La caravana Abriendo Fronteras proclama en Granada que "ninguna persona es ilegal"
Trescientos componentes del colectivo, llegados de toda España, exigen una nueva política migratoria a España y la Unión Europea
"Ninguna persona es ilegal", han coreado una y otra vez los casi trescientos componentes de la caravana Abriendo Fronteras que este sábado 13 de julio se han concentrado en el centro de Granada para protestar contra las políticas migratorias de España y la Unión Europea y para pedir que no haya "ningún muerto más" en una travesía en patera.
Para la caravana, en la que se integran personas llegadas de toda España y algunas de otros países, esta de Granada es una de sus paradas en la gira que están llevando a cabo por diversos puntos de la frontera sur de Europa. Este domingo estará en Motril y más adelante tiene previsto ir a Algeciras, Ceuta o Tarifa.
La protesta ha comenzado a las ocho de la tarde junto al puente romano, en la ribera del Genil. Allí, los congregados han escenificado dos situaciones por desgracia bastante comunes: una travesía en patera, con los riesgos que comporta, y el encontrarse con las fronteras cerradas del país al que se acaba de llegar.
A continuación, varios portavoces del movimiento han leído un manifiesto en el que han criticado con dureza las políticas de la Unión Europea y España, "políticas que matan, que han convertido el Estrecho en un cementerio y que han hecho de la frontera sur de Europa una de las más mortíferas del mundo".
El manifiesto no ha ahorrado reproches hacia aquellos que "castigan a quienes salvan a náufragos y a la vez mantienen las concertinas en las fronteras y se tapan los ojos ante el cruel maltrato que sufren los migrantes en países como Marruecos".
La caravana ha pedido a los representantes de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento de Granada que "rechacen actitudes xenófobas y sean especialmente receptivos hacia los que llegan a nuestro país solos, a los llamados Mena".
Después, el colectivo se ha trasladado andando hacia la Fuente de las Batallas, sin dejar de repetir consignas como "No son muertos, son asesinatos" o "No es una tragedia, es un genocidio". Llegados a su destino, han hecho una tercera performance que ha denunciado las llamadas devoluciones exprés.