La importancia del Endurance
Hoy tengo el placer de inaugurar esta tribuna de actualidad económica gracias a la oportunidad que me brinda GranadaDigital, y quiero hacerlo contando una historia que a mí me resulta inspiradora y que servirá para bautizar el nombre de la misma. Supe de ella a través de un correo electrónico que me envió un buen amigo y empresario, con la idea de invitarme a que me incorporara a un nuevo proyecto empresarial.
La historia se atribuye a Sir Ernest Henry Shackleton, explorador irlandés fundamental en la conquista del Polo Sur y quien, según se cuenta, en 1914 puso un anuncio en el periódico británico The Times para reclutar la que debía ser su tripulación en la aventura a la conquista de la Antártida. El anuncio decía así:
“Se buscan hombres para viaje peligroso. Salario bajo, frío penetrante, largos meses en la más completa oscuridad, peligro constante y escasas posibilidades de regresar con vida. Honor y reconocimiento en caso de éxito”.
Con tan atractivos incentivos, lo normal es que no hubiera contestado nadie. Pero, al parecer, se apuntaron más de 5.000 aspirantes, de los que finalmente se escogieron los 27 tripulantes del ‘Endurance’, el barco en el que partieron desde Georgia del Sur. Cruzaron el continente antártico de punta a punta atravesando el Polo, cerca de 3.000 kilómetros del más frío, seco y ventoso desierto del mundo.
El Endurance fue atrapado por los hielos que lo fue aplastando poco a poco hasta que lo terminó hundiendo. Pero no se rindieron y siguieron la travesía, a veces con los botes salvavidas y a veces caminando, hasta que dieciséis días más tarde, ya sin una gota de agua, alcanzaron la isla Elefante. Tardaron más de dos años, pero todos regresaron de la Antártida sanos y salvos. Ya el nombre del barco lo dice todo: R-E-S-I-S-T-E-N-C-I-A, ¿no les parece?.
Creo sinceramente que Shackleton es un ejemplo a seguir (‘el Jefe’, nombre con el que sus hombres le conocían). Alguien que, haciendo uso de unas reconocidas dotes de liderazgo y en circunstancias extremas, supo resistir, hacer frente a todo tipo de adversidades y mantuvo unido a su equipo en una historia única de supervivencia.
Les cuento esto porque, aunque no haga falta llegar hasta la Antártida, el mundo que hoy se presenta ante nosotros está lleno de complicaciones que requieren una buena dosis de entrega, esfuerzo y dedicación.
Ya deberíamos haber aprendido que cada cierto tiempo la historia nos manda un ‘recadito’ ya sea en forma de tsunamis, epidemias, hipotecas basura o guerras. El drama socioeconómico que se espera para muchas familias, pequeños y medianos empresarios es brutal, ya que dependerán de las ayudas e incentivos del Gobierno para salir adelante. Cada uno de nosotros sabe el cúmulo de dificultades con el que se va a encontrar en los próximos meses. Sin embargo, no espere gran cosa del Estado. Esto tendrá que sacarlo usted adelante con sangre, sudor y lágrimas. Como los buenos. Llegó la época de los héroes, de remangarse y usted tiene suficientes agallas para ello.
Nos encontraremos con una economía muy maltrecha, muy intervenida por lo público, con las empresas desgarradas y en la UCI, y es en esos momentos especialmente difíciles cuando más hay que tratar de mantener la serenidad y no venirse abajo. Ya sé que resulta complicado no caer en el alarmismo mirando la reacción de los mercados, pero no se puede entrar en modo pánico ni bloquearse por el miedo ni tampoco hundirse en la depresión. La tranquilidad interior permite tomar decisiones más acertadas y dar cierto norte a nuestras actuaciones. No lo olvidemos, es el momento de tomarlas, pero sea cual sea el tipo de decisiones que se tomen, es importante que se hagan siempre con templanza y serenidad. No se angustie pensando en la ruina en la que ha caído ni en lo que le deparará el mañana. Eso, nadie lo sabe. Y ante la incertidumbre, suele surgir el miedo que todo lo pinta de negro. Pero recuerden, siempre hay luz al final del túnel.
Espero que todos ustedes sepan navegar en esas aguas dando lo mejor de sí mismos cada día y llevar su barco a buen puerto.
¡Mucho ánimo a todos!