La Guardia Civil salva la vida a un hombre que había sufrido una parada cardiaca en La Zubia
La mujer se dirigía al cuartel de la Guardia Civil para denunciar su desaparición de su marido cuando se lo encontró dentro de su coche inconsciente
La Guardia Civil, durante la madrugada del pasado lunes, en La Zubia, consiguió salvar la vida de un hombre de 42 años de edad que se encontraba en parada cardiorrespiratoria. Los agentes estuvieron durante más de diez minutos haciéndole maniobras de reanimación cardiopulmonar hasta que consiguieron reanimarlo.
Los agentes estuvieron en todo momento en contacto con un médico del Servicio de Emergencias Sanitarias, el 061, que fue quien les fue dando instrucciones sobre cómo debían actuar y que en todo momento les animó a que continuaran. Los dos guardias civiles se fueron turnando durante más de diez minutos hasta que vieron al hombre reaccionar. Poco después llegó una ambulancia, estabilizaron al hombre y lo trasladaron hasta la UCI del hospital del PTS, donde se ha recuperado satisfactoriamente.
Los hechos ocurrieron sobre las 4:45 horas del día 12 de febrero. Una vecina de La Zubia estaba muy preocupada porque su pareja, que sufre depresión, no había vuelto a casa desde el día anterior y temía que le hubiese ocurrido algo. Esta decidió acudir al acuartelamiento de la Guardia Civil a denunciar su desaparición. Sin embargo, al salir a la calle, junto a su vivienda y dentro de su coche, encontró a su marido inconsciente echado sobre el volante. Llamó al Servicio de Emergencias, el 112, solicitando ayuda y pocos minutos después llegaba la patrulla de la Guardia Civil de la localidad cuyos agentes se hicieron cargo de la situación, se pusieron en contacto con el 061 y siguiendo las instrucciones de un médico consiguieron reanimar al hombre.
Los agentes de la Guardia Civil de La Zubia llamaron ayer a la mujer para interesarse por la salud de su pareja, y esta les informó que su marido aún estaba en la UCI, pero se estaba recuperando bien y pronto lo pasarían a planta.
La mujer aprovechó para agradecerles su trabajo, ya que, según los médicos que atienden a su marido, si no hubiera sido por las maniobras de reanimación que le realizaron hubiera muerto.