La izquierda se une para presentar una moción de censura contra Macron por la crisis de los chalecos amarillos
Los 'chalecos amarillos' aseguran que Francia está "al borde de la guerra civil"
Los diputados socialistas, comunistas y de Francia Insumisa han anunciado este jueves que sumarán fuerzas para presentar una moción de censura contra el presidente del país, Emmanuel Macron, el próximo lunes por la gestión de la crisis política provocada por los 'chalecos amarillos'.
"Hemos decidido presentar una moción de censura el próximo lunes", ha declarado el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure, en una rueda de prensa ofrecida por representantes de las tres formaciones en la Asamblea Nacional.
Faure ha explicado que, por ahora, la iniciativa parlamentaria para echar a Macron del Palacio del Elíseo solo cuenta con el apoyo de estos tres partidos, si bien ha confiado en que "en los próximos días se aumente el número de firmantes".
"Esto servirá para demostrar que hay otras posibilidades" de Gobierno, ha indicado el dirigente socialista. "Si la ira no encuentra alguna forma de alivio, volverá a la calle", ha advertido Faure, según informa el diario galo 'Le Figaro'.
La izquierda francesa, que estaba prácticamente desaparecida desde las elecciones generales del año pasado, ha lanzado este órdago a pesar de que el Gobierno anunció el miércoles en sede parlamentaria que renuncia a subir los impuestos sobre el combustible en los presupuestos generales de 2019.
El Ejecutivo del primer ministro Edouard Philippe ahondaba así en el cambio de rumbo que imprimió el martes a su política fiscal al anunciar que esta subida impositiva, que iba a entrar en vigor el 1 de enero, no se aplicaría al menos hasta mediados del próximo año.
Fuentes del Elíseo consultadas por la prensa local explicaron que la intención de Macron y Philippe con esta renuncia era evitar una "radicalización" de los 'chalecos amarillos', que no se habían quedado satisfechos con la cesión inicial del martes.
Aún está por ver si la supresión de la subida del impuesto a los combustibles en las cuentas públicas 2019, que costará a la Hacienda francesa unos 2.000 millones de euros, satisface a los manifestantes, ya que el Gobierno podría recuperarla para años venideros.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha aclarado este jueves que está preparado para renunciar a este ingreso extra si va acompañado de una reducción equivalente del gasto público.
"Si necesitamos acelerar los recortes impositivos, ya sea para las empresas o para los hogares, estoy a favor, pero en este caso debe ir de la mano con un descenso del gasto público", ha dicho en un foro económico organizado por la revista 'Challenges'.
REUNIÓN CON MACRON
De momento, los disturbios han continuado este jueves. En Aix-en-Provence se han producido incidentes en 150 liceos y en una marcha estudiantil en Toulouse se han desatado enfrentamientos que han dejado al menos un policía herido. Además, otros colectivos, como los agricultores, han anunciado su adhesión a los 'chalecos amarillos'.
Benjamin Cauchy, uno de los portavoces del movimiento de protesta, ha exigido que Macron les reciba el viernes por la tarde en el Elíseo. "Debe abrirnos sus puertas", ha considerado, alertando de el país está "al borde de la guerra civil". "No queremos que este fin de semana haya muertes", ha declarado.
Los 'chalecos amarillos' suponen el mayor desafío social hasta la fecha para la Presidencia de Macron, que se ha visto obligado a recular tras unos bloqueos y movilizaciones que amenazaban con volverse transversales y trascender el sector del transporte.
Según un sondeo de opinión publicado este mismo jueves por 'Le Figaro', la popularidad de Macron y Philippe se ha desplomado en el último mes. Registran un 21 y un 22 por ciento de apoyo, cinco y nueve puntos menos que en noviembre, respectivamente.