La "impotencia" de ser bombero en Granada
Desde el Cuerpo denuncian una situación "bajo mínimos que no garantiza seguridad" tras la muerte de una mujer en un incendio en Cájar | Apuntan que sólo hay seis bomberos por turno en cada parque y el recorte de 50 efectivos en los últimos 10 años
Desde su descubrimiento, el fuego siempre ha sido ecuánime para el ser humano. Amigo y enemigo, capaz al tiempo de mejorar la vida o dar encuentro a la muerte. Tan es así, que en algún momento, no se sabe cuando, se tuvo la inteligente idea de crear profesionales con una clara vocación de servicio público para controlarlo y extinguirlo cuando fuera necesario . Otras veces, más habituales, se ha puesto el ahorro o la economía por encima de estos presupuestos, con consecuencias normalmente trágicas. Ese el caso de Granada. El incendio en la localidad granadina de Cájar hace dos semanas puso en evidencia, una vez más, la precaria situación en la que se encuentra el Cuerpo de Bomberos de Granada, cuya plantilla se ha recortado en casi 60 personas desde hace 10 años, cuando en los albores de la crisis económica comenzaron unos recortes que han reducido efectivos desde los 210 de 2009 a los 150 de 2019. Para más inri, el Ayuntamiento firmó al mismo tiempo un convenio con el Consorcio Provincial por el que Bomberos de Granada apoyaría al mismo tiempo de otros 62 municipios de la provincia.
Actualmente Granada se encuentra con unos servicios mínimos, sostenidos por decreto, de 6 bomberos por turno en cada uno de los parques de la ciudad. El día del incendio en el municipio cajareño, el Parque Sur, encargado de atender el fuego, se encontraba a media mañana por debajo de dichos servicios. Desde Bomberos apuntan que sólo 5 efectivos se encontraban allí por diversas causas, todas ellas atenidas a convenio y que respetan los derechos laborales propios de cualquier trabajo, tales como un día libre, un día de asuntos propios o unas vacaciones.
El bombero requerido, que acabó además con quemaduras de tercer grado en varias partes del cuerpo al intentar abrir la puerta en llamas para salvar a la fallecida, fue llamado entonces para realizar la actuación en Cájar tras recibir la llamada del 112. Ya entonces el Parque se encontraba vacío, actuando todos sus efectivos en varios servicios simultáneos, lo que significaba asimismo la ausencia total y descoordinada de las herramientas necesarias para actuar contra un incendio de las características y la intensidad que el que se vivía en la vivienda de la calle Bellavista.
La autobomba, que contenía el agua para el fuego se encontraba apagando unos rastrojos en Otura. La autoescalera, que habría servido para subir directamente a la vivienda, se encontraba camino de actuar en un intento de suicidio que finalmente no pudo ser atendido por la gravedad del incendio en esta otra localidad granadina. La situación de servicios mínimos obligan a jerarquizar este tipo de circunstancias, llevando a los profesionales del Cuerpo a tener que elegir entre lo malo y lo peor.
Además, debido a la falta de medios tuvieron que acudir sin un mando, ya que el sargento se encontraba con un conductor inspeccionando un andamio en el Paseo de los Tristes. Estos tres servicios simultáneos llevaron a una llegada en escala al lugar de los hechos provocando una situación de absoluta impotencia, tanto para vecinos como bomberos, ante la imposibilidad de actuar hasta que se tuvieran todas las herramientas para ello. Ocho largos minutos entre la llegada de los primeros efectivos, imposibilitados para intervenir, y la puesta en marcha del dispositivo.
"Estamos hablando de un tiempo que es crucial. Es la diferencia entre salvar una vida o dejarle morir" comenta uno de los integrantes del Cuerpo. "Ha pasado ya muchas veces y siempre decíamos lo mismo: menos mal que no había nadie dentro".
