La importancia de saber inglés
A la hora de afrontar una entrevista de trabajo es importante potenciar todas aquellas cualidades que, a priori, busca cualquier empresa o institución. Buena presencia, actitud positiva, alta capacidad de trabajo en equipo… Un sinfín de aptitudes capaces de hacer idóneo al candidato para el cargo en cuestión. Sin embargo, ninguna de estas preciadas habilidades será capaz de esquivar la pregunta más temida: ¿Sabe usted hablar inglés?
“Un poco”, “Más o menos”, “Estoy estudiando”… Unas respuestas que, en el actual mercado laboral, distan mucho de ser suficiente. Y es que saber inglés ya no es una elección sino una exigencia; un requisito ineludible a la hora de poder encontrar trabajo.
Así lo entienden en AfterSchool Academy, una escuela de idiomas donde, gracias al trabajo de excelentes profesores nativos y al empleo de material audiovisual y didáctico para reforzar el aprendizaje, han conseguido eliminar la barrera del inglés.
La academia, ubicada en la calle Atlanta de Granada, cuenta, entre otras cosas, con pizarras digitales interactivas, un novedoso recurso didáctico que, además de hacer las clases más amenas y divertidas, favorece la enseñanza de grandes y pequeños. El resultado salta a la vista. Gracias a su método de trabajo, AfterSchool Academy consigue, año tras año, un porcentaje de aprobados superior al noventa por ciento en los exámenes ESOL de la Universidad de Cambridge.
“Uno de nuestros secretos es fomentar al máximo la comprensión oral (speaking) y auditiva (listening) del inglés”, comenta Caroline Levesque, directora del centro. “Estas pruebas son las más importantes pues demuestran el conocimiento real y efectivo que tiene el alumno del idioma. Sin embargo, curiosamente, suelen ser las más descuidadas en las escuelas”, añade.
Si no tienes inglés, no haces nada
La clase de alumnos entre 12 y 17 años lo tiene claro: el inglés es necesario para poder trabajar en el futuro y para viajar al extranjero. “Si quiero irme fuera a estudiar es bastante necesario”, subraya la pequeña Julia durante una de sus clases. “¡Es necesario hasta para trabajar de camarero!”, exclama Oliver, el mayor de la clase. “Me encantaría viajar a Inglaterra”, cuenta su compañera Irene, que se ha propuesto alcanzar el máximo nivel de inglés posible antes de terminar sus estudios de bachillerato.
Los alumnos mayores son, si cabe, todavía más conscientes de la gran relevancia que ha cobrado el idioma en la actualidad. Natalia, de 19 años, explica a sus compañeros cómo las universidades exigen hoy en día que el alumno haya superado como mínimo un nivel B1 de inglés.
“En investigación, si no tienes inglés, no haces nada”, afirma Carolina, de 25 años, que actualmente está estudiando un doctorado. Su amiga Natalia, por otro lado, está deseando alcanzar un alto nivel del idioma para poder comprender a la perfección todas las letras de sus canciones favoritas.
Por su parte, José, de treinta años, necesita obtener el nivel B2 de inglés para poder trabajar como profesor de Educación Física. “Es un requisito obligado”, detalla. Sin embargo, las clases de inglés sirven para mucho más que para cubrir una exigencia laboral, como relata su compañera Belén. “Aunque ya soy profesora, quiero seguir aprendiendo el idioma porque me encanta viajar y aprender”, declara.
DESDE LOS TRES HASTA LOS SETENTA AÑOS
Los más pequeños de la casa se lo pasan pipa en AfterSchool Academy, donde aprenden inglés jugando desde los 3 años de edad. ¿La única regla? ¡Hablar siempre en inglés! “Es, sin duda, la mejor edad para aprender”, comenta Bárbara Garrido, administrativa de la academia. “La evolución es impresionante. Los pequeños aprenden inglés al mismo tiempo que castellano y llegan a imitar las expresiones de los profesores como podría hacerlo un niño nativo”, asegura.
Pero los más veteranos tampoco se quedan atrás en esta escuela de idiomas. “¡Los más mayores son nuestros alumnos más constantes y aplicados!”, exclama Bárbara con una sonrisa mientras explica que la academia ha contado con alumnos de más de setenta años.
AfterSchool Academy, que además de inglés imparte francés, alemán, italiano, portugués, hebreo, español para extranjeros y lengua de signos, también tiene presentes a los alumnos más rezagados o a aquellos que por falta de disponibilidad horaria no han podido estudiar durante el curso. Para ello ofrece cursos intensivos durante los meses de julio y agosto, además de magníficos campamentos de verano en el extranjero para los más aventureros, ya sean niños o adultos. ¡Para que nadie se quede atrás!