La DGT realizará esta semana más de 25.000 pruebas diarias de alcohol y drogas ante las comidas navideñas

El objetivo de la campaña es concienciar a los ciudadanos que "no sólo el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino también las drogas y la conducción"

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Foto: E.P.GUARDIA CIVIL
E.P.
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La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha este lunes 12 de diciembre una campaña de concienciación sobre el riesgo que supone el consumo de sustancias psicoactivas y la conducción, en una época del año en el que el consumo de alcohol y de otras drogas aumenta debido a las comidas y cenas navideñas, según informa Tráfico.

Así, durante una semana, desde ayer al 18 de diciembre, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán 25.000 pruebas diarias de alcoholemia y drogas en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día.

En este sentido, el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, ha afirmado que "el objetivo de la campaña es concienciar a los ciudadanos que no sólo el alcohol y la conducción es un binomio peligroso, sino que también las drogas y la conducción suelen ser en numerosas ocasiones sinónimos de muerte". Además, ha añadido que "la realización de estos controles preventivos en carretera es junto con la educación vial, uno de los instrumentos más eficaces para disuadir al conductor de ponerse al volante si ha consumido cualquier sustancia psicoactiva".

Asimismo, la DGT ha indicado que se pondrá especial énfasis en los colectivos policonsumidores, aquellos conductores que se ponen al volante y que consumen habitualmente alcohol y/o drogas. Por otra parte, con el objetivo de que la campaña se generalice también en las vías urbanas, Tráfico ha invitado a los ayuntamientos de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña, con el establecimiento de controles en sus respectivos cascos urbanos.

UN 12% CONDUCE TRAS CONSUMIR DROGAS

El Estudio prevalencia del consumo de alcohol y drogas ilegales (EDAP) realizado por la DGT en 2015, constató que de las 2.774 pruebas realizadas a conductores seleccionados aleatoriamente cuando circulaban por vías públicas, un 12% presentaron consumos recientes de drogas y/o alcohol. Concretamente, un 10% de los conductores presentaron consumos recientes de drogas (con o sin la presencia de alcohol) y un 8% consumo reciente de drogas sin haberse constatado la presencia del alcohol.

Respecto a las pruebas de alcoholemia realizadas por la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil a conductores en 2015, el 1,4% de dichos conductores dieron positivo en controles preventivos; un 0,8% de positivos en pruebas realizadas como consecuencia de infracción y un 4,5% de positivos en pruebas realizadas tras estar implicado en un accidente.

En el caso de las drogas, en 2015 se incrementaron un 150% las pruebas realizadas respecto al año anterior, al pasar de las 29.643 en 2014 a las 76.040 de 2015. Por último, la memoria que anualmente realiza el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencia Forenses (INTCF) a conductores fallecidos, en 2015 el 43,10% de los conductores analizados dio positivo en alcohol, drogas y/o psicofármacos.

PENALIZADO POR LA LEY

La Ley de Seguridad Vial contempla para los conductores reincidentes, tomados como tales aquellos que hubieran sido sancionados en el año inmediatamente anterior por dar positivo a alcohol, la sanción de 1.000 euros. Esta misma sanción se aplica también a aquellos conductores que circulen con una tasa que supere el doble de la permitida.

En el caso de las drogas, la ley prohíbe conducir con presencia de drogas en el organismo del conductor, quedando excluidas las sustancias que se utilicen bajo prescripción facultativa y con una finalidad terapéutica. Esta infracción catalogada como muy grave está castigada con una sanción de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos.

Además, el Código Penal tipifica los delitos contra la seguridad del tráfico y establece penas de prisión de seis meses a un año, así como la privación del derecho a conducir de uno a cuatro años, por conducir con exceso de alcohol, bajo la influencia de drogas, o por negarse a someterse a las pruebas policiales.