La búsqueda de nuevos tratamientos que permitan cronificar el cáncer de ovario cuando éste se ha diagnosticado en estadio avanzado es la protagonista de la investigación que hoy se desarrolla en esta patología. Así lo confirman los expertos que se han dado cita en la jornada sobre ‘Actualización en el Manejo del Cáncer de Ovario’, un encuentro organizado en Granada por la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y que ha contado con el patrocinio de la compañía biofarmacéutica AstraZeneca.
Alrededor de 70 especialistas han analizado durante esta jornada los últimos avances en el manejo de esta patología y los que aún están por llegar. “La incorporación de nuevas estrategias para tratar el cáncer como la inmunoterapia son una de las vías con mayor desarrollo actualmente. También la combinación de fármacos activos en la vía de la angiogénesis y los inhibidores de PARP. El reto futuro será definir la secuencia apropiada en la que debemos utilizar todos estos nuevos fármacos, sin olvidarnos de reducir la incidencia y conseguir un diagnóstico más precoz”, explica el Dr. David Vicente Baz, oncólogo médico del Hospital Universitario Virgen Macarena-Virgen del Rocío (Sevilla).
LA PRINCIPAL CAUSA DE LA MORTALIDAD POR CÁNCER GINECOLÓGICO
Tal y como señalan los expertos, la incidencia del cáncer de ovario en España se encuentra ligeramente por debajo de la media europea: “contamos con una tasa de incidencia de 10,2 casos por cada 100.000 habitantes frente a los 12,6 casos de la media europea”, explica la Dra. Eloisa Bayo, directora del Plan Integral de Oncología de Andalucía. “Se trata por lo tanto del segundo cáncer ginecológico más frecuente después del cáncer de cuerpo de útero”, añade. Sin embargo, este tipo de tumor es la principal causa de mortalidad por cáncer ginecológico, ya que la mayoría de pacientes se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad.
Por otra parte, un porcentaje significativo de casos tienen carácter hereditario con las mutaciones de los genes BRCA1 y BRCA2: “entre un 6% y un 15% de los casos se asocian a la mutación BRCA. En España, el riesgo acumulado de cáncer de ovario a los 70 años se ha estimado en un 22% en portadoras de la mutación BRCA1 y del 18% en BRCA2. El síndrome de Lynch también se relaciona con un aumento de riesgo”, detalla la Dra. Bayo.
NUEVO PARADIGMA EN CÁNCER DE OVARIO
La identificación de la mutación germinal en el gen BRCA en pacientes diagnosticadas de cáncer de ovario es muy relevante por las implicaciones que esta circunstancia conlleva de cara al tratamiento, al pronóstico de la enfermedad y al manejo de la carga hereditaria familiar. “La mutación BRCA en las pacientes con cáncer de ovario conlleva un mejor pronóstico y sirve como elemento predictivo de respuesta a algunos tratamientos. Permite conocer mejor la posible evolución de la enfermedad y, por ello, es de vital importancia en la toma de decisiones”, asegura el Dr. Vicente Baz.
Así, de acuerdo con el Dr. Vicente Baz, esta mutación “se ha convertido en una diana terapéutica puesto que existen tratamientos dirigidos para las pacientes que son portadoras, mejorando los resultados en supervivencia libre de progresión de enfermedad y retrasando la utilización de tratamientos más tóxicos como la quimioterapia”. El conocimiento de la mutación BRCA supone, por lo tanto, “un nuevo paradigma” en esta patología: “además de aportar nuevas posibilidades terapéuticas, contribuye a prevenir la aparición del cáncer en los familiares sanos de las portadoras de la mutación. Ello hace que los expertos en consejo genético se hayan incorporado al enfoque multidisciplinar de esta enfermedad”, añade.
MÁS ESPACIO PARA LA FORMACIÓN PRESENCIAL
El papel de la formación actualizada de los profesionales médicos adquiere un papel muy relevante en el traslado de todos estos avances a la realidad del paciente. “En un mundo de actividades y formaciones virtuales crear espacios presenciales que favorezcan el debate y el avance en temas de actualidad en materia sanitaria es una de las líneas de trabajo de la EASP”, explica Joan Carles March, director de la EASP, que confirma que el pasado año cerca de 5.000 profesionales sanitarios participaron en actividades presenciales organizadas por esta institución. “El trabajo en cáncer es una línea prioritaria de la EASP, que canaliza a través de su registro de cáncer, con una trayectoria de 31 años”, concluye.