La cara y la cruz de la Diosa Fortuna
El Granada CF comprobó la dos caras de la suerte, antes, durante y después del partido
En la mitología romana, Fortuna era la Diosa de la suerte, ya fuera buena o mala. Se podía presentar en muchas formas, aunque se relacionara más con lo positivo, y en aquella época, en concreto, con la fertilidad. El Granada CF comprobó ante el Athletic Club de Bilbao las dos caras de la moneda, protagonizó un relato de infortunio y otro de buena suerte, con el resultado final de salir vivo del nuevo San Mamés.
CRUZ
La Diosa Fortuna le puso mala cara al equipo nazarí un día antes de la batalla. El entrenamiento del sábado, tras dos semanas sin competición, terminó con demasiadas malas noticias que digerir. Rochina sería el primero en confirmar lo negativo del día. El valenciano, clave en el esquema del equipo, tenía complicada su participación por una infección de garganta. Tras él, caería otro imprescindible.
Ricardo Costa, el defensa experimentado, el que aterrizó en el once titular, se llevaba la mano a los isquios de su pierna derecha para confirmar el mal del ojo. José González tenía razones para no dormir, que se confirmarían durante el partido. El domingo, sobrepasando las 11:00, se daba a la luz el once. Lombán entraba por Costa, Márquez era el elegido en lugar de Rochina. Dos bajas, unidas a la de Success por sanción, que harían buenísimo el punto conseguido.
CARA
Pero la Diosa Fortuna quiso apiadarse del Granada. En la primera parte dejó salir vivo al equipo andaluz, que pudo irse al descanso con un 3-0 y prácticamente el partido perdido. Lekue adelantó a los vascos en el minuto 28. El Granada se defendió bien hasta que Iraizoz decidió probar suerte con un balón directo, el cual Aduriz peinó y el canterano se coronó ante su afición cuando apenas está gateando en el primer equipo. A partir de este gol, el Athletic Club fue un ciclón.
Los de Valverde perdonaron en dos ocasiones muy claras la vida a su rival. Primero sería Aduriz, quien en dos ocasiones no acertó con la portería de Andrés. Un balón comprometido de Lombán lo esperó en demasía Rubén Pérez, que cuando se dio cuenta ya corría detrás de Susaeta, quien cedió atrás para Aduriz, que estrelló el balón en Babin primero, y en el larguero tras el rechazo. El Granada suspiraba.
El Granada tuvo algún acercamiento mediante Peñaranda y Cuenca, pero sin llegar a probar a Iraizoz. Al filo del descanso, Fortuna quiso darle algo de oxígeno al Granada. Otro balón largo a la espalda de la defensa lo recogió Aduriz, que con un sutil recorte se deshizo de Lombán, quien tocaba inocentemente al delantero vasco y lo derribaba. El árbitro decretó penalti. Desde el punto fatídito, Aduriz volvería a encontrarse con la madera, esta vez su balón dio en el palo. 1-0, y el Granada seguía vivo.
AGRADECIMIENTO
En la segunda parte, el Granada evidenció síntomas de mejoría y agradecimiento. No era para menos. Los de González buscaron la portería rival con mayor ahínco, con un Doucs espectacular en labores de contención, incluso de reparto de juego ante la ausencia de Rochina. Sin embargo, los rojiblancos no terminaban de finalizar sus jugadas de ataque e Iraizoz vivía plácidamente en su portería. El Athletic Club pareció conformarse con el 1-0 y lo acabó pagando.
Peñaranda pondría el 1-1 en una jugada confusa, como toda la elaboración de ataque del equipo. Parecía dar el pase El-Arabi, luego Doucs, finalmente Rober cedía lo justo para que el joven venezolano cruzara al palo izquierdo de Iraizoz. El Granada tuvo una buena ocasión en las botas de El-Arabi para imponerse en el marcador incluso, pero no le imprimió la potencia necesaria a su disparo a media volea.
Un punto que suma y que hace 'buenos' los dos puntos conseguidos ante Espanyol y Rayo. Un punto en un campo difícil y ante un equipo más difícil aún. Un punto menos para lograr el objetivo. Un punto que será una genialidad si se consigue la victoria en Los Cármenes ante el Málaga. Un punto con el permiso de la Diosa Fortuna.