Finalmente y tras más de tres horas desde el primer aviso, se confirmaba la muerte de una mujer de 83 años, inquilina de la casa que acabó finalmente calcinada. "Si tengo que serte sincero, no existe una situación de seguridad en Granada con respecto a los incendios" apunta este mismo bombero. Una afirmación que también comparten desde el SAB, que incide, al igual que sus compañeros, en la imposibilidad a día de hoy de actuar en más de un fuego de forma autónoma. Actualmente si se diera el aviso de más de un incendio de las características del de la vivienda de Cájar, no existirían los medios para apagar todos al mismo tiempo.
"Lo indignante es que sabemos que no se van a tomar medidas"
La situación, como decimos, no es nueva. Según comenta otro profesional del cuerpo "son circunstancias que se llevan repitiendo mucho tiempo" y que "sólo parece que tiene relevancia hoy, cuando ha muerto una persona". Y es que el problema no tiene sólo que ver con la ausencia de efectivos, sino con sus propias condiciones de trabajo. "Hay ocasiones en que venimos de hacer un servicio y volvemos al Parque únicamente a cambiarnos de ropa para salir a otro y eso también afecta evidentemente". Estas circunstancias coinciden además con un deterioro de la plantilla, que vive con indignación el hecho de que no se cubran las plazas de los profesionales que se jubilan o que entran en otro régimen, ya lejos de las llamas, tras superar los 55 años.
"No pedimos gran cosa. Pasar de ser sólo seis en un turno a ser, por ejemplo, nueve, daría un cambio radical a la calidad del trabajo". Una demanda que se encuentra muy lejos de las soluciones que la administración ha dado hasta ahora. La solución más habitual en los últimos años ha sido la de sustituir esta falta de personal por horas extras de los operarios que aún quedan en la plantilla. Algo que debería al menos suponer un incremento salarial para ellos, pero ni por esas. La administración granadina acumula deudas de hasta 20.000 euros con varios de los bomberos que han realizado horas extras en los últimos 3 años. "Es verdad que la deuda varía entre cada uno. A algunos les deben más, a otros menos, a otros nada...Nosotros no queremos más dinero que el que se nos debe. Preferimos que se contrate, que haya más bomberos y poder realizar nuestro trabajo con mejores condiciones, mejorar la seguridad de la gente y evitar más desgracias".
Al igual que ya ocurre con la Policía Local y aunque sin tantos detalles, se trata de una lucha conocida y que copó grandes titulares en las pasadas elecciones. A pesar de la insistencia del actual equipo de gobierno cuando se encontraba en la oposición y de estar claramente reflejado en las 80 medidas a realizar en los próximos cuatro años presentadas por PP y Ciudadanos, desde Bomberos se muestran escépticos tras años de pasotismo institucional y promesas que no se han llegado a concretar con partidos de un color u otro al frente del consistorio. "Lo indignante es que sabemos que no se van a tomar medidas. Ahora que la falta de respuesta ante esta situación ha costado la vida a alguien parece que se pone de moda hablar de ella. Luego nadie se acordará y volverá a pasar dentro de un año, un mes o una semana".
Comentarios
2 comentarios en “La "impotencia" de ser bombero en Granada”
M-47
16 de julio de 2019 at 12:12
Y la oposición del psoe, según he leído esta mañana en el periódico, "muy preocupada", pues no hay suficiente presupuesto para atender a los drogadictos. Cosas que nadie entiende excepto los políticos.
Sergio Lopera García.
16 de julio de 2019 at 23:21
Buenas noches, me parece una falta de responsabilidad y de profesionalidad, publicar una noticia sin contrastar la información. No voy a darle los datos exactos de cuántos efectivos diariamente cubren los mínimos establecidos por Decreto del Ayuntamiento, ni de cómo es la gestión, organización del SPEIS de Granada en este tipo de intervenciones. Visto lo visto, si le digo que son 50 da igual, lo publicará sin contrastar nada. Bueno siempre le puede preguntar a su fuente, que parece que está más perdido que usted. Un poquito de profesionalidad, por favor.
Un saludo.