Juan Carlos Garvayo: "Es imposible entender a Falla sin Granada"
El pianista motrileño, miembro del Trío Arbós, habla sobre su nuevo disco, que incluye el Concerto per clavicembalo grabado en versiones de clave y piano
Juan Carlos Garvayo (Motril, 1969) no solo es un generador de cultura, pues también es un defensor de las apuestas valientes. El Premio Nacional de Música, Medalla de oro de la ciudad de Motril e Hijo Predilecto de la Provincia de Granada, se muestra ilusionado con el nuevo disco del Trío Arbós, con raíces fuertemente granadinas, que incluye el Concerto per clavicembalo (o pianoforte), flauto, oboe, clarinetto, violino e violoncello de Manuel de Falla grabado en versiones de clave y piano. Este trabajo se completa con dos obras de los compositores Joaquín Nin-Culmell y Carlos Suriñach. El virtuoso motrileño asegura que "nuestra veneración por la obra de Manuel de Falla y en especial por el Concerto, es absoluta”. Tanto es así, que el disco se ha grabado en el Auditorio Manuel de Falla de Granada.
La casa de la Sierra de Madrid del pianista motrileño es una buena muestra de sus raíces. La decoración de su estudio luce una preciosa acuarela del Paseo de los Tristes de Granada, otra impresionante de la artista motrileña Mar Aragón del Teatro Calderón de Motril, un grabado antiguo del Cabo Sacratif, La Alhambra o un cartel del Concurso de Cante Jondo celebrado en Granada en 1922, entre otros elementos.
Pregunta (P): ¿Tiene Granada algo que ver con su nuevo disco?
Respuesta (R): Por supuesto. El disco gira en torno a una obra fundamental en el catálogo de Manuel de Falla: el Concerto para clave y cinco instrumentos. Esta obra fue compuesta en Granada entre 1923 y 1925, en la residencia de Manuel de Falla de la Antequeruela Alta, justo debajo del Auditorio que lleva su nombre. Allí recibió la visita de la dedicatoria de la obra, la gran clavecinista polaca Wanda Landowska. Es imposible entender a Falla sin esta ciudad y tampoco se puede entender el esplendor cultural de Granada sin la figura de Falla.
P: ¿Hay más derivadas granadinas en el disco?
R: Efectivamente. Lo hemos grabado en el Auditorio Manuel de Falla de Granada y hemos utilizado el clave Pleyel Grand Modèle que se custodia en el Archivo Manuel de Falla de Granada. Un clave similar al que Wanda Landowska utilizó para su estreno y el propio Falla para su grabación en París. Es un instrumento único que perteneció al gran clavecinista Rafael Puyana, alumno de Landowska. Dos de los músicos presentes en la grabación, el flautista Juan Carlos Chornet y el oboísta Eduardo Martínez son solistas de la OCG y yo, además de motrileño, tengo el honor de ser Hijo Predilecto de la provincia de Granada. También podríamos añadir que el 'Quinteto' de Nin-Culmell fue una de las obras que el joven compositor trabajó en Granada bajo la supervisión de Falla y que el Cuarteto de Suriñach termina con una cita de la canción popular 'Las tres hojas' recogida por Federico García Lorca. Para rematar, nuestro sello discográfico lleva el nombre del Cabo Sacratif. Por cierto, hay otro motrileño, el violinista Manuel Pérez Díaz, que llegó a ser alumno de Landowska en los cursos de interpretación de música antigua que impartía en Saint-Leu-la-Fôret, cerca de París.
P: ¿Por qué es el Concerto una obra fundamental en el catálogo de Falla?
R: Aparte de su valor intrínseco como obra maestra del siglo XX, el Concerto es una obra de síntesis que consigue cristalizar conclusiones estéticas contundentes que abren los ojos a toda una generación de compositores, la del 27 musical o la de la República, que encuentran en esta obra un modelo en el que fundar una estética propia. El Concerto aúna de manera prodigiosa tradición y modernidad. La potente tradición de nuestra música popular, renacentista y barroca junto a la modernidad europea representada por compositores como Stravinsky y Schönberg. Como dice Francisco Silvera, el Concerto 'tiene dentro una crisálida barroca metamorfoseándose en modernista'.
P: ¿Cuál es la razón de que el Concerto de Falla aparezca en el disco por partida doble?
R: La propia partitura indica la posibilidad e interpretarlo con clave o con piano. Hay que tener en cuenta que en 1927 Manuel de Falla presentó su Concerto en París ante una Sala Pleyel abarrotada. La obra se presentó por partida doble en el mismo concierto: primero en su versión para piano y después en su versión para clave cerrando la velada. La crítica parisina acogió con absoluto entusiasmo la música del compositor gaditano y solo mostró alguna pequeña divergencia en cuanto a la preferencia entre clave y piano. Vuillermoz se decantaba por la sonoridad única del clave, mientras que Le Flem prefería de manera categórica la versión para piano. Para nosotros no se trata de una cuestión de elección de una versión sobre la otra, sino de poder disfrutar de dos versiones de sonoridades distintas y a la vez complementarias que iluminan las inagotables posibilidades musicales de esta obra maestra.
P: ¿Cómo se relaciona la música de Falla con las otras dos obras en el disco?
R: Joaquín Nin-Culmell, hijo del célebre pianista Joaquín Nin Castellanos y de la cantante Rosa Culmell y hermano de la famosa escritora Anaïs Nin, conoció a Falla en París de la mano de su madre; aunque Falla conocía bien a su padre pianista, este los había abandonado cuando aun eran pequeños. El Maestro le propuso que fuera a visitarlo a Granada y así hizo. Fueron tres visitas de una semana aproximadamente en los años 1930, 1932 y 1934. Nin-Culmell se alojaba en la pensión Carmona de La Alhambra y pasaba el día con Don Manuel y su hermana María del Carmen. En el verano de 1935, Falla concertó un alojamiento en Almuñécar para Nin-Culmell, pero finalmente lo descartó por no disponer de un piano para poder trabajar. Nin-Culmell, más tarde nacionalizado norteamericano, dejó múltiples testimonios del agradecimiento y devoción que sentía hacia la figura de Falla, tanto en lo artístico como en lo humano. El 'Quinteto' es primera grabación mundial y fue una de las obras que trabajó bajo la supervisión de Falla. La influencia benéfica del Concerto es manifiesta.
Suriñach conoció a Falla cuando este se disponía a zarpar desde Barcelona a su exilio argentino. Fue un encuentro breve en el que el maestro gaditano alabó unas canciones de Suriñach sobre textos de Lorca y Machado y le alentó a seguir con su carrera de compositor. La música de Suriñach siempre tuvo un cariz neoclásico cercano a la música popular que la emparenta con la estética propuesta por Falla en su Concerto.
P: ¿Qué lugar ocupa este disco en la larga trayectoria discográfica del Trío Arbós?
R: Para nosotros es un disco crucial. Manuel de Falla no escribió nada para trío, sin embargo, el Concerto incluye un trío en su plantilla. Nuestra veneración por la obra de Manuel de Falla y en especial por el Concerto, es absoluta. Es un disco que hemos imaginado y deseado durante muchos años hasta que hemos encontrado las condiciones ideales para llevarlo a cabo, gracias al patrocinio de la Fundación BBVA y de la colaboración del Archivo Manuel de Falla y del Auditorio. Gran parte de nuestra satisfacción reside también en la maravillosa toma de sonido que han conseguido los ingenieros berlineses Wolfram Nehls y Bertarm Kornacher, habituales de la Filarmónica de Berlín.