La incertidumbre de la crisis de Vamos Granada
La guerra interna del partido se dilatará en el tiempo y hay muchos interrogantes sobre el futuro del grupo municipal
Que el grupo municipal de Vamos Granada se encuentra sumergido en una crisis no es un hecho novedoso. Lo dejan claro los acontecimientos sucedidos en los últimos meses. Pero, esa separación de posturas dentro del partido de la formación morada también trae incertidumbre a sus votantes y al desarrollo diario del ayuntamiento granadino.
El partido ha pedido que los concejales Luis de Haro y Pilar Rivas pasen a ocupar plaza de no adscritos para desvincularse de las acciones de la formación. Se hizo mediante distintos escritos presentados al secretario municipal, figura que tiene la potestad para decidir en este tipo de cuestiones. Además, Vamos Granada anunció la expulsión de Pilar Rivas del partido. Caso que no pasó con de Haro, ya que nunca fue afiliado a las filas de la marca asociada a Podemos.
La expulsada, Pilar Rivas, asegura que ese acto se ha desarrollado sin garantías y sin la opción a que presente alegaciones. Por lo que, posiblemente, el tema acabe en los juzgados con la pertinente dilatación en el tiempo que conllevaría. Rivas denuncia que no se puede anunciar su expulsión sin respetar el plazo de alegaciones y que esto es una estrategia para volver a ostentar la portavocía.
Vamos Granada se basa en que por la ley antitransfugismo, el ayuntamiento debe atender su demanda para que Pilar Rivas y de Haro pasen a ser concejales no adscritos, ya que defiende que está en su mano el tomar esa decisión. Y por otro lado, la contestación del consistorio también se podría dilatar en un tiempo indeterminado con la duda de que la petición sea aceptada. Aunque, con el tema de Luis de Haro el secretario ya mostró su negativa a proceder.
Mientras tanto, Pilar Rivas y Luis de Haro acuden a los plenos como representantes de Vamos Granada, algo que el partido rechaza y condena. Habrá que ver si los tres concejales que representan a la formación en el consistorio se pondrán de acuerdo en las votaciones futuras. Lo que está claro es que la intención de, por ejemplo, Pilar Rivas es la de acabar la legislatura como concejal, sea como no adscrita o como representante morada.
Y es que, uno de los motivos que da Vamos para la expulsión de Rivas es el de transfugismo. Porque, tanto Pilar como Luis de Haro incumplieron, además, el pasado viernes otra decisión de Vamos Granada al abstenerse en el pleno en el que se reprobó al alcalde de Granada, Francisco Cuenca.
Otro motivo por el que el partido vinculado a Podemos ha defendido la expulsión de la concejal es por haber querido arrebatar la portavocía a Marta Gutiérrez. La primera reivindicó que la rotación de los portavoces era algo pactado cuando se formó la candidatura municipalista de Vamos, y que hay que poner el rostro de todas las ideas ante la opinión pública. También se echaba en cara la acumulación de mandatos, pero de Haro está en diputación y en ayuntamiento.
Los despidos de la duda
Y otro de los motivos por los que Vamos Granada explicaba el destronamiento de la concejal Pilar Rival del partido era por que, al tomar posesión como portavoz, ordenó "de forma unilateral", el despido de dos trabajadores del grupo municipal que recibieron de manos de un funcionario una notificación firmada por el alcalde.
Pero, la versión de Rivas es bien distinta. Marta Gutiérrez y Alberto Matarán, coordinador provincial, designaron, "de forma unilateral", a estas tres personas de confianza bajo la fórmula de personal eventual. Desde la rotación de la portavocía se les informó que debía producirse un cambio en la forma de hacer las cosas que fuera encaminada a representar la pluralidad de la Candidatura. Por tanto, y para que se reflejara esa pluralidad, el equipo de trabajo "se reestructuró" sustituyendo a dos de esas tres personas.
La guerra soterrada, pero pública, se dilatará en el tiempo. Ambos 'bandos' defienden pertenecer a esa filosofía que se constituyó para el cambio y ambos se censuran mutuamente por no seguir con esa idea de la transformación social. El partido está dividido y serán sus votantes los que decidan en las próximas elecciones.
Carta abierta de Luis de Haro
Y después del cruce de reproches de los últimos meses, Luis de Haro decidió este domingo publicar una carta acusando a Alberto Matarán, Marta
Gutiérrez y Antonio Daponte de tener una conducta distatorial con el resto de los integrantes del partido.
Carta íntegra de Luis de Haro:
"“El chiringuito se hace partido”
Los que manejaban Vamos, Granada como un chiringuito, en donde no tenían oposición, haciendo siempre lo que ellos decían, se llevaron una
gran sorpresa al descubrir que también había personas que también piensan.
Voilá! No se permite que nadie más piense u opine, sólo ellos: Alberto Matarán, Marta Gutiérrez y, desde abril de este año, un tal Antonio Daponte, aparecido de la chistera de los anteriores y que se ponen manos a la obra para silenciarlo.
Con dedicación exclusiva reúnen a todos los seguidores (se calcula un total de diez) y ponen en marcha una operación temeraria, hacer de Vamos, Granada un partido al uso. Hasta ese momento VGR había sido un partido instrumental durmiente, fruto de la imposibilidad por parte de Alberto Matarán de recolectar 3000 firmas, que es por ley, lo que se tenía conseguir para presentarnos como AGRUPACION DE ELECTORES. VGR abrió un período de afiliación y tal fue el fiasco que, en la asamblea constituyente, había más cargos para elegir que afiliados, con lo que quedaron vacantes más de la mitad de los órganos que debían de ser elegidos.
.......continuará."
Comentarios
Un comentario en “La incertidumbre de la crisis de Vamos Granada”
Soloamigo
4 de noviembre de 2017 at 23:28
Oigo que los disidentes se apoyan en Anticapitalistas y Psoe, mientras que la portavoz puenteada y su grupo quería tener más autonomía y, de ahí, su conformación como partido. Si los primeros querían trabajar para los granadinos deberían haber pensado mejor esas medidas drásticas y por sorpresa que han roto su partido. Mucha bulla, mucha pasión y poco cerebro. A los expulsados o sustituidos les han llovido piedras solo por no ser del partido, algo que también ha trascendido. Abuso es la palabra.