La comunidad musulmana granadina se prepara para iniciar su fiesta más sagrada, el Ramadán

Aproximadamente 20.000 personas que profesan esa religión en la provincia están llamados a secundar el ayuno

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Imagen del Iftar, la celebración tras el último día de ayuno, que tuvo lugar el año pasado en la explanada del Palacio de Congresos | Autor: Archivo GD
GranadaDigital
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"El presidente de la Comunidad Islámica en España anuncia que no habiendo sido avistado el cuarto creciente de la luna en la zona de referencia, en el día de hoy queda fijado el comienzo del mes de Ramadán para el martes día 7 de mayo, cumpliendo así el mes de Sha´ban un ciclo de 30 días".

Así comienza el comunidado oficial con el que la Fundación Mezquita de Córdoba anuncia el inminente inicio de una de las festividades más sagradas para los musulmanes. En el conjunto de la provincia de Granada, según algunas estimaciones, puede haber unas 20.000 personas que profesan esa religión. En la capital, donde la cifra supera los 3.000, hay cinco mezquitas habilitadas para el rezo.

El Ramadán es el noveno mes del calendario musulmán. No toca siempre en la misma fecha del año puesto que en el mismo, los meses comienzan cuando es visible el primer cuarto creciente después de la luna nueva. Se caracteriza por el ayuno de los practicantes de ese culto. Desde la salida del sol hasta que éste se oculta, es obligatorio para todos los fieles, salvo muy contadas excepciones. Asimismo, deberán abstenerse "de todo lo que sea mala palabra, mal acto o mal pensamiento. El ayunante debería ser indulgente en caso de ser insultado o agredido por alguien, debiendo evitar todas las obscenidades". También están prohibidas las relaciones sexuales. El momento en el que cae la noche y se rompe el ayuno es percibido como un momento para el rezo, pero también, en cierto modo, para la celebración.

Transcurridos esos treinta días se celebra el Iftar, el almuerzo con el que se rompe definitivamente el ayuno, y que suele coincidir con un rezo multitudinario. En los dos últimos años, centenares de musulmanes acudieron a ese rezo en los Jardines del Triunfo (una actividad que no estuvo exenta de polémica, ya que algunos colectivos cristianos entendieron que no era el lugar más adecuado) y en la explanada del Palacio de Congresos.