La conferencia sobre Siria Ginebra 2 podría cerrarse sin la salida de Al Assad

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E.P
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Los países occidentales han comunicado a la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) que la conferencia internacional sobre el conflicto, prevista para los días 22 y 24 de enero de 2014, podría no derivar en la salida del poder del presidente, Bashar al Assad, según han indicado fuentes opositoras.

El mensaje, entregado la semana pasada durante el encuentro celebrado en Londres por el Grupo de Amigos de Siria, ha llegado en respuesta a los avances logrados sobre el terreno por las brigadas islamistas, algunas de ellas vinculadas a la organización terrorista Al Qaeda, frente al Ejército Libre Sirio (ELS), de tendencia más moderada y respaldado por Occidente.

La semana pasada, el Grupo de Amigos de Siria ya mostró en su comunicado final su rechazo a los avances de las milicias islamistas y valoró que los mismos "minan las perspectivas de éxito de 'Ginebra 2' (...) y amenazan la integridad territorial de Siria, así como la seguridad regional e internacional".

"Algunos ni siquiera parecen preocupados por el hecho de que se presente (a las elecciones presidenciales previstas para) el año que viene, olvidando que ha gaseado a su propio pueblo", ha lamentado, en declaraciones concedidas bajo condición de anonimato a la agencia británica de noticias Reuters.

Así, ha sostenido que "para que 'Ginebra 2' se cierre con un acuerdo aceptable para Estados Unidos y Rusia --países que están detrás de la iniciativa--, la oposición tendrá que aceptar participar en un Gobierno de transición con una fuerte presencia alauí --rama del Islam chií a la que pertenece el presidente--".

"Al Assad podría o no ser presidente, pero al menos vería reducidos sus poderes", ha agregado. "Si la oposición rechaza un acuerdo de este tipo, perderá a la mayoría de los países occidentales y sólo contaría con Arabia Saudí, Libia y Turquía", ha argumentado.

Un segundo miembro de la CNFORS, que mantiene lazos con Estados Unidos, ha apuntado que Washington y Moscú parecen estar trabajando en torno a un marco de transición en el que los alauíes mantendrían su papel predominante en el Ejército y el aparato de seguridad, con el objetivo de garantizar que no se toman represalias contra la comunidad y de que se lanzan las operaciones necesarias contra las brigadas vinculadas a Al Qaeda junto a las milicias más moderadas, que serían invitadas a unirse a las fuerzas de seguridad.