La activista española expulsada de Mozambique: "Mi salida del país es un mensaje a toda la sociedad civil de allí"

Eva Anadón ha sido expulsada de Mozambique tras participar en una protesta contra la violencia sexual en las aulas

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Foto: Twitter
E.P.
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La activista española expulsada de Mozambique tras participar en una protesta contra la violencia sexual en las aulas considera que su salida del país es, más que una represalia directa contra ella, "un golpe de autoridad" que el Gobierno mozambiqueño ha querido dar para mandar un mensaje a la sociedad civil del país.

En declaraciones a Europa Press, Eva Anadón Moreno admite que le "gustaría volver" a Mozambique, donde trabajaba desde hace cuatro años y donde ha dejado amigos y a su pareja. Pero la orden de expulsión firmada por el ministro mozambiqueño del Interior incluye la prohibición de regresar al país en los próximos diez años.

Los abogados que representan a esta defensora de los derechos de las mujeres en Mozambique van a recurrir la orden de expulsión, pero Anadón Moreno confía más en el efecto de las gestiones políticas, dado que su salida del país responde a una "decisión política". "No he sido expulsada por no tener mis papeles en regla", añade.

Efectivamente, en la orden de expulsión firmada por el ministro del Interior, Jaime Basilio Monteiro, se justifica la decisión por la participación de la española en una "manifestación ilegal", en la que se exhibieron "pancartas contrarias a las buenas costumbres de Mozambique", cuando como ciudadana extranjera "debe obediencia a las leyes" del país.

Mozambique no comunicó a las autoridades españolas, como es habitual entre países amigos, ni la detención de la joven el pasado día 18 ni la posterior decisión de expulsarla. Además, impidió a la cónsul española que tuviera acceso a la activista cuando estuvo horas declarando ante los servicios de inmigración.

QUEJA DE EXTERIORES

Por todo ello, el director general de Asuntos Consulares y Migratorios, Cristóbal Valdés, ha trasladado formalmente una queja al embajador de Mozambique en España, durante una reunión a la que había sido convocado el diplomático este viernes en Madrid.

En ese encuentro, Valdés reiteró la petición de explicaciones que España ya había hecho llegar a Maputo sobre los motivos que han llevado a la expulsión de la activista, colaboradora de la organización internacional Marcha Mundial de las Mujeres, han informado a Europa Press fuentes diplomáticas.

Anadón Moreno quiere dejar claro que la protesta que le valió la expulsión del país no era para "defender el uso de la minifalda en las escuelas", sino para hacer ver que las medidas que tanto el Gobierno mozambiqueño como algunas escuelas están adoptando para hacer frente al "altísimo nivel de asedio sexual" a las escolares por parte de otros alumnos y profesores están mal enfocadas, pues criminalizan a la víctima en lugar de al agresor.

"Muchos profesores están violando y obligando a las niñas a tener sexo con ellos a cambio, por ejemplo, de aprobar los exámenes. Y sin embargo, hay una criminalización de las niñas, porque provocan por llevar faldas por encima de la rodilla. Obligar a las alumnas a llevar faldas hasta los tobillos no es la solución, sino meter al agresor en la cárcel. Porque ahora, al profesor que viola como mucho le cambian de escuela", denuncia.

Anadón Moreno critica también otra norma elaborada por el Ministerio de Educación, que obliga a las alumnas que se quedan embarazadas en la educación secundaria a pasar al turno de noche, para volverlas invisibles. "Eso las empuja a una situación de mayor peligrosidad al tener que ir al colegio de noche", alerta.

La activista saca al menos algo positivo de su expulsión del país. Ve con orgullo cómo la sociedad civil mozambiqueña, lejos de dejarse amedrentar, ha unido fuerzas para denunciar su caso y defender el derecho de la sociedad civil a hablar y manifestarse.