La Fiscalía rebaja a 15 años la petición de cárcel para el acusado de matar a su inquilino
Recordó que la víctima "todos los días estaba bebiendo", lo que habría dado lugar a que causara molestias a otros inquilinos de las tres habitaciones que tenía en alquiler
La Fiscalía ha rebajado hasta los 15 años la petición de cárcel por la presunta comisión de un delito de asesinato para el hombre de 56 años enjuiciado desde este lunes por un jurado popular en la Audiencia de Granada acusado de matar a puñaladas a un inquilino cuando discutieron en la vivienda que compartían en la zona norte de la capital granadina, unos hechos que reconoció, aunque reseñando que él no está "bien", en referencia a la esquizofrenia residual que padece.
El Ministerio Público, que pedía inicialmente una pena de 17 años, ha abierto como calificación alternativa, en caso de que el jurado no dé por probado que hubo ensañamiento, que los hechos puedan ser calificados como un supuesto delito de homicidio, por el que ha pedido una pena de cárcel de doce años y medio, según han informado a Europa Press fuentes del caso.
El fiscal ha modificado de este modo este miércoles sus conclusiones provisionales antes de elevarlas a definitivas, adhiriéndose a las mismas la defensa del acusado, que inicialmente solicitaba siete años y medio de cárcel por un supuesto homicidio, con atenuantes de confesión y enfermedad mental, un extremo este último que no habría quedado suficientemente contrastado por la prueba pericial.
Está previsto, según estas mismas fuentes, que, una vez que ha concluido la vista oral, el jurado popular reciba este jueves por la mañana el objeto del veredicto, con el que se retirará a deliberar para determinar si considera o no culpable al acusado, y si hubo ensañamiento.
En su declaración en la Sección Primera de la Audiencia Provincial, el acusado indicó el pasado lunes que "imaginaba" que una de las cuchilladas que le dio a su compañero de piso le seccionó el cuello y ha reconocido que utilizó dos cuchillos de cocina en la agresión.
Recordó que la víctima "todos los días estaba bebiendo", lo que habría dado lugar a que causara molestias a otros inquilinos de las tres habitaciones que tenía en alquiler, quienes se terminaban marchando.
Sin darse "mucha cuenta" de lo que estaba sucediendo por su enfermedad, mantuvo que "lo echaba" de la casa pero "no quería irse", por lo que discutían con frecuencia.
"YO TE MATO"
Para la Fiscalía, la disputa, que tuvo lugar en la noche del 22 de julio de 2017, comenzó con una discusión acerca de los motivos que habían llevado a otro inquilino a abandonar la casa, y continuó en el dormitorio que tenía alquilada la víctima, a quien el acusado habría comenzado a darle puñetazos en la cara, "rompiéndole a continuación un taburete en la cabeza, lo que provocó su caída al suelo, donde lo siguió golpeando al tiempo que le decía yo te mato".
Entonces, según el fiscal, cogió supuestamente de la cocina dos cuchillos de 21 y 23,5 centímetros de largo, y volvió al dormitorio, donde "le apuñaló reiteradamente hasta causarle la muerte". Le practicó supuestamente heridas mortales en cuello --de 14 centímetros de longitud, seccionándole la tráquea--, tórax y abdomen.
También lo dañó en cabeza, extremidades y mano derecha con decenas de cortes que el fiscal considera que le ocasionó "con la intención de aumentar el dolor de la víctima, que aún se encontraba viva y consciente".
Hizo constar el fiscal que el acusado "sufría una esquizofrenia residual que no alteró su capacidad" para reconocer lo que estaba haciendo, y que "confesó espontáneamente" cuando se presentaron en el piso los agentes policiales.