La Asturias más negra: Fred Vargas
«La memoria no tiene cubo de la basura»
Como cada año, la Fundación Princesa de Asturias galardonará la labor científica, técnica, cultural, social y humana realizada en el ámbito internacional. Y este es el año de Fred Vargas, la fabulosa escritora francesa por todos reconocida como una de las reinas del noir. Con quince novelas publicadas, Frédérique Audoin-Rouzeau, cuyo pseudónimo hace un guiño a María Vargas y con ello –inevitablemente– a la titánica Ava Gadner, ha sido galardonada con el Premio Princesa de las Letras tiñendo de negro la ciudad de Ana Ozores. Y es que doce de sus títulos están protagonizados por el comisario Adamsberg y su personal, recorriendo las más negras escenas desarrolladas tanto en la actualidad como en épocas muy lejanas en las que ley e impunidad iban de la mano. Repasamos a continuación sus mejores textos, si bien es complicado hablar en términos generales de las obras de esta autora, resumirlas. Ello así porque es una grandísima directora de orquesta, asunto que convierte al escritor en escritor, y el entramado que despliega sobre el papel es descomunal. Sin embargo y como les digo, todos los instrumentos suenan en perfecta armonía, la música es tan exquisita como exacta.
La tercera virgen se encuentra entre mis predilectos. El comisario Adamsberg se enfrentará al fantasma de una monja del siglo XVIII que degollaba a sus vírgenes y profanadas víctimas. Sin darnos cuenta nos encontramos enmarañados en un laberinto de espectros, esoterismo y enigmas en los que el comisario pierde numerosas veces la cabeza antes de encajar cada pieza en su lugar.
Un lugar incierto obliga a Adamsberg y a su inseparable Danglard a enfrentarse con diecisiete pares de pies mutilados. Con este comienzo, se trata de un texto que nos da la mano en la página 1 y aprieta tan fuerte como una madre a su hijo al cruzar un paso de peatones. Continúan los crímenes a lo largo de las páginas, a cada cual más brutal, y, sorpresa, ¡hay vampiros!
El ejército furioso nos coloca ante una horda de fantasmales caballeros que cabalgan por los bosques matando a quienes tienen algo que ocultar. Si bien su leyenda se remonta a la Edad Media normanda, sus víctimas comienzan a ser reales.
Cuando sale la reclusa vuelve a situarnos en el medievo a través de los mitos y la arqueología. En esta ocasión, el comisario Adamsberg parece ser el único interesado en la muerte de tres ancianos a causa de las picaduras de una Loxosceles rufescens, una araña conocida como la reclusa. En la que quizás sea la novela más compleja de la autora, Adamsberg comenzará a investigar por su cuenta imbuyéndose en numerosas contradicciones y una compleja trama que mantiene al lector con los pelos de punta hasta el final. No se la pierdan.