La Guardia Civil descubre diecinueve talleres clandestinos en Granada durante el último año

El Seprona de la Comandancia de Granada ha realizado cuarenta y nueve actuaciones contra actividades clandestinas que suponen un riesgo para el medio ambiente, y ha denunciado doscientas dieciocho infracciones

Chatarrería clandestina
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La Guardia Civil realiza a lo largo del año numerosas actuaciones contra actividades que se incardinan dentro de lo que se conoce como economía sumergida, muchas de las cuales suponen un riesgo para el medio ambiente. Así el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil ha descubierto diecinueve talleres mecánicos clandestinos en la provincia de Granada durante el último año.

Estos establecimientos clandestinos han sido localizados durante las inspecciones que realizan los agentes del Seprona para comprobar que los talleres mecánicos de la provincia realizan una gestión adecuada de los residuos peligrosos que generan, y que cuentan con todas las autorizaciones necesarias para el desarrollo de su actividad.

Los talleres ilegales son una clara competencia desleal para el resto de los talleres y, además, suponen un claro peligro contra el medio ambiente ya que al no contar con la autorización necesaria para la gestión de los residuos, difícilmente pueden deshacerse de ellos de manera controlada y segura.

El trabajo de localización de estos talleres oficiales no resulta fácil para la Guardia Civil. La mayoría de ellos están camuflados. No suelen tener rótulos en la fachada y las puertas de estos establecimientos suelen estar cerradas para que nadie vea lo que ocurre en su interior. Muchos de ellos están en garajes particulares y cuando la patrulla del Seprona intenta inspeccionarlos, los propietarios se niegan a ello aludiendo que se trata de su domicilio particular.

El último taller clandestino fue localizado el pasado mes de mayo en una nave anexa a una vivienda particular de la localidad de Láchar. La Guardia Civil descubrió que la nave estaba perfectamente acondicionada y contaba con los instrumentos y las herramientas profesionales necesarias para realizar el mantenimiento y la reparación de vehículos, y que también había dentro varios vehículos sobres los que se estaba trabajando. Cuando el propietario del taller vio a los agentes del Seprona intentó cerrarles el portón de acceso y trató de evitar la inspección. Sin embargo, los guardias civiles consiguieron finalmente comprobar que este hombre carecía de documentación alguna que le autorizase a realizar la actividad ni para la gestión de los residuos generados, por lo que fue denunciado.

Otros talleres clandestinos fueron localizados en Granada (6), Churriana de la Vega (3), Albolote (2), Moraleda de Zafayona (2), Motril, Almuñécar, La Mamola, Chauchina y Cogollos Vega.

OTRAS ACTIVIDADES CLANDESTINAS

Por otra parte, las patrullas del Seprona de la Guardia Civil en su lucha contra el tráfico de metales robados, han localizado en la provincia de Granada siete chatarrerías clandestinas, es decir, siete naves en las que se compraba chatarra sin contar con las autorizaciones pertinentes y sin llevar el libro de registro exigido a este tipo de actividad, que es una de las herramientas con las que cuenta la Guardia Civil para perseguir dicho tráfico ilegal de metales.

Los propietarios de estas chatarrerías clandestinas además carecían de autorización para la gestión de residuos peligrosos y, por tanto, tampoco los gestionaban de forma adecuada.

La Guardia Civil también ha localizado y denunciado varias explotaciones ganaderas clandestinas en Motril, Zafarraya, Santa Cruz del Comercio y Alhama, con lo que los animales que allí se criaban se encontraban fuera de control veterinario.

Otras actividades descubiertas por el Seprona han sido la venta clandestina de animales, clínicas veterinarias clandestinas o actividades irregulares en la compraventa de productos de campo.

En definitiva, el Seprona de la Comandancia de Granada ha realizado cuarenta y nueve actuaciones contra este tipo de actividades, y ha denunciado doscientas dieciocho infracciones.

En muchas de estas actuaciones la Guardia Civil ha contado con la colaboración y el apoyo de inspectores de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) y de la Inspección de Trabajo.