La Alhambra acoge la exposición 'El sombrero de tres picos', un homenaje a Falla y Pedro Antonio de Alarcón

La muestra, que podrá visitarse hasta el 8 de septiembre en el Palacio de Carlos V, conmemora el centenario del estreno de la obra en Londres

presentacion de la exposicion del sobrero de tres picos en el Palacio de Carlos V
Un momento de la presentación de la muestra que se expone en el conjunto monumental de la Alhambra | Foto y vídeo: Antonio L. Juárez
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El Palacio de Carlos V, una de las edificaciones más significativas del conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife, acoge desde hoy y hasta el 8 de septiembre la exposición El sombrero de tres picos. 1919-2019. Un singular proceso creativo, una muestra con la que la Alhambra conmemora el centenario del estreno, el 22 de julio de 1919, del ballet ‘El sombrero de tres picos’ en el Alhambra Theatre de Londres. La exposición ha sido inaugurada por la directora del Patronato de la Alhambra y Generalife, Rocío Díaz,

Comisariada por Yvan Nommick, la muestra ofrece una visión completa y actualizada de la larga concatenación de hechos biográficos, históricos y artísticos que desembocaron en la composición de esta obra escénica, “que aunó lo mejor de la novela de Pedro Antonio de Alarcón, la melodía de Manuel de Falla, la coreografía de Léonide Massine, la adaptación de María Lejárraga, la compañía de los Ballets Russes de Serge Diaghilev y los diseños de Pablo Picasso”, ha señalado Díaz.

Para la directora del Patronato, esta colección, que reúne piezas de muy diversa índole procedentes de instituciones como el Musée National Picasso de París, el Archivo Lejárraga, la Royal Opera House de Londres o el Museo Nacional de Teatro de Almagro, es una cita imprescindible en el calendario cultural ya que, como subrayado, “es la primera vez que se explican las circunstancias que propiciaron e inspiraron la creación de este texto, desde los primeros esbozos hasta su estreno por los Ballets Russes de Diaghilev”.

La exposición, que cuenta con la colaboración de la Fundación Archivo Manuel de Falla, arranca con las primeras huellas de la pasión por lo escénico y lo teatral en el joven Falla y presenta su evolución en el campo de la música escénica, insistiendo en la fructífera etapa de su colaboración con el matrimonio formado por Gregorio Martínez Sierra y María Lejárraga, que alcanza su punto álgido con la composición del ballet ‘El sombrero de tres picos’.

Además de los documentos y la piezas que evocan su posterior proyección internacional, desde la primera representación parisina de 1920 en el Théâtre national de L’Ópera hasta 1942, año en el que el propio compositor dirigió las Danzas de su ballet en un concierto emitido por Radio El Mundo de Buenos Aires, también se exhiben los objetos que acompañaron a los artistas en su trabajo: máquina de escribir de María Lejárraga, batutas de Falla y chaqueta y gorro de Massine diseñados por Picasso.

El compositor y el monumento

Al integrarse la muestra en la Alhambra, conjunto monumental que ejerció un profundo influjo en la sensibilidad artística de Manuel de Falla, se exponen asimismo referencias del diálogo musical del compositor con el monumento nazarí: el drama lírico La vida breve y Noches en los jardines de España, cuyo primer nocturno, En el Generalife, evoca la poesía de los jardines y del siempre renovado juego del agua de los surtidores. Igualmente, se dedica un espacio a las fotografías del álbum de la bailarina Valentina Kaskuba, en las que se puede contemplar a los componentes de los Ballets Russes, con el vestuario de Schéhérazade, en el Patio de los Arrayanes y en el Patio de los Leones en mayo de 1918, así como un cortometraje titulado ‘Bailando la Farruca’, realizado por la directora y guionista Arantxa Aguirre, que incluye la participación de Sergio Bernal, primer bailarín del Ballet Nacional de España.

Después de su triunfal acogida en Londres, ‘El sombrero de tres picos’ se estrenó en París y en Madrid en 1920 y 1921, respectivamente, y, desde entonces, ha conquistado un amplio público en el mundo entero, sea en versión escénica o de concierto, y es considerado uno los textos con más relevancia para la historia de la danza y la música occidental.