La búsqueda de la fosa de Lorca finaliza sin éxito
El equipo se ha retirado para sacar conclusiones y decidir sobre una nueva intervención
“Hoy ponemos fin a la intervención arqueológica en la fosa de Alfacar sin haber obtenido los resultados que perseguíamos. Ahora toca desconectar unos días para reflexionar y analizar todos los datos extraídos durante estos días de trabajo”, así ha comunicado la asociación Regreso con Honor el final de los trabajos de búsqueda de la posible fosa de Federico García Lorca.
El grupo de arqueólogos de Regreso con Honor han estado durante tres meses trabajando en el paraje denominado los Llanos de Corbera o Peñón del Colorado, situado en Alfacar, donde las investigaciones situaban tres zonas de coloración más oscura en las que, según los investigadores Molina Fajardo y Miguel Caballero, dio sus últimos pasos Lorca.
Este tercer intento de buscar los restos óseos del poeta granadino –tras el desarrollado sin éxito en 2009 por el Gobierno andaluz y el de 2014 llevado a cabo por la asociación Regreso Con Honor- parecía ir encaminado en la buena dirección tras hallarse en el terreno una vaina de un fusil ruso tipo Mosin-Nagant que se solía utilizar en la época de la Guerra Civil y los restos de una bala de un calibre para arma larga o para un arma corta del calibre que empleaban las pistolas de la guardia de asalto.
Pero, a pesar de ello, los trabajos en la zona no han logrado dar ni con los restos óseos de Lorca ni con los del maestro republicano Dióscoro Galindo y los banderilleros anarquistas Francisco Galadí y Joaquín Arcollas; quienes, según los investigadores Eduardo Molina Fajardo y Miguel Caballero, fueron fusilados junto al poeta. De ese modo, Javier Navarro, coordinador de las labores de búsqueda junto el investigador Miguel Caballero, afirme a Europa Press que los restos “no están aquí”.
Junto a esto, Navarro también ha querido recalcar que el hecho de que los restos óseos "no están aquí", no significa que "no estuvieran aquí".
El coordinador ha afirmado, además, que estos días han sido de "mucha tensión" y que, aunque se hallaron evidencias de alteraciones en el terreno que podían apuntar a la existencia de tres pozos -en uno de los cuales creían que podían haber sido arrojados los cuerpos-, “no se han encontrado”. “Si hubo en algún momento una fosa aquí, ahora ya no está", ha recalcado el experto.
Así, después de haber analizado más del 90% del terreno que habían propuesto y dando por finalizado el trabajo de campo sin hallar novedades significativas, los arqueólogos han comenzado una nueva fase del proyecto: el estudio y análisis de los datos obtenidos en la presente investigación para poder valorar si se debe realizar una nueva intervención.