La Alhambra y Granada, más cerca con la recuperación del Paseo de Romayla
Esta actuación se enmarca dentro del protocolo de actuación suscrito entre la Consejería de Cultura y el Consistorio municipal para conservar y restaurar el barrio del Albaicín
La intervención arqueológica en el Paseo de Romayla, en la ladera norte de la Alhambra, entre el Puente del Rey Chico y el de las Chirimías, empieza a dar sus frutos con la recuperación del Acueducto y el Molino del Rey Chico y la liberación del cauce del arroyo que desciende desde la fortaleza nazarí, junto a la Cuesta de los Chinos, y desemboca en el río Darro.
Esta mañana, la delegada del Gobierno de la Junta en Granada, Sandra García, junto al alcalde de Granada, Francisco Cuenca; el director del Patronato de la Alhambra y Generalife, Reynaldo Fernández, y el delegado de Cultura de la Junta en Granada, Guillermo Quero, han realizado una visita a la excavación arqueológica con los técnicos que están trabajando en este espacio, situado en la ladera norte de la Alhambra, junto al cauce del río Darro, desde el barranco por donde discurre la conocida Cuesta del Rey Chico hasta las últimas edificaciones del barrio, a espaldas de la iglesia de Santa Ana.
Antes de iniciar el recorrido, García ha destacado que esta intervención es fruto del protocolo de actuación suscrito entre la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Granada para restaurar y conservar el histórico barrio del Albaicín: “Es una prueba más del compromiso de la Junta de Andalucía con esta provincia. Granada es la Alhambra y la Alhambra es Granada. Con esta intervención se va a ganar un nuevo espacio para la ciudad, recuperando la historia y el patrimonio para todos los ciudadanos.”.
Por su parte, el alcalde ha reconocido que este proyecto, que tiene un área de intervención de 14.000m2, es una de las actuaciones “más emblemáticas” del acuerdo suscrito entre la ciudad y la fortaleza nazarí: “La recuperación del Paseo de Romayla abre una nueva vinculación entre la Alhambra y Granada, entre la Alhambra y el Albaicín. El proyecto va a recuperar esta zona como un paseo lineal, una zona verde para el disfrute de todos los ciudadanos a través de itinerarios y recorridos peatonales y accesibles”.
Una opinión similar ha mostrado el director del Patronato de la Alhambra y Generalife, que ha hecho especial hincapié en la rehabilitación de este lugar “por su alto valor como paisaje cultural, que tiene un diálogo permanente entre Alhambra y el Albaicín. Vamos a trabajar con una metodología nueva que se inicia en este espacio, con un equipo coral formado por técnicos del Ayuntamiento de Granada y del Conjunto Monumental, cuyo presupuesto global superará los 2 millones de euros”.
En una primera fase se ha llevado a cabo la excavación arqueológica, que ha permitido recuperar los diferentes trazados de la Acequia de Romayla, gracias a los sondeos estratigráficos, en los que se han utilizado métodos manuales en terrenos donde se han hallado restos arqueológicos de gran “valor patrimonial”, como los pilares del acueducto del siglo XVIII, por cuya base discurría el arroyo del Rey Chico, hoy entubado, y pasaba bajo los arcos centrales del mismo, prosiguiendo su curso hasta desembocar en el río Darro, 100 metros más abajo..
Según el arqueólogo responsable de la excavación, Alberto García, este espacio ha sido “bastante transformado en el tiempo. Hay estructuras que hemos podido datar de época zirí (siglo X) y otras muchas de etapas moderna, como algunos molinos del siglo XIX, que habían quedado fosilizados y que gracias a esta intervención se han recuperado”.
El objetivo del proyecto es recuperar el Paseo del Aljibillo y el antiguo trazado de la Cuesta de los Chinos, lo que conllevará la rehabilitación del puente sobre el arroyo que conecta con la actual Cuesta del Rey Chico y de los restos del Acueducto y Molino de Santa Ana. Así, se unirá con el Carmen del Granadillo y de Santa Engracia, constituyendo una serie de paseos peatonales que darán continuidad al recorrido comprendido entre los puentes del Aljibillo y de las Chirimías.
Para el arquitecto Carlos Sánchez es “un sueño” participar en la recuperación del espacio histórico más dibujado por los mejores pintores que llegaron a Granada en el siglo XIX y después fotografiado por artistas como David Roberts. “Los ciudadanos van a poder disfrutar de un paisaje mágico, que permitirá escuchar el sonido del agua”. Además, el arquitecto municipal, Rogelio Martín, que dirigirá los trabajos del paseo que continuará hasta un la plaza de las Chirimías, hasta el acueducto de San Pedro, ha anunciado que próximamente comenzarán las obras de infraestructura, para dotar la zona de la red de saneamiento, electricidad y abastecimiento de agua.
Romayla es el nombre de la Acequia (también conocida como de Santa Ana, derivada de la Acequia mayor de Axares, en árabe Ajšāriš (“salud”), así llamada por el arrabal o barrio (Rabad) de ese nombre, que ascendía hacia la zona alta del Albaicín desde la margen derecha del río Darro (Wādī al-Hadarro). La zona estaría delimitada por los puentes del Aljibillo (al-Qantara al-Harrazīn o de los labradores) y de las Chirímías (al-Qantara Ibn Rasīr), en la margen izquierda del Río.
Desde sus orígenes fue considerado un lugar beneficioso y saludable por su ubicación privilegiada, en la vertiente sur del Albaicín. Fue el espacio predilecto de la nobleza musulmana de la Granada nazarí, que en buena parte se exilió tras la conquista y vendió sus palacios y residencias. Ese valor aristocrático de carácter historicista y su buena situación a la sombra de la Alhambra hizo que algunos de los nuevos nobles cristianos de la ciudad, tras la toma de la ciudad en 1492, fueron un imán para otros proporcionando un nuevo carácter palaciego al barrio