La Edad de Oro del 'Indie' o porqué funcionan festivales como el Alhambra Sound
Ante la inminencia del festival granadino, cabe repasar el resurgimiento de un género musical que hoy soportan numerosos grupos de calidad al amparo del apoyo popular.
La creciente afluencia de público, el sold out obtenido en tiempo récord y el cartel de auténtico lujo constituyen claros síntomas de la buena salud y vocación de permanencia del Alhambra Sound Festival, a pesar de ser una propuesta musical tan joven. Y es que el 'Indie' está de moda y disfruta de un apoyo popular sin precedentes, avalado por un enorme catálogo de grupos de calidad creciente.
EL GÉNERO
Si bien el término indie fue acuñado a partir del vocablo “independiente” para designar a la música concebida y difundida al margen de las listas o las modas, dicho género atraviesa una etapa de pleno auge. Cabe enumerar las redes sociales, la proliferación de Spotify y, en general, el acceso fácil y rápido a la música a través de Internet como factores que, por alguna razón, han contribuido más que en otros estilos al desarrollo de un fenómeno que trasciende lo musical.
Más que una melodía pegadiza o unas letras que cuidan su mensaje partiendo de la sencillez lírica, para el joven aficionado, el indie en castellano se convierte en una señal de identidad. Una estética. Una ruta de bares y pubs característicos. Conocer gente nueva a raudales. La sinergia entre numerosas bandas de sonido similar y distinta personalidad descubiertas en bloque por el aficionado.
Nos encontramos, en definitiva, ante un movimiento cautelarmente equiparable al Brit-Pop desatado en Gran Bretaña a principios de los noventa, que tuvo como buque insignia la sanguinaria “guerra musical” entre OASIS y BLUR.
De vuelta al presente, el secreto de este éxito reside en la normalidad. Al salir a escena, lejos de lucir sofisticadas indumentarias, pose de estrellas y actitud distante, los miembros de este tipo de bandas se muestran como gente “de a pie”, que viste del mismo modo que el espectador, vive y piensa como él e incluso tiene sus mismos problemas.
EL INDIE, CON NOMBRES Y APELLIDOS
Porque la crisis económica y de valores también llegó a la industria musical. Porque ya no basta con tener suerte y talento para que una discográfica apueste por un grupo, y hay que recurrir a otras fórmulas. En este sentido, IZAL, una de las bandas integrantes del cartel, constituyen un claro ejemplo de abrirse paso con mucho trabajo y en poco tiempo mediante la cada vez más frecuente autogestión. No es extraño, ni inmerecido, el éxito cosechado por su trabajo “Magia & efectos especiales”.
Este desfavorable escenario implica que tanto el amplio público objetivo como los músicos se muestren disconformes y críticos con el sistema. Sirva de ejemplo “La deriva”, el último trabajo de VESTUSTA MORLA, uno de los grupos cabeza de cartel; temas como “Golpe maestro” reflejan con cruda exactitud la situación actual (“…Cambiaron paz por deudas… Fue un golpe maestro dejarnos sin ganas de vencer…”).
En otro orden de cosas, emotivamente simbólico será disfrutar del directo de los lojeños LORI MEYERS, en el décimo aniversario del lanzamiento de su ópera prima “Viaje de Estudios”. Mucho ha llovido desde que decidieron salir a la carretera. Una década ha bastado para grabar cinco álbumes de fresco indie-pop que ponen de manifiesto altas dosis de buen gusto y bagaje musical, y cuyas canciones se pasean de modo magistral entre la positividad y la sátira, el hedonismo y la elegía.
Asimismo, resulta interesante aludir a la frecuencia con la que, en este género, se encuentran artistas embarcados en más de un proyecto. Desde esta perspectiva, cabe mencionar a LEÓN BENAVENTE, otro conjunto del que disfrutaremos en el Festival Alhambra Sound, integrado en parte por músicos de la banda de Nacho Vegas. Amplia experiencia se advierte en el sonido y la notoriedad obtenida en poco tiempo. Su canción “Ánimo, valiente”, entre otras, se va extendiendo como la pólvora.
Todo ello, y otras muchas intervenciones de gran talento, con el valor añadido de tener como escenario el duende de Granada -desde siempre caldo de cultivo del mejor pop nacional- y celebrarse en época de fin de exámenes bajo la prolongación del buen tiempo estival.
La música está echada. Comienza la cuenta atrás.