La estudiante que acusó a un profesor de acoso sexual pide a la UGR que actúe porque "hay más perjudicadas"
La joven aún no ha denunciado y ha reclamado a la entidad docente que asuma la responsabilidad
La estudiante de la Universidad de Granada (UGR) que denunció ante la institución a un profesor por supuesto acoso sexual contra el que posteriormente testificaron otras alumnas ha recalcado que "hay más perjudicadas" y que no quiere "llevar la carga" de iniciar un procedimiento "ella sola" como denunciante, por lo que ha reclamado a la entidad docente que "asuma la responsabilidad" e intervenga.
La joven ha señalado en declaraciones a Europa Press que este asunto le ha afectado "mucho a nivel psicológico" y lamenta que se la esté "juzgando", incluso desde el ámbito académico, por no haber formalizado la denuncia contra este profesor "sin tener idea de lo que ha pasado".
"¿Por qué tengo yo que cargar con la responsabilidad de denunciar si hay más perjudicadas, si ha pasado todo en la universidad y con un profesor de aquí?", se ha preguntado esta estudiante de Pedagogía que afirma estar "muy afectada" y sentirse "engañada".
"Cuando lo conté me hablaron cerca de 40 chicas con testimonios parecidos a los míos con el mismo profesor", pero, según agrega, sólo siete se han mostrado dispuestas a ser testigos en un hipotético juicio en el que ella sería la denunciante, una situación que no apoyan sus padres por cómo pueda llegar a afectarle a nivel personal.
Después de que la Fiscalía archivara la denuncia de la UGR sobre este asunto alegando que debía ser presentada por la afectada, la joven asegura que existe la posibilidad de que la institución docente denuncie los hechos ante el juzgado y le reclama "que asuma la responsabilidad" en este asunto.
Fue el pasado abril cuando trascendió que la Unidad de Igualdad y Conciliación de la UGR estaba investigando la denuncia de una estudiante de Pedagogía por supuesto acoso sexual por parte de un profesor contra el que posteriormente han testificado al menos otras seis personas que declararon haber sido víctimas de "conductas inapropiadas" en el espacio académico.
La primera alumna que aludió a estos hechos sostiene que el profesor le pidió su teléfono el 7 de marzo, tras unos días enferma, y que, en una tutoría, supuestamente le preguntó si se "masturbaba" y si "disfrutaba con el sexo". Le habría pedido que se "sentara a su lado" en lugar de "delante suya" y le habría dicho que su foto de perfil en la aplicación telefónica 'Whatsapp' era "muy provocativa".
Después de esto, la estudiante habló con el Decanato de la Facultad de Ciencias de la Educación y de la Unidad de Igualdad y Conciliación, tras lo que lo contó a su clase por si hubiera casos similares. A raíz de ello, surgieron nuevos testimonios y la Universidad activó su Protocolo para Prevención y Respuesta ante el Acoso.