La detección tardía ralentiza la lucha contra el VIH y el SIDA

La indecisión a la hora de realizarse una prueba está retrasando la erradicación de la enfermedad a pesar de la salida de nuevos fármacos de protección como los PrEP

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El SIDA y el VIH siguen perdiendo terreno en la sociedad | Foto: Archivo
Jero Camero
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La lucha contra el VIH/SIDA se mantienen entre bambalinas. La enfermedad está cada vez más controlada y los números siguen bajando, pero la complacencia de la ciudadanía es la mayor aliada del virus de la inmunodeficiencia humana y de un tiempo a esta parte parece que se ha ido olvidando que los métodos contraceptivos son el mejor camino para mantener bajo control lo que durante los ochenta se convirtió casi en una epidemia. El 1 de diciembre se conmemora el día de la lucha contra esta enfermedad, pues fue el día que se detectó y documentó el primer caso en 1981.

Los más jóvenes no vivieron aquellos tiempos y hay algunos que no terminan de estar concienciados sobre la problemática que existe. De hecho, según los datos que ofrece la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, destaca que casi el 30% de las nuevas infecciones de VIH se han producido en menores de 30 años.

Uno de los puntos básicos para la concienciación parte de la base de diferenciar entre VIH y SIDA. Es prioritario detectar el virus, según nos cuentan desde el Centro Juvenil de Orientación para la Salud de Granada (Cejos), para poder seguir controlando la expansión. El SIDA, en cambio, es la enfermedad ya desarrollada y también se puede controlar mediante diversos fármacos.

En la comunidad homosexual se mantiene como un estigma en muchos aspectos, pero cada vez son más las barreras que rompen. Las fórmulas retrovirales son de gran ayuda para mantener a raya al virus, pero los expertos siguen aconsejando el uso de otros elementos como los profilácticos.

Además, más del 50% de las nuevas infecciones tuvieron un diagnóstico tardío, lo que tiene graves consecuencias y aumenta el índice de mortalidad. Hay diversas asociaciones que ofrecen pruebas gratuitas de detección, entre ellas el Cejos, y que dan acceso y toda la información necesaria sobre la medicación que se debe tomar y cómo funciona.

Los PrEP: efectivos pero no infalibles

En 2019 llegó a la totalidad del territorio español los profilácticos preexposición, conocidos como PrEP. Se trata de una pastilla de color azul que ayuda a controlar la transmisión del VIH, pero los expertos insisten en recordar que no protege ante todo, por lo que se siguen recomendando el uso de preservativos para una mayor seguridad en las relaciones de riesgo. Las infecciones de transmisión sexual siguen estando patentes en personas que consumen PrEP, ya que estas tan solo protegen ante las principales variantes del virus de la inmunodeficiencia humana.

Los PrEP reducen la posibilidad de infección de VIH en un 90%, según los últimos datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC). Están recomendados para personas que tienen una relación serodiscordante, cuya pareja ha dado positivo en VIH; trabajadores del ámbito sexual o personas que, en general, mantienen relaciones sin protección, aunque en este último caso sigue sin ser recomendable.

Una vez se empiezan a tomar, por prescripción facultativa, se recomienda mantener un seguimiento de la situación cada tres meses, debido a que el nivel de protección que otorgan no es completo. La pastilla es de uso diario y no es recomendable que se salte su ingesta, debido a que puede romper la dinámica a la que se está sometiendo el cuerpo.

El VIH y el SIDA, en cifras

Granada se sitúa como una de las provincias de toda Andalucía que más ha descendido en el último año su tasa de incidencia respecto a la enfermedad. En 2020 se registraron un total de 527 infecciones nuevas, 46 menos que en 2019. En cuanto al SIDA, los nuevos casos de enfermedad durante 2020 fueron 54.

Esta enfermedad sigue afectando más al género masculino. El 86% de las nuevas infecciones se produjo en hombres. De todas ellas, el 52% corresponden a relaciones homosexuales, mientras que un 22% están correspondidas a relaciones heterosexuales. El cupo restante están indeterminadas o son personas que mantienen relaciones sexuales con parejas de ambos sexos, de acuerdo con los datos de la Consejería de Salud. Sin embargo, la tendencia se invierte en los contagios femeninos.

Como ya hemos mencionado anteriormente, el diagnóstico tardío suele ser una de las principales causas que frenan la lucha contra la enfermedad y el virus. El 53,9% de las nuevas infecciones detectadas en 2020 se podían haber realizado antes. Además, este dato afecta más a las mujeres que a los hombres y la idea preconcebida de que es una enfermedad que afecta más a los homosexuales hace que sean las personas heterosexuales las que más tarde detecten su situación.

Centros como el Cejos, que lleva realizando pruebas desde 2010 en colaboración con la UGR, durante este 2021 han llevado a cabo 78 test de detección precoz a jóvenes menores de 30 años, 45 a hombres y 33 a mujeres, siendo sólo una de ellas positiva.