La Fiscalía insiste en que "buena parte" de los casos de 'bullying' se archivan porque el infractor es menor de 14 años
La instituticón sostiene que la falta de estadísticas sobre esta problemática debe a que estas conductas se clasifican en distintos tipos penales
La Fiscalía General del Estado insiste en que "buena parte" de los casos de acoso escolar que se denuncian acaban archivándose porque los infractores son menores de 14 años. Además, sostiene que la falta de estadísticas sobre 'bullying' se debe a que estas conductas se clasifican en distintos tipos penales, como amenazas, lesiones, vejaciones o delitos contra la integridad moral.
En su informe anual, con motivo de la apertura del Año Judicial, este organismo informa de que hay alguna Fiscalía de Menores, como la asturiana, propone cambios en las aplicaciones informáticas con el objetivo de que se puedan obtener datos cuantitativos "fidedignos" sobre la realidad de este fenómeno, que según los últimos informes de ONG alertan de que con las nuevas tecnologías va en aumento.
En concreto, apunta que la de Madrid, debido a la alarma social generada por el seguimiento mediático de algún caso grave de acoso escolar, los delitos registrados como delitos contra la integridad moral aumentaron un cien por cien, es decir, alcanzaron los 141 en 2015 frente a los 70 del año anterior.
Sin embargo, indica que sólo seis de tales asuntos dieron lugar a la incoación de expedientes y dos de ellos terminaron por mediación o reparación, vía que en los casos de menor entidad, que, según la Fiscalía, "sigue ofreciendo óptimos resultados".
La mayoría de las Secciones, según el máximo órgano de los fiscales, están en esa línea de la mediación, que apunta que son "muy escasos" los supuestos de acoso escolar que llegan a audiencia con una calificación de delito contra la integridad moral. "Predominan las conductas leves y las soluciones extrajudiciales", añade.
La memoria señala también que la sección de Las Palmas considera que las noticias aparecidas en los medios de comunicación han contribuido a incrementar la conciencia social sobre el acoso escolar.
Sin embargo, observa, "en el plano negativo", que a veces las denuncias obedecen a la falta de respuesta del centro educativo y en otras al temor de los progenitores a las imprevisibles consecuencias que esos comportamientos degradantes puedan acarrear a sus hijos.