La Biblioteca de Las Palomas, más viva que nunca
O al menos en los programas electorales que avanzan algunos candidatos a la alcaldía granadina, que recogen ahora viejas reivindicaciones de los vecinos
A las once de la mañana la Plaza de Las Palomas del Zaidín aún permanece en la fría umbría. En mitad del Zaidín más clásico, es una plaza de planta alargada en la que desembocan no pocas callejuelas. En un extremo, una pérgola metálica que da cobijo a un pequeño escenario y frente a ella, la biblioteca.
LA HISTORIA
Esta isla cultural que iluminó a través de los libros las conciencias de los que acudían a diario a sus estanterías lleva tres largos años cerrada, o al menos oficialmente, ya que mantienen una pequeña apertura sin cobertura de la administración. Desde que el Ayuntamiento abriera la Biblioteca Francisco Ayala, la amenaza de cierre que se cernía sobre la más modesta Biblioteca de Las Palomas terminó por cumplirse el 11 de noviembre de 2011, en la ciudad recientemente nombrada por la UNESCO como Ciudad de La Literatura. Una nutrida dotación de la policía local y un camión bastaron para desalojar a los habitantes de la biblioteca: libros y personas que leen libros.
El motivo es conocido y clásico. El desencuentro de competencias entre las administraciones local y autonómica. Mientras que el Ayuntamiento de Granada ostenta la gestión del espacio sociocultural, el edificio es propiedad de la Junta de Andalucía. Cuando la entidad local decide cerrarla deja huérfano de potestad a un edificio vacío y a miles de lectores que buscaban en él refugio contra la intemperie de la ignorancia, en una de las zonas más deprimidas del populoso barrio.
La reacción no se hizo esperar, los vecinos del barrio protestaron enérgicamente entre lágrimas por el derribo de un símbolo y constituyeron la Plataforma por la Reapertura de la Biblioteca de Las Palomas. Un grupo de hombres y mujeres comprometidos con su barrio, que no saben permanecer impasibles ante medidas que consideran injustas y que han señalado sin dudarlo a los responsables de la actual situación, PP y PSOE, Ayuntamiento y Junta.
LA UNIÓN
Los primeros rayos de sol despuntan en una de las esquinas de la plaza y con él llegan ellas. Cuatro mujeres integrantes de la Plataforma que muestran el interior de la biblioteca, llena de libros. “Cuando cerraron la dejaron vacía, se lo llevaron todo. Ahora hay más de 9000 volúmenes, todos donados por particulares y bibliotecas de Friburgo –ciudad hermanada con Granada-, Madrid, Valencia....” También cuentan con el apoyo de escritores como Antonio Muñoz Molina, Luis García Montero, Rosa Regás o Andrés Neuman, entre otros. No están solos y además están muy unidos.
“Un movimiento vecinal se aúna por un fin y ese fin era la biblioteca. Y eso creó en el barrio algo que hacía muchos años que no se había creado, una cohesión vecinal de distintas edades, distintas ideologías…” apunta una. “Esta es la zona más empobrecida del barrio, segundo, la biblioteca que han abierto son 20 minutos andando y ningún niño va a hacer los deberes 20 minutos solito a aquella biblioteca y tercero, que cada veinte mil habitantes, está baremado que necesitan una biblioteca y el barrio tiene más de 45.000 habitantes”, desmenuza otra.
LA OPOSICIÓN SE INTERESA
Francisco Cuenca es portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Granada y candidato a las próximas elecciones municipales a celebrar en mayo del año que en breve comienza. Ayer estuvo de visita por el barrio junto con algunos compañeros en la popular zona de las “casas bajas” y decidió hacer un alto del camino aquí, en la Plaza de Las Palomas, donde le esperan periodistas y los integrantes de la Plataforma. El frío no arrecia y la biblioteca ofrece cobijo, como siempre, y una imagen. Miles de libros alineados ordenadamente en hileras de estanterías que le devuelven a este lugar su esplendor. Tras un breve deambular toca hablar y el candidato anuncia su reapertura si es elegido Alcalde y critica con duras y enérgicas palabras a las dos administraciones. También justifica que no pudiera hacer nada en los meses que lleva luchando porque “para esas gestiones, he dependido de otros, bien de la Junta, bien del Ayuntamiento”.
LA REACCIÓN
Cámaras y grabadoras son apagadas y la comitiva se desvanece entre despedidas y felicitaciones navideñas. Las últimas en irse son las primeras que llegaron, ellas. Rostros impertérritos ante la valiente declaración. “¿Valiente? No sé, es que me parecería mentira que hubiera dicho otra cosa […] se estuvieron implicando mucho cuando la única responsabilidad era del Ayuntamiento y cuando la pelota pasó a estar en otro tejado pues no hemos visto la misma implicación, ni siquiera por el grupo local -socialista- de aquí de Granada.”