La A-323 entre Guadahortuna e Iznalloz estará en servicio antes de que finalice diciembre

La obra tendrá "una incidencia muy positiva en el desarrollo económico, facilitando las comunicaciones de las fincas y explotaciones agrícolas colindantes"

A-323-IZNALLOZ
Foto: E.P./Junta
E.P.
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El consejero andaluz de Fomento y Vivienda, Felipe López, ha visitado las obras de acondicionamiento de la carretera A-323 entre Guadahortuna a Iznalloz, en la provincia de Granada, que se encuentran a un 99 por ciento de ejecución, por lo que estará en servicio antes de que finalice el mes de diciembre.

Esta adecuación sobre un trazado de 20 kilómetros permitirá mejorar la comunicación y la accesibilidad de los cerca de 29.000 habitantes tanto de Guadahortuna como del resto de la comarca de Los Montes hacia una vía de gran capacidad, la A-44, que discurre entre Bailén y Granada capital; posibilitando con ello la conexión por el sur hacia al área metropolitana de Granada, donde se encuentran los principales polos de servicios públicos sanitarios, educativos y administrativos y centros de ocio; y por el norte, a Jaén y a la A-4 hacia Madrid.

La obra tendrá, igualmente, "una incidencia muy positiva en el desarrollo económico, especialmente de la agroindustria, facilitando las comunicaciones de las fincas y explotaciones agrícolas colindantes a la carretera hacia las vías de gran capacidad", ha explicado López, asegurando, además, que la intervención tiene como objetivo "incrementar las condiciones de seguridad vial y las características de confortabilidad de la conducción para el usuario, a través de medidas que se concretan en la corrección y eliminación de las curvas existentes en el trazado, la mejora del firme, la ampliación de la sección de la carretera y la renovación de la señalización horizontal y vertical".

El titular de Fomento y Vivienda ha destacado que "a pesar de las dificultades presupuestarias, la Junta está cumpliendo los objetivos y plazos fijados para las 14 obras de infraestructuras reactivadas con Fondos Feder", para añadir que "la planificación de la política de carreteras de la Consejería no sólo se centra en la red de gran capacidad como eje de vertebración e integración territorial de Andalucía, los esfuerzos también se han concentrado en la mejora de la articulación interior de la comunidad, a través de la red convencional de carreteras; y al incremento de la accesibilidad de las comarcas y poblaciones medias hacia los grandes ejes de comunicación".

La actuación se inicia sobre la intersección entre la propia A-323 y la carretera A-401 en las inmediaciones de Guadahortuna, mientras que el final se localiza en la intersección de la A-323 con la A-308 entre Iznalloz y Darro. La carretera, presentaba un trazado marcado por una sucesión de tramos rectos y curvas cerradas y por continuos cambios de rasante. Para salvar esa dificultad, se ha construido un trazado de nueva planta sobre una longitud de 5.100 metros, evitando así los tramos sinuosos de concentración de curvas y de baja velocidad. Además se ha mejorado el firme en todo el trazado de la carretera. La nueva vía contará con una calzada de ocho metros, con un carril de tres metros por cada sentido de la circulación y arcenes de 1 metro de ancho.

15 MILLONES DE INVERSIÓN

La obra, que ha contado con un presupuesto global de 15,1 millones de euros, cofinanciados con Fondos Feder, se concentra actualmente en un trazado de tres kilómetros, donde se encuentra ubicada la estructura sobre el río Píñar.

En este punto se está procediendo al hormigonado para posteriormente culminar con la extensión de la capa de aglomerado. Estas últimas labores de remate finalizarán con la pintura y señalización, una tarea que ya ha comenzado a lo largo de la traza, restando únicamente este tramo de tres kilómetros. Durante la ejecución de los trabajos, ha sido necesario habilitar un desvío alternativo por la A-4001, desde Iznalloz hasta la A-401, en Guadahortuna.

La obra de acondicionamiento, iniciada en junio de 2008, se paralizó en febrero de 2012 debido a la crisis económica y al ajuste presupuestario impuesto, retomándose posteriormente en diciembre de 2014, cumpliendo así el objetivo de reactivar aquellas infraestructuras que tuvieran un elevado nivel de desarrollo y una gran incidencia territorial, social y económica.

En el marco de estas obras se han adoptado medidas ambientales, entre las que destaca el traslado y trasplantado de un total de 285 encinas afectadas por el trazado y las obras a diferentes puntos de los términos municipales de Guadahortuna e Iznalloz.