La Basílica de San Juan de Dios acoge la consagración de una corona para la Virgen María
El acto estuvo presidido y organizado por la Orden Militar de Caballería de Alfonso XIII | La corona, de cinco kilos, está formada por 1.936 joyas
El pasado domingo, la Basílica Pontificia de San Juan de Dios acogió la ceremonia canónica de bendición, unción, consagración y dedicación de una nueva corona para María Santísima, Reina de los Mártires y Madre de la Iglesia, un acto que estuvo presidido por la Orden Militar de Caballería de Alfonso XIII, encabezada por el canciller Frey Don José Liberto López de la Franca y Gallego, y al que asistieron autoridades de toda la provincia.
El acto, cuya ceremonia litúrgica fue oficiada por Fray Juan José Hernández Torres, trajo a la actualidad este histórico ritual, cuyo origen se remonta a la Edad Media y que venera a la Virgen María.
La corona, tras ser previamente trasladada en su arca de protección y debidamente custodiada por miembros de Fuerzas de Seguridad del Estado, fue colocada momentos antes del acto litúrgico de sacralización, que fue oficiado por el rector de la Basílica. Esta, que pesa un total de cinco kilos, fue realizada sobre plata de ley y chapada en oro fino de 18 micras, capa sobre la que se engarzan 1.936 joyas, entre las que se encuentran algunas piezas como un par de pendientes de la reina Victoria Eugenia y otro de la actriz Sara Montiel.
Un almuerzo de fraternidad puso fin a la jornada de celebración donde las autoridades, mecenas, caballeros, académicos, cofrades y simpatizantes pronunciaron de motu proprio unas palabras en torno al simbolismo de la corona, así como de consagración de medios para hacer realidad un ejemplo de arte, fe, sacrificio y esperanza.