La cobardía de Neymar
No hay mayor cobarde que el te ataca por la espalda. Así sucedió en el Camp Nou el pasado sábado al finalizar el Barcelona-Granada. Cuando Vezo comenzaba a descender las escaleras entre el campo y el túnel de vestuarios, el ‘valiente’ de Neymar no tuvo mejor ocurrencia que empujarle por la espalda, con la peligrosidad que dicha acción conllevaba. Con los tacos aún en sus pies, la caída podía haber sido fatal para los intereses del jugador rojiblanco. Por fortuna, mantuvo el equilibrio y se pudo revolver para hacerle frente al brasileño y a su ruin y mezquina pataleta.
Todo venía de una acción de los últimos minutos que acabó con las frentes de Neymar y Vezo a milímetros de distancia. Una vez más, el futbolista azulgrana tuvo una actitud chulesca con el débil. A nadie sorprende ya los malos modales del ‘11’ del Barcelona, acostumbrado a vacilar al oponente cuando el viento sopla a favor. Sus vergüenzas se descubren cuando le toca rema contracorriente. Entonces, su altanería queda escondida en un rincón. Actitud muy propia del cobarde, rasgo que va muy de la mano con Neymar.
Su bravuconada puso la guinda a un triste partido del Barcelona, en parte por su desidia, pero también por culpa del buen partido del Granada, que por fin empezó a mostrar maneras de equipo serio y trabajado. Ofensivamente creo poco y ese poco se quedó en mucho ruido y pocas nueces. Pero es un pequeño halo de luz la organización defensiva mostrada en el Camp Nou. «Me quedo con el generoso trabajo de todos los jugadores. Son sensaciones que ahora tenemos que reafirmar con resultados positivos. Hace falta tener continuidad en el esfuerzo y la implicación», detalló Alcaraz tras el encuentro. Ojalá sea así.