"La cárcel era un auténtico lugar de terror"
La antigua Prisión Provincial de Granada ha sido declarado esta tarde como Lugar de Memoria Histórica de Andalucía en un acto en el que se han homenajeado a las víctimas de la dictadura
Varias asociaciones y colectivos 'memorialistas', víctimas y familiares del franquismo, se han dado cita, esta tarde, en el acto de señalización de la antigua Prisión Provincial de Granada como Lugar de Memoria Histórica de Andalucía.
Este homenaje ha contado con la presencia de Sandra García, delegada del Gobierno andaluz en Granada, el director general de Memoria Democrática, Luis Naranjo, y otros representantes de diferentes colectivos que han catalogado este acto como un auténtico "motivo de celebración".
Naranjo ha comenzado su intervención manifestando que "estamos de celebración. Esta mañana han retirado el monumento franquista de Bibataubim. Lo hemos conseguido. Por fin podemos pasear por la plaza sin tener que soportar ese infame insulto fascista. Es un gran día para la democracia y para la imagen de la ciudad de Granada". Además, ha añadido que para sustituir la misma "sería interesante una escultura para las víctimas de los genocidios".
La antigua prisión provincial de Granada formará parte del catálogo impulsado por la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía al que recientemente se ha sumado el Barranco del Carrizal, en Órgiva, y al que ya pertenecen el Barranco de Víznar o la tapia del cementerio de San José, en Granada.
La prisión de Granada, de la que sólo se conserva ya la entrada –con el escudo de la República–, está situada en el entorno de la Plaza de Toros, y posee una “gran carga simbólica”, ya que fue no sólo un centro “de concentración”, sino también de “tortura y exterminio”, que llegó a albergar hasta 2.000 presos republicanos, pese a que su aforo era de 400.
Entre ellos estaba el que fuera director de ‘El Defensor de Granada’, el periodista Constantino Ruiz Carnero (1887-1936), que llegó ya cadáver al cementerio de San José, donde fue fusilado ya sin vida, después de haber padecido torturas en la cárcel.