La celebración de la Toma escenifica un año más la división en torno a esta festividad

Más allá del trasfondo histórico y tradicional que puede tener el Día de la Toma, esta celebración se ha venido convirtiendo en los últimos años en el epicentro de una polémica entre quienes defienden y reivindican el valor histórico de la festividad y quienes aborrecen su celebración por ser “una fiesta sectaria, anacrónica y excluyente". Este 2015 no ha sido la excepción y tanto grupos de izquierda y extrema izquierda  -generalmente en contra de la fiesta - y grupos de derecha y extra derecha - a favor - se han citado en la Plaza del Carmen para enarbolar desde banderas falangistas hasta banderas de la II República Española o banderas como la romaní. 

DESFILE TRADICIONAL 

Alrededor de las 11 de la mañana daba comienzo la celebración de la Toma de Granada. Desde el Consistorio de la ciudad han comenzado a salir los componentes del equipo de gobierno de la ciudad, con la concejal de Turismo Rocío Díaz a la cabeza, quien ha portado el pendón de Castilla. Tras ella, sus compañeros de corporación, quienes junto con el alcalde de Granada, José Torres Hurtado y el teniente general del MADOC, Alfredo Ramírez Fernández, han desfilado al lado de palafraneros ataviados con ropajes típicos de los altos cargos de la corte de Castilla.

Desde la Plaza del Carmen se han dirigido a la catedral de la ciudad, en donde el arzobispo de Granada, Francisco Martínez, ha celebrado una misa conmemorativa en la que el cabeza de la Iglesia Católica en Granada ha asegurado que "de todas la guerras de la Humanidad, la de Granada fue la más humana".

Tras la misa, el equipo de gobierno junto con el presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, se han dirigido a la Capilla Real para rendir homenaje a Isabel la Católica en un acto del que se ha desmarcado el portavoz socialista del Ayuntamiento de Granada, Francisco Cuenca.

GRUPOS FASCISTAS Y ANIFASCISTAS

Con decenas de agentes de policía de por medio, grupos de izquierda y extrema izquierda se han manifestado en contra de la celebración de la Toma frente a otros grupos de derecha y extra derecha, que han reivindicado la validez del evento. "Los genocidios no se celebran" o "El 2 de enero, nada que celebrar", han sido algunas de las consignas que se han podido escuchar durante la celebración del acto.

Por su parte, el alcalde de la ciudad, José Torres Hurtado, ha destacado que la ciudad tiene un gran aprecio a este día, «ya que recuerda la formación del primer reino moderno de Europa, y hacemos lo que nos piden los granadinos, que es celebrar este día con rigor, a pesar», ha querido hacer hincapié «en que los grupos radicales deberían dejar de ser intolerantes y respetar lo que la mayoría quiere».