Juzgan al preso acusado de provocar un incendio en la cárcel de Albolote
Cuando las celdas se abrieron a las 8,30 horas, protagonizó un altercado con sus compañeros de celda
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada acoge este jueves, a las 12,00 horas, el juicio contra un reo acusado de provocar un incendio en el interior del centro penitenciario de Albolote (Granada) quemando un colchón de su celda, lo que provocó quemaduras e intoxicación por inhalación de humo a varios funcionarios y otros presos.
La Fiscalía de Granada solicita para el procesado, de iniciales F.B.S., una pena de 11 años de prisión y multa de 1.560 euros, por un delito de incendio, una falta de daños y cuatro faltas de lesiones --por las quemaduras e intoxicación de tres funcionarios y otro interno--.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan al 26 de marzo de 2013, cuando el acusado ingresó como interno en la cárcel para cumplir una condena que se extinguiría en 2022.
Al día siguiente, cuando las celdas se abrieron a las 8,30 horas, protagonizó un altercado con sus compañeros de celda y llegó a inundar el rastrillo. El médico le recriminó por ello, pero el inculpado, según el fiscal, le contestó que "hacía lo que le daba la gana".
Sobre las 10,00 horas, el inculpado volvió a incumplir las normas al hacer uso de un ascensor reservado para los trabajadores, lo que también advirtió el facultativo, que le pidió que cesara en su actitud. Sin embargo, el preso volvió a alterar el orden y le dijo: "quién coño eres tú para mandar aquí, aquí me vais a dejar hacer lo que yo quiera y me vais a dar todo lo que pida, me cago en tu madre". Por eso, se acordó que fuera sometido a aislamiento provisional en el módulo 15.
Sobre las 16,00 horas de ese mismo día, y "con el ánimo de causar menoscabo en la propiedad ajena", comenzó a golpear violentamente la ventana de la celda y destrozó el cristal. Ya al día siguiente, sobre las 9,00 horas, el procesado rechazó el desayuno que le llevó otro interno que hacía funciones de auxiliar, por lo que éste regresó de vuelta a la cocina.
Fue justo después cuando el interno procesado prendió fuego a un colchón que llegó a arder y a generar un humo tóxico que salió de la celda. Había troceado el colchón y lo había colocado pegado a la puerta mientras él mismo se situó a salvo en la ventana con un gorro humedecido, sabedor de que, tras prenderlo, acudirían en su ayuda los funcionarios.
Efectivamente, varios funcionarios acudieron a sofocar el fuego, lo que les provocó, no sólo a ellos, sino también al interno que momentos antes le había llevado el desayuno al inculpado, quemaduras o intoxicación por humos tóxicos. Asimismo, ocasionó unos daños en la prisión tasados en más de 610 euros, que se reclaman por el Estado.