si es así es porque alguien lo está donando.cPero cuando la familia está rota de dolor es difícil que entiendan este argumento...
Tras comentarlo, si no lo tienen claro, se les deja unos minutos de reflexión y si dicen que no, no se insiste.
¿Qué personas no pueden ser donantes?
Aquellas que tengan enfermedades infecciosas graves que sean de riesgo para el receptor o que el órgano tenga un tumor, salvo que sean benignos.
Y, dependiendo del órgano, también influye la edad. Donar un corazón con más de 60 años es difícil, al igual que el pulmón, después de los 65. Las donaciones de riñón pueden llegar hasta los 70 años y el hígado hasta los 85. Hasta los 85 años se pueden salvar vidas.
Y una vez trasplantado, ¿esa persona puede conocer la identidad del donante?
En la donación en vivo sí porque suelen ser dirigidas, es decir, el receptor conoce al donante porque es su pareja, hijo, amigo…
Hay un caso que se conoce como el del “buen samaritano”, una persona que decide donar un riñón para quien sea. En cambio, cuando es de donante fallecido, por ley, hay que proteger la intimidad y no se pueden facilitar sus datos.
"LA DONACIÓN AYUDA A LAS FAMILIAS EN CIERTA MANERA PORQUE SIENTEN QUE, POR LO MENOS, LA MUERTE DE SU ALLEGADO HA BENEFICIADO A OTRA PERSONA"
¿Pero se interesan? ¿Tiene curiosidad?
A veces hay interés. Pero yo creo que el que recibe el órgano tienen derecho a hacer una vida normal sin sentirse condicionado, y el que dona también.
El proceso de donación a las familias en cierta medida ayuda a llevar el duelo porque sienten que, por lo menos, la muerte de su allegado ha beneficiado a otra persona.
Pero hay una posibilidad de contacto. Nosotros lo que le ofrecemos al receptor e órgano es la posibilidad de enviarle una carta a la familia del donante para transmitirle cómo va la salud de este receptor y eso parece que ayuda algo a estas familias dentro de su duelo.
"CUANDO LLEGA UN DONANTE, TENEMOS QUE ESTAR LOCALIZADOS EN UN TIEMPO-RESPUESTA DE 20 MINUTOS"
¿Cuál es la parte más dura de este trabajo?
Lo más duro es la comunicación con la familia para pedirle la donación. Al fin y al cabo estás presenciando el dolor de perder a alguien. Estar al lado de una persona que sufre, por mucha vocación de ayuda o profesionalidad que tengas, esto afecta. Pero nosotros intentamos ver el lado bueno. Por un lado, saber que estás ayudando a respetar la voluntad de una persona, su deseo de donar. Por otro, sabes que si la familia dice que sí, algo le ayudará a sacar algo positivo de la muerte de una persona. Y, por supuesto, pensamos en las personas que están en la lista de espera de hígado, corazón o pulmón. Si estás en esa lista es porque te queda menos de un año de vida. O sale un trasplante o mueres.De hecho, una de cada diez personas fallece en lista de espera porque no ha llegado un órgano a tiempo. Esos lo tienes en la cabeza.
Vivir la donación en un niño también es algo bastante duro. La tasa de donación en niños es bastante alta. Imagino que se ponen en lugar de otros padres… Y aceptan. La otra parte complicada de nuestro trabajo es el tipo de vida que llevamos. Este trabajo te hace estar siempre en alerta, disponible, y eso tienes que explicarlo a tu familia.
Hacemos una localización de guardia para que siempre haya dos personas disponibles. Estamos hablando de 24 horas al día los 365 días del año. Cuando llega un donante de la calle, tenemos que estar localizados en un tiempo-respuesta de 20 minutos. Nosotros sabemos a qué cine podemos ir y cuál no, por ejemplo.
Y muchas veces, aunque estén aquí de guardia dos personas, nos solemos acercar para echar una mano. Lo bueno de nuestro equipo es que también somos amigos.
¿Gana en esta balanza los buenos momentos o la satisfacción?
Saber que gracias a tu trabajo, aunque sea después de conversaciones dolorosas con los familiares, va a hacer que el hospital llame por teléfono a una persona para comunicarle que va a ser trasplantada, y que va a venir a salvar su vida…
Comentarios
2 comentarios en “José Miguel Pérez: “ Hasta los 85 años se pueden salvar vidas"”
MªAngustias
26 de enero de 2016 at 07:07
Enhorabuena por vuestro trabajo y el esfuerzo en explicarlo.
Mercedes Pérez Villena
28 de enero de 2016 at 07:26
La labor de estos médicos, ATS, y de todo el equipo que colabora en los Transplantes de Órganos es encomiable y no tiene precio. ¿Para qué nos sirven nuestros órganos una vez muertos?.¡Qué den la vida a otro ser humano que los está esperando!. Yo también les comunico mi decisión de donar todos los órganos que sirvan una vez fallecida. Sólo me resta el registro en voluntades vitales anticipadas, pues mis hijos , que son mis herederos y los que tendrían que decidir, no se quieren enterar. Gracias, en nombre de todas las vidas de aquellos que salvamos con nuestros órganos.