La Fiscalía mantiene su petición de cuatro años de cárcel para los trabajadores imputados por un piquete

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La Fiscalía de Granada ha mantenido su petición de cuatro años de prisión para los 19 imputados por su participación en un piquete en la huelga en la empresa de autobuses urbanos Rober entre el 30 de enero y el 20 de febrero de 2009, por la posible comisión de un delito contra el derecho de los trabajadores.

El juicio contra los 19, 17 de ellos trabajadores y dos sindicalistas, quedó en la tarde de este miércoles visto para sentencia en el Juzgado de lo Penal 3 de Granada, después de los informes de las defensas, que pidieron la libre absolución de los imputados alegando el derecho "inviolable" a la huelga, y el fiscal, que sostiene que las pruebas practicadas han confirmado que los procesados "impidieron a la gente que quería trabajar ejercer su libre derecho al trabajo", profiriendo insultos y sometiendo a coacciones a conductores de los autobuses, han informado fuentes judiciales.

Los acusados, entre los que se encuentra el secretario provincial de CCOO en Granada, Ricardo Flores, negaron esas coacciones o haber sido causantes de incidentes durante las protestas. El Ministerio Público les acusa de haber proferido insultos contra los conductores que decidieron trabajar durante las dos jornadas de huelga, de impedir el paso de vehículos y cortarles el paso, de lanzar huevos contra los autobuses o de arremeter contra los responsables de la empresa, principalmente contra la responsable de recursos humanos.

El primero en declarar negó que enseñara sus genitales a esta última diciéndole "aquí tienes mi currículum", y afirmó que el piquete se desarrolló con normalidad, informando a los trabajadores sobre las razones de la huelga, sin ningún incidente.

En la misma línea se pronunciaron el resto de los imputados, que han negado insultos o coacciones contra los conductores, o que se detuviera forzosamente la circulación de los vehículos, aunque uno de ellos ha reconocido que resbaló y cayó accidentalmente debajo de uno de ellos.

El secretario provincial de CCOO en Granada, Ricardo Flores, que llevaba entonces dos meses en el cargo, explicó que los motivos de la huelga fueron la ruptura del acuerdo al que se había comprometido la empresa para hacer fijos a un número de trabajadores y que las negociaciones con la gerencia se desarrollaron en un ambiente "cordial, dentro de la normalidad".

Admitió que el entonces gerente, Guillermo Robles, le informó por teléfono de que había sido insultado, a lo que él le contestó que ese tipo de cosas eran habituales en periodos de protesta y que no se lo tomara como "algo personal".

e.