Juzgan a un matrimonio acusado de traficar con cocaína y aceite procedente de un robo
Un tercer acusado, de 35 años, se enfrenta también a un año de prisión por un supuesto delito de receptación
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada enjuicia este martes a un hombre de 36 años y su mujer de 40 para los que el fiscal pide seis años y diez meses, y cuatro años de prisión, respectivamente, por traficar supuestamente con droga y garrafas de aceite de oliva virgen extra, que procedían de un robo en Andújar (Jaén).
Al acusado se le incautó en su domicilio de Cúllar Vega (Granada) doce papelinas de cocaína y 20 garrafas de cinco litros de aceite de oliva virgen extra, que había adquirido aunque sabía que habían sido robadas.
En la operación, el 25 de mayo de 2011, también se le incautó una pistola con forma de bolígrafo, estando también acusada en la misma causa su mujer, de 40 años, quien se enfrenta a cuatro años de prisión por un supuesto delito contra la salud pública, al igual que su marido, que suma una petición de un año y diez meses por la presunta comisión de un delito de tenencia ilícita de armas, y otro año por supuesta receptación, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso Europa Press. También se enfrentan al pago de sendas multas de 1.863 euros a cada uno.
Un tercer acusado, de 35 años, se enfrenta también a un año de prisión por un supuesto delito de receptación, al adquirir "al menos 200 cajas con botellas o garrafas de aceite de oliva virgen extra" de la misma marca que las antes mencionadas, con origen en el mismo robo de Andújar.
El fiscal mantiene que el matrimonio, al menos durante el año 2011, "procedieron a vender a diferentes personas que contactaban con ellos a través de los teléfonos móviles" que utilizaban al objeto de comprar cocaína para consumo personal, a 50 euros el gramo. El marido había adquirido, además, el aceite "con ánimo de beneficiarse económicamente a sabiendas de la ilícita procedencia" del mismo.
También el tercer acusado se guió por el mismo ánimo, quedándose con algunas de las cajas, una de las cuales le fue incautada en un registro en la cafetería que regenta en Cúllar Vega, y vendiendo el resto a sus hermanos y a terceras personas.