La cruz de la Copa

Granada - Alcorcón la foto (1)
Román Callejón @RomanCallejón // Foto: Fermín Rodríguez
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El Granada CF ya nos ha dado muestras fehacientes de que es un equipo que se está acomodando bastante bien esta temporada a la Liga de Primera División. Desde que Alcaraz diera en Elche con un sistema de juego acorde con lo que se espera del equipo y de sus jugadores, los rojiblancos están dejando la sensación de haber encontrado una línea de juego bastante acertada, especialmente en las últimas jornadas.

Sin embargo, la Copa era otra cosa. Ayer, frente al Alcorcón, los del conjunto de la Alhambra volvieron a mostrarse irregulares, coincidiendo nuevamente con un partido en casa, donde los nazaríes sólo habían conseguido dos victorias ligueras en lo que va de temporada.

Acuciado por jugar entre semana y obligado por las bajas de dos de sus piezas claves – Brahimi y Fran Rico-, el técnico granadino tuvo que modificar su alineación para el encuentro de vuelta de Copa ante el AD Alcorcón.

Ahora o nunca. Con una renta de dos goles conseguidos a domicilio, era el momento de hacer jugar a aquellos menos habituales y que pugnan en cada entrenamiento por hacerse un hueco, si no en el once inicial, al menos para llegar a ser el jugador número 12 de la plantilla.

Así, el técnico rojiblanco puso en liza a un equipo que, según sus palabras, era “altamente competitivo”, pero que finalmente no dio la talla. Nadie duda de que los recambios previstos para Fran Rico, Iturra o Yebda puedan suplir las ausencias de éstos con garantías, pero esta no fue la impresión que se dejó ayer en Los Cármenes.

Lo cierto es que, o bien porque Fatau no pone el músculo donde lo hace Iturra, o porque Coeff no impone el criterio que hace valer Fran Rico, o incluso porque ni Pereira ni Bounanotte están en el momento de gracia en el que está Brahimi, el Granada CF ayer nos ofreció la otra cara de la moneda: la cruz de la Copa.

El sistema es el mismo, pero los jugadores no y, por supuesto, la motivación tampoco. En la primera mitad quedó patente el relajo con el que los rojiblancos saltaron al terreno de juego. El saldo de dos goles a favor que trajeron de Alcorcón fue un arma de doble filo, con la que los de Alcaraz terminaron cortándose.

La zaga, con la novedad de Benítez tratando de adaptase al lateral y dejando buenas sensaciones, cumplió, aunque volvió a encajar un gol a balón parado. La ausencia de Mainz se hizo notar en los saques de esquina.

Con respecto a las piezas del trivote, se antoja muy difícil reemplazar al bueno de Fran Rico. Ya en Alcorcón no jugó y, a pesar de la victoria, se notó un centro del campo con menos recursos. En este partido de vuelta, el mediocentro gallego tampoco ha sido de la partida y esto se ha traducido en una media sin ideas.

Si bien otras piezas del trivote han faltado en otras ocasiones, como el caso de Recio que no estuvo frente al Málaga, o el de Iturra, que no jugó ante el Sevilla, en ambas ocasiones Yebda hizo que no se notara la ausencia de ninguno de los dos ex malaguistas. Esto hace pensar que la recuperación de Fran Rico haya sido la que ha marcado el buen momento de juego del Granada y que, por ende, su ausencia marque un juego más pobre en la media rojiblanca.

Y la herida pudo ser aún mayor, de no haber sido por el desacierto de los alfareros y por la inyección de frescura que dieron los cambios en la segunda mitad. La entrada de Riki y de Piti espoleó a los rojiblancos a lanzarse al ataque, pero un enorme Dani Giménez y también el factor suerte, impidieron que los dos goles de Ighalo en el Santo Domingo fueran buenos.

En definitiva, la vuelta de dieciseisavos nos dejó ver que la ausencia de Mainz en la defensa, la falta del criterio de Fran Rico en la media y la carencia de desborde que tuvo el equipo sin la magia de Brahimi, privaran al Granada de todo eso que lo mantiene en la décima posición de la tabla en la liga con 20 puntos.

Esto, extrapolado al partido de ayer, supuso que, como el propio Alcaraz dijo en rueda de prensa, “les costara parecerse a ellos mismos” en la Copa y la eliminación de la competición del KO, que deja un año más a los rojiblancos sin pasar de dieciseisavos. Desde que el equipo ha vuelto a primera hace ya tres temporadas, la 'cruz de la copa' ha caído sobre los nazaríes, ya que siempre han sido eliminados en su primera participación en este torneo.